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Corao, 15 de junio de 1859 – 24 de enero de 1935. Relojero.

El último hijo del librero Benito Miyar y Con nació en Corao el 15 de junio de 1859. Su padre se había trasladado a Corao de forma definitiva, dando fin a la aventura librera de los Miyar. Las dificultades del negocio, trasladado a una nueva dirección, y la presencia en Corao de Roberto Frassinelli, le animan al regreso. Llamó Roberto al nuevo vástago familiar, en honor a su amigo alemán, padrino de bautismo del niño junto a su esposa Ramona Díaz Mariño[i].

Como los demás niños de la parroquia, acudirá a la escuela de Corao Castiellu para recibir sus primeras letras, que seguramente completaría con las enseñanzas tanto de su padre como de su cuñado Melquiades Vázquez Mariño, casado en el año 1864 con su hermana Armida. En su juventud, bien pudo realizar algún aprendizaje de relojería con su primo Basilio Sobrecueva Miyar que en 1872, cuando Roberto tiene 13 años, ya trabaja en Corao.

Desconocemos la razón por la que Roberto Miyar, muy joven, emigra a México —cuando testa su padre en julio de 1877 reside en Puebla, con 18 años recién cumplidos— donde fue varios años administrador del rico empresario cangués León Díaz Rubín, natural de Margolles[ii], quien mantendrá su confianza en Miyar a lo largo de los años, pues en 1889, le escribe pidiéndole que se traslade a Oviedo, “una temporada algo larga” para ocuparse de sus asuntos mientras permanece en Cangas de Onís para arreglar algunos asuntos que tiene “desarreglados”. El afecto que Díaz Rubín le profesa, queda de manifiesto en la despedida:

Espero me contestes diciéndome libremente, y sin compromiso si puedes o no venir, pues por que me digas que no, te aseguro, bajo palabra de honor, que no lo recibiré mal.

Con mis afectuosos recuerdos a la comadre y un beso a los niños, quedo tuyo afmo. compadre que te quiere,

León Díaz Rubín[iii].

Al fallecer su padre en noviembre de 1877, sus hijos Ismael y Roberto tienen, respectivamente, 20 y 18 años de edad, por lo que aún son menores, quedando como sus curadores Roberto Frassinelli y Basilio Sobrecueva. Ellos son quienes se ocupan de ir arreglando hasta su mayoría de edad, algunos asuntos relacionados con la herencia de Benito Miyar. Así el 6 de febrero de 1878, conjuntamente con Melquiades Vázquez Mariño, como marido de Armida Miyar Álvarez, dan poder a Agustín de Francisco Vela, vecino de Madrid, para “hacer y percibir de la Caja de Ahorros con aplicación a la redención de quintos, 2.000 reales que D. Benito había impuesto como también los réditos”.[iv] En 1881, acuerdan con su tía Ignacia Miyar y Con —madre de Basilio Sobrecueva—, un arreglo sobre los bienes de la herencia de sus padres. En septiembre del mismo año, Basilio Sobrecueva, como curador de Ismael y Roberto Miyar, se hace cargo en Madrid de las acciones de la Compañía de Ferrocarriles y de la Sociedad de Impresores y Libreros del Reino, que Benito Miyar y Con había dado en administración. El producto de la venta de estas acciones —unos 50.000 reales—, fue utilizado, en todo o en parte, para la constitución en el año 1882, cuando Ismael Miyar alcanza la mayoría de edad, de la Sociedad para la fabricación de relojes con su primo Basilio Sobrecueva que por entonces tenía construida y en funcionamiento una fábrica destinada a la fabricación de relojes en la vega de San Nicolás, en Corao. Los relojes de esta sociedad, que existirá hasta el fallecimiento de Basilio Sobrecueva en 1890, se fabricaron bajo la marca comercial “B. Sobrecueva Miyar y C.ª | Corao”.

