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c. 1918
Anónimo
Col. Asociación Cultural Abamia. Cedida por Kennedy Trenzado González (Peruyes)

El viernes santo acudían a la misa solemne en la iglesia de Santa María de Cangas de Onís fieles de los diversos lugares de la parroquia y de las colindantes a presenciar el Descendimiento y a oír la palabra del orador sagrado.

La procesión, si era multitudinaria, ocupaba toda la Carreterona, desde la iglesia parroquial hasta la calle de San Pelayo. Las cofradías de las Hijas de María y del Corazón de Jesús acompañaban en dos filas a la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, más conocida como La Dolorosa, y al Santo Sepulcro, que era escoltado por un piquete de la Guardia Civil con las armas a la funerala. Seguían a los sacerdotes las autoridades civiles, judiciales y militares. Hay que recordar que en Cangas de Onís existieron durante muchos años regimiento de reserva, caja de recluta y zona militar.

En esencia la celebración de la procesión del Santo Entierro se mantenía igual que en el año 1902 cuando el prolífico escritor y periodista Fernando Fernández Rosete publicó una crónica titulada «La Semana Santa» (El Auseva, núm. 573, 30 de marzo de 1902) en la que figuran todos los elementos y circunstancias que en esta fotografía se pueden observar.

Fotografía y comentario publicados en Pantín Fernández, Francisco José, Cangas de Onís 1918, vida en torno a un centenario, Cangas de Onís, Ayuntamiento de Cangas de Onís, 2018, pp. 250-251.

Otro momento de la procesión. Cedida por Kennedy Trenzado González (Peruyes)