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En 1935, Constantino González, alcalde de Cangas de Onís, presenta al gobernador civil de Asturias, Ángel Velarde, un proyecto para la construcción de un hotel “en terrenos del lago Enol” en sustitución de las casas de refugio quemadas durante la Revolución de Octubre de 1934[1]. Treinta años después, a principios del año 1966, el empresario cangués Manuel del Dago Fernández, natural de Coraín y establecido en Colombia, solicita autorización para la ocupación de 300 metros cuadrados de terreno en la Vega de Enol (Montaña de Covadonga), propiedad del Ayuntamiento de Cangas de Onís, “con destino a la construcción de un edificio para albergue”. El Ayuntamiento se mostró partidario de la realización del proyecto “dada la necesidad que entraña su ejecución, por la creciente afluencia de turistas que cada año se deja sentir con mayor intensidad”, dándose traslado de la petición, con informe favorable, a la Dirección de Parques Nacionales y a la Jefatura del Distrito Forestal para su resolución que no debió ser positiva pues no llegó a realizarse[2].

Resulta sorprendente que unos meses después la Sociedad Inmobiliaria de Covadonga también solicitase “la ocupación de terrenos en la Montaña de Covadonga, con destino a la construcción de un motel de montaña” que habría de complementar los servicios del Hotel Pelayo, de Covadonga, abriendo desde la primavera hasta el otoño. Esta solicitud fue tratada por el pleno del Ayuntamiento de Cangas de Onís el 12 de julio de 1966 acordándose acceder a lo pedido y facultando al alcalde, Benito Carriedo de Eguibar, para tratar con el presidente de la Diputación provincial, promotora de su construcción, las condiciones jurídicas y económicas que habrían de regir en la concesión[3].

Finalmente se construyó en la morrena de La Picota, entre los lagos de Enol y la Ercina, un antiestético barracón de dos plantas[4], un “refugio-parador”, que fue inaugurado el 14 de julio de 1968 por Manuel Fraga Iribarne, ministro de Información y Turismo. Le acompañaban el director general de Arquitectura, García Lomas, y las principales autoridades de la provincia, con el presidente de la Diputación, José López Muñiz, a la cabeza. Las palabras de Fraga Iribarne fueron, según ABC, “un canto vibrante a la grandeza inigualable del espectáculo que ofrecía la Naturaleza en aquellas alturas”[5].

El motel fue regentado por la Sociedad Inmobiliaria de Covadonga hasta el año 1977 cuando lo arrienda a su empleado Amador González Blanco al cargo del establecimiento desde su inauguración. Doce años después, el Parque Nacional le comunica la suspensión del contrato de arrendamiento, que finalizaba el 17 de mayo de 1989, pero se niega al abandono del negocio, indicando que recurriría la resolución aunque se mostraba dispuesto a reformar el edificio para adecuarlo al entorno, según las normas administrativas que se le señalen. La alcaldesa de Cangas de Onís, María Pilar Díaz Junco (Alianza Popular), rechaza el derribo, señalando que “una reforma del hotel sería muy aconsejable”, y considera que los establecimientos hoteleros del entorno de los Lagos de Covadonga debían seguir realizando su actividad.

Ese mismo año, siendo Javier de Sebastián director del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, ya se están tratando estos temas ambientales, encontrándose entre los planes del ICONA la desaparición de los establecimientos instalados en el Parque Nacional, incluyendo el derribo del Motel Entrelagos, propiedad de la Inmobiliaria del Real Sitio de Covadonga (cuya dirección compartían el Principado de Asturias y el Arzobispado de Oviedo).

ICONA proyectaba desde hacía años reubicar los establecimientos que permanecían abiertos al público en el Parque Nacional mediante la creación de un área de servicios, que también se destinaría a zona de acampada. Javier de Sebastián señalaba, en 1989, que el motel era una instalación que producía “una grave perturbación estética” y “un centro de contaminación” que cada año provocaba problemas con sus aguas residuales. Un par de años antes había iniciado conversaciones con la sociedad propietaria buscando un acuerdo para su desmantelamiento. Ofreció una indemnización que fue aceptada por la empresa, pero el Ayuntamiento de Cangas de Onís paraliza la operación al negarse al derribo y bloquea las negociaciones durante el mandato de Juan Antonio Vega Díaz (AP). La reforma del edificio y adecuación de su estructura al entorno fue descartada por el director del Parque Nacional, aunque el propietario estaba dispuesto a ello: “Si es feo, que me den autorización para modificarlo”[6].