A la muerte de Basilio, sus padres Miguel de Sobrecueva y Bárzana e Ignacia Miyar y Con, como únicos y universales herederos, otorgan poder a sus yernos Manuel y Juan del Dago Vega para la liquidación de la herencia con los hermanos Ismael y Roberto Miyar, con quienes había tenido la sociedad para la fabricación de relojes. Esta liquidación se realiza el 18 de junio de 1890 y como consecuencia de la misma, los Miyar reciben la cesión y renuncia de

todos los derechos, créditos, acciones y demás pertenecientes al D. Basilio, por consecuencia de la Sociedad que hubo para la fabricación de relojes, incluso el capital aportado por D. Basilio para su creación, créditos, activos y pasivos, maquinaria existente sin reservación de relojes, incluyendo asimismo los relojes existentes construidos y en construcción, asimismo los materiales que existen hoy en la fábrica de puertas adentro[v].

Con el traslado al primitivo taller de Basilio, los hermanos Miyar inician una nueva etapa en la historia de la relojería de Corao. Pronto instalarán su taller en Covadonga, donde se encuentran en 1891 y 1892, bajo la razón “Miyar Hermanos | Covadonga”, cumpliendo ya, el primer año, un encargo de 8 relojes de estación para la Compañía de Ferrocarriles Económicos de Asturias[vi]. Se trasladan luego a Gijón, pero la experiencia gijonesa no resulta exitosa y por razones que ignoramos, al regreso a Corao en 1895, los dos hermanos Miyar se separan, quedando Ismael como continuador principal en la fabricación de relojes.

Roberto Miyar instala su taller en la casa de la Calle l’Agua, dedicándose no sólo a la fabricación y reparación de relojes sino también otros instrumentos mecánicos que atraen su interés. Así lo recoge José Francos Rodríguez en una visita realizada a Corao en el año 1903:

Pero no pararon en la de la escuela las sorpresas que tuve durante mi visita al pueblo de Corao. En la misma aldea me encontré dos magníficos talleres de relojería, pertenecientes a dos hermanos, D. Ismael y D. Roberto Miyar, que son dos habilísimos artífices. Sus relojes tienen fama en Asturias y aún en España. Los construyen acabadísimos, perfectos, y además hacen fonógrafos, micrófonos y muchas otras verdaderas sutilezas mecánicas.

Su apego al pueblo en que nacieron les impide instalarse en grandes poblaciones, donde han sido ya solicitados, y sus dos talleres, grandes, repletos de herramientas, parecen algo extraño en una aldea y representan un ejemplo admirable para aquellas gentes, que viven, con razón, convencidas de que en algunas ciudades importantes no hay escuelas ni obradores como los que Corao puede ostentar con orgullo[vii].

Quince años después, El Popular hace referencia a la construcción de un gramófono:

Don Roberto Miyar ha construido un nuevo aparato para gramófono que consiste en un diafragma que produce una voz tan clara y tan potente que creo muy difícil mejorar. El aparato sirve para dos aplicaciones, lo mismo se utiliza para discos de aguja que para los de zafiro. El brazo acústico está suspendido por otro aparato giratorio que le sostiene dejando deslizar dicho brazo con mucha suavidad sobre el disco graduando el peso del diafragma[viii].

De carácter bohemio, había renunciado a continuar fabricando relojes en serie, dedicándose únicamente a la construcción de piezas singulares que satisfagan su amor por el oficio, como es el caso de su obra más conocida, el reloj péndulo de compensación a mercurio, construido en el año 1899 y adquirido por la Diputación Provincial en el año 1962, que hoy forma parte de la colección artística de la Junta General del Principado de Asturias.

Roberto_Miyar

Roberto Miyar Álvarez
Detalle de una fotografía realizada por su hija Benjamina Miyar Díaz.

En la tranquilidad de las horas de su taller, pero también participando en las numerosos acontecimientos que en Corao por entonces se suceden, vivió los últimos años de su vida, junto a su mujer María Manuela y su hija Benjamina, que lo ayudaba en sus labores de relojería. Sus otros hijos habían emigrado a los Estados Unidos de América, y allí residían a su muerte sus hijas Dosinda y Celina.[ix]

Trabajando en la relojería, se agacha a recoger unas pinzas y queda muerto a las 3 y cuarto de la tarde del día 24 de enero de 1935. Ese día el tiempo se detiene en el taller de Roberto Miyar; su hija Benjamina, que veneraba a su padre, nunca quiso que se cambiase la fecha en el calendario.

