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Antero González Díaz, Cangas de Onís, Cuenco, Emigración, Familia Díaz Rubín, José González Soto, Margolles, México, Villarmil

Agosto de 1918
R. P. Valdés
Col. Asociación Cultural Abamia. Cedida por Jesús Prieto Aza (Cuencu)
Idílica estampa del pueblo de Cuencu, ubicado en el occidente del concejo de Cangas de Onís, en el valle del río Sella. Cuando se celebra el centenario de la batalla de Covadonga en 1918, la aldea de Cuencu puede enorgullecerse de algunas importantes personalidades vinculadas a la emigración y comercio en América, que contribuyeron a la mejora de la parroquia de San Martín de Margolles con la realización o aportación económica a distintas obras de carácter público: la construcción de la escuela de Peruyes y del cementerio, la ampliación de la iglesia parroquial, la carretera de acceso a Peruyes, el lavadero y la fuente pública de la Cova en Cuencu, la traída de aguas a Peruyes o el puente de Torañu.
Los hermanos José, Manuel y Antero González Díaz, que se dedicaron al comercio en Cuba logrando una considerable fortuna, se instalaron en Cangas de Onís a su regreso donde compraron fincas y edificaron casas. Merece destacarse la importante labor filantrópica realizada por dos hijos del primero: José, constructor de la nueva iglesia parroquial de Cangas de Onís, y Ramón González Soto, fundador junto a su esposa Camila Beceña del Hogar Beceña González. Otra importante familia de Cuencu es la de sus primos, los Díaz Rubín, quienes emigraron a México y Estados Unidos donde invirtieron en la producción agrícola e industrial. En el primero de los países, fueron propietarios de diversas fábricas textiles (La Covadonga, El Carmen y La Concepción) y de la hacienda Atencingo[1], en Puebla. Otras familias relevantes fueron los González Monasterio o los Alonso Villar a la que pertenece el beato Celestino José Alonso Villar, hijo del fotógrafo Villarmil.
Quiero agradecer a Kennedy Trenzado González y a Jesús Prieto Aza la valiosa información que me han proporcionado.
Fotografía y comentario, excepto la nota, publicados en Pantín Fernández, Francisco José, Cangas de Onís 1918, vida en torno a un centenario, Cangas de Onís, Ayuntamiento de Cangas de Onís, 2018, pp. 284-285.
[1] «En abril [de 1911], hubo un asalto de los seguidores de Emiliano Zapata a la rica hacienda azucarera de Atencingo, el cual provocó a México un affaire con España. En esta propiedad del asturiano Ángel Díaz Rubín -también dueño de las fábricas El Carmen y La Concepción, de Atlixco, y Covadonga, de Puebla-, murieron siete empleados españoles y otros dos resultaron heridos, por una disputa que la hacienda mantenía con dos pueblos vecinos sobre derechos de agua.» Gamboa Ojeda, Leticia, «De ‘indios’ y ‘gachupines’. Las fobias en las fábricas textiles de Puebla», en Tiempos de América, núm. 3-4 (1999), p. 90.
Mucho apellido con origen ponguetu.
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En efecto, alguno hay, pero qué quieres, si hasta Concepción Arenal tenía primos en Viegu.
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Sí, alguna política lo recordó hace poco presumiendo de ello jajajaja.
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No estaba al tanto. ¿Sería una algo menos feminista que ella, con un apellido arquitectónico-religioso? Porque si fue esa, son familia.
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Efectivamente. Apellido «arquitectónico-religioso» o de barrio de Viegu.
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