Demolición del Motel

El derribo del Motel Entrelagos se realizó en el año 1999. El 21 de octubre una máquina excavadora comenzó la demolición del ruinoso edificio, cerrado al público nueve años antes[7]. Luego se levantará el tramo de calzada que une la explanada del motel con la carretera de Covadonga a Los Lagos para restaurar la morrena recobrando su manto natural. Fue una de las actuaciones de restauración de hábitats y zonas degradadas llevada a cabo en el Parque Nacional de los Picos de Europa, junto al desmantelamiento de los vertederos de Bulnes y a la limpieza y retirada de basuras[8].

El Real Decreto 2305/1994, de 2 de diciembre, por el que se aprobó el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga establecía, dentro de las directrices de gestión, la adecuación de las instalaciones e infraestructuras existentes dentro del Parque Nacional[9]. Para las de carácter turístico y hostelero del entorno de los lagos Enol y Ercina se contemplaba el desmantelamiento del Motel Entrelagos e instalaciones anexas, tras la reubicación de sus servicios en la zona de Buferrera, la restitución a su finalidad original del Bar María Rosa y la reconversión en cabaña pastoril del Bar El Casín, situado en Sohornín.

La llamada zona de uso especial de Buferrera[10], donde se ubica el Centro de Interpretación Pedro Pidal, fue inaugurada el 28 de julio de 1999 por Isabel Tocino, ministra de Medio Ambiente, y el presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces. El Partido Popular de la comarca, que contó con el respaldo de la dirección regional, no acudió a la inauguración, a pesar de que el gobierno español estaba presidido por José María Aznar[11].

En 1996 el Ministerio de Medio Ambiente había remitido al Ayuntamiento de Cangas de Onís un convenio por el cual podría explotar directamente el área de Buferrera o adjudicar su gestión mediante concurso público. La mitad del beneficio sería para el Ayuntamiento, un 35% para Parques Nacionales y el 15% restante para la mejora de instalaciones. El convenio incluía contrapartidas imposibles de asumir por el Ayuntamiento: el cierre al tránsito rodado de la pista que accede a la Vega de Enol desde Les Veleres, restringiendo su uso a las actividades ganaderas, de gestión del parque y de seguridad; el cierre de la Casa municipal de Pastores, que se destinaría exclusivamente a lugar de encuentro y descanso de los ganaderos, eliminando el bar; cerrar al tráfico la carretera que une los dos lagos; el cierre de los bares María Rosa y El Casín; la demolición del Motel Entrelagos; el cierre de los aparcamientos de Sohornín y La Tiese y las zonas de acampada de Enol y Ercina[12].

Dentro del juego político en la gestión del Parque Nacional, aún entre instituciones gobernadas por el mismo partido, y más concretamente en esta rehabilitación ambiental que también supuso un enorme impacto, el alcalde de Cangas de Onís, Alfredo García, manifiesta que ICONA ofrece 20 millones de pesetas al Ayuntamiento como compensación por el derribo del motel, de propiedad municipal. Su sustitución al frente del Ayuntamiento por Miguel Ángel Villoria y el cambio en el gobierno de la nación, en ambos casos de PSOE a PP, supuso un giro radical. La nueva corporación se opone al derribo y pretende rehabilitar el edificio destinándolo a diversos servicios públicos, como policía y Cruz Roja; sin embargo, en 1999 el PSOE recupera la alcaldía de Cangas de Onís y el Motel Entrelagos es demolido ese mismo año.

Estas controversias, sustentadas en el precario equilibrio que surge de conjugar conservación y desarrollo y en la aparición de nuevas necesidades, trasponen una vieja cuestión ya presente en la creación del Parque Nacional: la convivencia de la ancestral cultura ganadera y pastoril con los nuevos aprovechamientos, en aquel entonces mineros y turísticos, hoy solo recreativos. En esta situación, a la vez perdurable y cambiante, el Ayuntamiento de Cangas de Onís maneja sus opciones como limitado propietario de los terrenos. Si en 1918 se vuelve atrás de su propio acuerdo, contrario a la creación del Parque Nacional, y en 1934 maniobra contra la Jefatura de Montes para el mantenimiento de la actividad minera en Buferrera, en la actualidad intenta mantener un equilibrio que conjugue la inevitable asunción de las decisiones de organismos autonómicos y nacionales con la relajación de algunas directivas que se consideran lesivas para los intereses del concejo o la obtención de compensaciones materiales.