Francisco José Pantín Fernández

Artículo publicado en: Pantín Fernández, Francisco José & Meneses Fernández-Baldor, María del Carmen, Hombres y Mujeres de Abamia, Corao, Asociación Cultural Abamia – Excmo. Ayuntamiento de Cangas de Onís, 2012, pp. 187-191.

[i] Archivo parroquial de Santa Eulalia de Abamia. Bautismos, 1857-1859. “Corao, 15 de Junio | Roberto hijo de D. Benito Miyar y de D.ª Joaquina Álbarez | En la Yglesia parroq.l de Sta. Eulalia de Abamia Concejo de Cangas de Onís Obispado de Obiedo: el día diez y siete de Junio año de mil ochocientos cincuenta y nuebe, yo D. Domingo Ribero y Frera Cura Ecónomo de dha. parroq.ª bauticé solemnemente un niño q.e dijo su padre había nacido como a las dos y cuarto de la mañana del día quince, y se le puso por nombre Roberto, es hijo de legítimo matrimonio de D. Benito Miyar y de su muger D.ª Joaquina Álbarez, becinos de Corao en esta parroq.ª. Son sus abuelos paternos D. Fran.co Miyar y D.ª Gregoria de Con, oriunda de la ynmediata parroquia de S. Pedro de Con, y es abuelo y padre del niño de esta de Abamia. Los maternos D. Mauricio Álbarez difunto, y D.ª Catalina Salanaba becin.s y oriundos como también la madre del niño de Aranjuez; fueron padrinos D. Roberto Frasinelli y su conjunta D.ª Ramona Díaz becin.s de Corao a quien.s adbertí de sus obligaciones y parentesco espiritual q.e ambos contrajeron; lo que firmo dho. día mes y año. [firma y rúbrica] Domingo Rivero y Frera”.

[ii] Archivo Notarial de Cangas de Onís. Protocolos de Francisco García Ceñal, año 1881, signatura 133-1, número 24. Escritura de transacción entre los herederos de Francisco Miyar y Gregoria de Con, 12 de junio de 1881.

[iii] Museo de la cerámica y los relojes Basilio Sobrecueva. Carta de León Díaz Rubín a Roberto Miyar Álvarez, fechada en Oviedo el 18 de octubre de 1889.

[iv] Archivo Notarial de Cangas de Onís. Francisco García Ceñal, año 1878, signatura 131-2, número 2. Escritura de poder otorgado por Roberto Frassinelli, Basilio Sobrecueva y Melquiades Álvarez Mariño a Agustín de Francisco y Vela, fechado el 6 de febrero de 1878.

[v] Archivo Notarial de Cangas de Onís. Protocolos de Antonio Pérez Sela. signatura 220-1. Escritura de liquidación de la Sociedad para la fabricación de relojes constituida entre Basilio Sobrecueva y los hermanos Miyar, fechada el 18 de junio de 1890.

[vi] Museo de la cerámica y los relojes Basilio Sobrecueva. Carta de Anselmo González del Valle a Ismael Miyar. Oviedo, 14 de marzo de 1891. “Anselmo González del Valle | B.L.M. | al Sr. D. Ismael Miyar, su apble. amigo de Covadonga y le pregunta si recibió su carta sobre la adquisición de los 8 reloges (sic) para el 1º Junio á 500 pesetas cada uno y la instalación por cuenta de Uds. Deseo saber a qué atenerme para participarlo á la Cía. del f. c., pues no hay tiempo que perder”.

[vii] Francos Rodríguez, José, “Covadonga : Un santuario, una escuela y un taller”, en Heraldo de Madrid, Madrid, miércoles 26 de agosto de 1903, año XIV, núm. 4.663, p. 1. José Francos Rodríguez (Madrid, 5 de abril de 1862 – ibíd., 13 de julio de 1931) fue un periodista, escritor, médico y político español.

[viii] El Popular, Cangas de Onís, núm. 73, 23 de febrero de 1918.

[ix] Roberto Miyar contrajo matrimonio con María Manuela Díaz Montero, sobrina de Ramona Díaz Mariño, esposa o viuda de Roberto Frassinelli. De su matrimonio tuvo cinco hijos: Benito Mauricio (La Riera de Covadonga, 10 de marzo de 1884 – Corao, 22 de diciembre de 1889), Benjamina, Adosinda, Celina y Benito.