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Cuba, Emigración, Fotógrafos de Cangas de Onís, Fotografías, Isongo
Sobre Casiano Fernández Vallina hemos escrito una breve reseña biográfica en el libro Cangas de Onís 1918 : vida en torno a un centenario[1]. Ahora no vamos a poder aportar mucho más, pero el año pasado tuvimos la fortuna de que su bisnieta María encontrase nuestro blog y nos escribiese, lo que nos ha permitido “ponerle cara” al fotógrafo.
Nacido en Isongu (parroquia de Santa Eulalia de Abamia, Cangas de Onís) el 13 de agosto de 1879, era hijo de José Fernández Carrandi y Josefa Vallina Alonso. Hermano de Marceliano Fernández Vallina, Carrandi, persona de confianza de Pedro Pidal , marqués de Villaviciosa de Asturias, en el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga.

El 15 de mayo de 1907, Casiano Fernández se casó en la capilla de Teleña, con María del Pilar Pantín González y dos años más tarde lo encontramos establecido como comerciante en Las Paredillas (Sotu Cangues), en el cruce de las carreteras de Covadonga y Corao.

En este año de 1909, Casiano Fernández se inicia profesionalmente en el mundo de la fotografía, según nos narra el redactor de El Auseva:
Después de varios años trabajando como mero aficionado en el arte de la fotografía y de cumplir ciertos estudios y práctica en la capital de la provincia, nuestro estimado amigo, residente en Soto de Cangas, D. Casiano Fernández, se establece como fotógrafo, poniéndose a disposición del público para hacer retratos de todas clases y tamaños, así como ampliaciones.
Aprovechando nuestra ida a dicho pueblo de Soto de Cangas, hemos tenido el gusto de ver el taller fotográfico establecido en un piso, hecho exprofeso, pegante a su casa, cuyas claraboyas, dos, dan al local la luz que sea preciso, permitiéndose en todo tiempo y a todas horas trabajar en el ramo.
A la par que la galería fotográfica, montada con todos los adelantos modernos, hemos visto los aparatos y utensilios propios del caso, adquiridos en las principales casas de Barcelona.
Con estos alicientes y la perfecta labor del amigo Casiano, son muestras más que suficientes para que el público acuda allí a retratarse[2].
Meses después expone en el Merendero de Cangas de Onís diversas vistas de los puentes de la ciudad y de la basílica de Covadonga “sacados con tal perfección que jamás se han visto otros”[3].
En 1911 publica un anuncio en El Auseva en el que dice que a fin de corresponder con las atenciones que el público le dispensa, resolvió instalar “una gran galería fotográfica a la moderna” montada con todos los elementos indispensables al ramo que le “permiten hacer retratos por poco dinero y muy a la perfección”. Retrata todos los días y cobra dos pesetas por tres postales (de una persona), aunque no hace ningún trabajo sin el pago por adelantado. Añade que los retratos a domicilio son a precios extraordinarios[4].

En abril de 1912 es nombrado corresponsal artístico en el concejo de Cangas de Onís de la revista ilustrada Nuevo Mundo[5] y el 30 de septiembre del mismo año embarca en Gijón con rumbo a Nueva York (Estados Unidos) para “tomar posesión de un buen cargo en importante casa comercial”[6]. Su viaje a América, del que nada sabemos, incluyó una estancia en Cuba. En 1916, reabre su comercio en Sotu Cangues[7] pero desconocemos si retomó la profesión de fotógrafo.
En 1926, cuando su esposa ya había entablado demanda de divorcio, se le requiere por el Provisorato y Vicaría general del Obispado de Oviedo para que comparezca a contestarla[8]. Por entonces, Casiano Fernández se encontraba en Cuba, donde se le había expedido carta de ciudadanía[9] en agosto de 1924. En la isla caribeña contraerá segundas nupcias con Erundina Rodríguez Cotera. Tendrán tres hijos: Casiano y Pelayo, nacidos en Cuba, y Marina Fernández Rodríguez, nacida ya en Asturias. Se establecieron en Gijón donde fundaron la Jabonera Astur, que estuvo activa entre los años 1930 y 1950[10].
Tan solo conocemos nueve fotografías realizadas por Casiano Fernández Vallina: dos muy deterioradas de la fiesta de Sotu Cangues, una de ellas ilustra este artículo; otra de la bolera de Corao, mal encuadrada, y una más que nos muestra a Eduardo Llanos y Víctor Concas en el jardín de la casa de los Llanos y Noriega, también en Corao. Las cinco restantes son retratos.


[1] Pantín Fernández, Francisco José, Cangas de Onís 1918 : vida en torno a un centenario, Cangas de Onís, Ayuntamiento de Cangas de Onís, 2018, pp. 92-94.
[2] El Auseva, Cangas de Onís, año XIX, núm. 942, 17 de abril de 1909, p. 3.
[3] Íd., año XIX, núm. 967, 9 de octubre de 1909, p. 3.
[4] Íd., año XXI, núm. 1.060, 22 de julio de 1911, p. 2.
[5] Íd., año XXII, núm. 1.098, 20 de abril de 1912, p. 3.
[6] Íd., año XXII, núm. 1.122, 5 de octubre de 1912, p. 3.
[7] Asturias, revista gráfica semanal, La Habana (Cuba), año III, núm. 125, 17 de diciembre de 1916, p. 19.
[8] Boletín oficial de la provincia de Oviedo, núm. 197, 31 de agosto de 1926, p. 6.
[9] República de Cuba : Boletín Oficial de la Secretaría de Estado, año XXI, núm. 238, Habana, septiembre de 1924, p. 578: “A Casiano Fernández y Vallina, nautral (sic) de Isongo, Oviedo, España de 45 años de edad, hijo de José y Josefa.”
[10] Según anotaciones de su hijo Pelayo. En 1950 se publica un anuncio en el BOE, donde figura la solicitud de Jabonera Astur, Sociedad Limitada (Viuda e Hijos de don Casiano Fernández) para instalar una planta desdobladora de aceites en Gijón. Boletín Oficial del Estado, núm. 356, 22 de diciembre de 1950, p. 2745.