Calificado, quizá exageradamente, como símbolo turístico del desarrollo franquista en el corazón de los Picos de Europa[13], el Motel Entrelagos fue demolido en paralelo al aumento del peso del sector turístico en la economía canguesa, lo que ha traído la creación de nuevas infraestructuras con las que, según parece, se aspira a conseguir un manejo ordenado del turismo: la circunvalación de Cangas de Onís, la nueva estación de autobuses, la construcción de aparcamientos que permiten la implantación del plan de acceso a Los Lagos o la siempre inconclusa ordenación del Real Sitio de Covadonga. Otras, como la construcción de un tren de cremallera, alientan un debate permanente.

La desaparición del Motel Entrelagos, un exabrupto arquitectónico en nuestro paisaje, y la prohibición de acampadas en las zonas de Enol y La Ercina fueron los únicos logros del proyecto conservador planteado por el Ministerio de Medio Ambiente en el año 1996, proyecto que hoy parece una ensoñación ante la deriva turística que ha tomado el Parque Nacional de los Picos de Europa.


[1] “La construcción de un hotel”, en El Comercio, Gijón, año 58, núm. 17.644, 2 de marzo de 1935, p. 1. Las casas en cuestión eran las situadas en La Picota, pertenecientes a The Asturiana Mines, que pasaron a propiedad municipal tras el abandono de la mina por los ingleses. El arquitecto Manuel García Rodríguez era el autor del proyecto, valorado en 72.000 pesetas, y se aspiraba a tenerlo realizado en el mes de octubre de 1935.

[2] Ayuntamiento de Cangas de Onís, libro de actas núm. 14, sesión del pleno del 12 de abril de 1966.

[3] Íd., sesión del pleno del 12 de julio de 1966.

[4] Medía 33,97 metros de largo por 7,25 de ancho, con un tejado de uralita a una agua y las paredes formadas por paneles. La planta baja contaba con un bar abierto al público y el almacén del refugio y en la principal había un salón de estar; bar para clientes; comedor; tres habitaciones dobles y siete habitaciones de dos literas; aseo completo; cocina; “office” y tres habitaciones para el personal y dependencias administrativas. Contaba con agua caliente y fría, calefacción y luz eléctrica.

[5] “El ministro de Información y Turismo inaugura un refugio-parador en Covadonga”, en ABC, 16 de julio de 1968, p. 47.

[6] T. R., “La alcaldesa de Cangas de Onís defiende el hotel Entrelagos”, en La Voz de Asturias, 22 de mayo de 1989, p. 6.

[7] Carbajal, José María, “Entrelagos ya es historia”, en La Nueva España, 22 de octubre de 1999, p. 19.

[8] Memoria de la Red de Parques Nacionales – 2000_tcm30-65595.pdf

[9] El 30 de mayo de 1995 se declara (ley 16/1995) la creación del Parque Nacional de Picos de Europa.

[10] Ocupa el área alterada por las actividades mineras, en una extensión de 40 hectáreas. Construida para reordenar la zona, contaba con un aparcamiento para 10 autocares y 280 coches; un restaurante, bar-sidrería y quesería-tienda; zona de acampada para 250 tiendas con cuatro edificios: servicios y lavaderos, duchas y servicios, cabaña-refugio y caseta de recepción-oficina.

[11] Los dirigentes del PP del oriente de Asturias se oponían a la gestión de la ministra respecto al Parque Nacional y estaban en contra de la apertura del centro de interpretación. La voz cantante era José Antonio Pérez Prieto, alcalde de Cabrales y afín a Francisco Álvarez-Cascos. Ovidio Sánchez, presidente regional del PP, se alineó con los dirigentes comarcales de Cabrales, Onís, Cangas de Onís y Amieva . Díaz, R. & Gutiérrez, B., “Tocino alaba la actitud dialogante de Areces, mientras el PP boicotea su visita a los Picos”, en La Nueva España, 29 de julio de 1999, pp. 18-19.

[12] Díaz, Ramón, “Medio Ambiente repartirá los beneficios de Buferrera sólo con Cangas de Onís”, en La Nueva España, 18 de diciembre de 1996, p. 20.

[13] Ordóñez, José A., “Símbolo turístico del desarrollismo franquista en el corazón de los Picos”, en La Nueva España, 22 de octubre de 1999, p. 19.