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La parroquia de San José de Zardón, en el límite del concejo de Cangas de Onís con los de Llanes y Ribadesella, ocupa una superficie de 11,9 km2 y está formada por los siguientes núcleos de población: Zardón, donde se halla la iglesia parroquial, Ixena (~ Igena), Santianes d’Ola (~ Santianes de Ola) y Gustevela (~ Busto de Vela), hasta hace poco deshabitado. La principal actividad económica de sus ya escasos habitantes es la ganadería.
A diferencia de otras parroquias del concejo de Cangas de Onís, San José de Zardón no figura en el inventario del obispo Gutierre de Toledo (1385-86), por lo que hemos de suponerla posterior, sin embargo desconocemos la fecha de su fundación y si lo hizo escindiéndose de Santa Eulalia de Abamia, de la que es hijuela. En el testamento de Pedro de los Mozos, vecino del lugar de Zardón, que pasó por testimonio del escribano Diego de Labra, el 28 de agosto de 1644, se dice que es “iglesia parroquial”, aún cuando el templo no debía de pasar de pequeña ermita. El libro parroquial más antiguo que se conserva, con partidas de bautismos, matrimonios y defunciones y cuentas de la fábrica de la iglesia, se inicia en el año 1666 (bautismos). De 1668 son las primeras anotaciones de la fábrica y las primeras partidas de difuntos, y en 1670 se inician las partidas de casados.
Probablemente sea la ermita de San José que se cita en la relación de capillas de la parroquia de Santa Eulalia de Abamia (en la que se incluyen las hijuelas de Labra y Zardón) del año 1746: “Las ermitas de San José y San Juan de Santianes están decentes, tienen libro de sus fábricas, que visitó su Merced [don Vicente García de la Peña, abogado de la Real Chancillería de Valladolid, visitador general del partido por el obispo de Oviedo]”[i].
En esta misma visita se cita la capellanía de San Bartolomé: “En San Bartolomé (sic, lapsus por San José) de Zardón, hijuela de esta parroquia está fundada la capellanía de San Bartolomé, cuyo primer capellán es D. Francisco Antonio de la Vega[ii], cura de Grazanes, quien juró tener cumplida una misa cada semana, que tiene de carga, servidera ad nutum [a voluntad] en cuanto al lugar”[iii]. Había sido fundada en 1721: “Fundada en la iglesia de Zardón en el año 1721, es colativa de patronato real de legos, tiene una misa semanal dicha si puede ser en la iglesia y sino donde se pueda. Es poseedor y administrador, por la menor edad de su hijo D. Celedonio, D. Pedro Zardón de Santianes de Ola, en Zardón. Así resulta de la fundación que tuve en mis manos y título del expresado Zardón en quien obran dichos documentos”[iv].
Bartolomé Martínez, natural, quizá, de la parroquia de San Martín de Margolles y cura párroco de San Esteban de Ciaño (Langreo) en 1761, le sustituyó como capellán de esta capilla, “sita en la iglesia parroquial de San José de Zardón”. Se conforma con la relación dada por su predecesor “y añadió que por fin y muerte del citado D. Francisco Antonio de Vega, había quedado dicha capilla disminuida por haber gastado dicho señor porción de censos y bienes de su primera fundación, que habiendo salido el Fiscal eclesiástico a fin de que se completase dicha capellanía a costa de los bienes raíces que habían quedado a la muerte del expresado D. Francisco de la Vega, su primer capellán y habiéndose puesto por ejecución por orden de dicho Santo Tribunal, se agregaron a dicha capellanía los bienes raíces siguientes [todos los bienes del difunto primer capellán, según dijo en las Comprobaciones, su testamentario, el presbítero Pedro Zardón]:
Primeramente, en la ería de Coro de dicha parroquia de San Martín, un prado de día de bueyes. Ítem, en la ería y sitio que dicen del Balcán, otro prado segadío de dos días de bueyes. En la ería que se dice Sotaberna, un prado segadío de un día de bueyes. En dicho sitio y ería, un prado de sexma parte de día de bueyes. En la misma ería y sitio que se dice de la Corona, otro prado de sexma parte de día de bueyes, más en la ería de la Vega de la misma parroquia, otro prado de doceava parte de día de bueyes. Ítem, otro prado segadío de seis días de bueyes en el sitio que se dice del Perteguero, cerrado sobre sí de pared seca, en dicha parroquia de San Martín. En dicho sitio y pegado a dicho prado, cincuenta pies de castaños con su cuerria de piedra. Y en la ería de la Cortina de dicha parroquia, otra heredad de tierra y prado de seis días de bueyes. Ítem, en el sitio de Balleyes, término de dicha parroquia, se agregó asimismo a dicha capellanía en dicha ería de la Cortina de un día de bueyes. Y en dicha ería y sitio que se dice ¿Sopruida? otra heredad labrantía de día y medio de bueyes. Asimismo y en la ería de Llerón, parroquia de Margolles, otra heredad de medio día de bueyes, cuyos bienes referidos se adjudicaron a la nominada capilla para en pago de siete mil setecientos sesenta y cuatro reales de vellón en que se hallaba deteriorada dicha capilla por el expresado D. Francisco de la Vega, su último capellán, cuya adjudicación se hizo de orden del Ordinario eclesiástico de este Obispado por D. Bernardo Martínez su receptor y que no tiene que quitar ni añadir otra cosa más de lo que contiene su relación[v].
María Antonia de la Vega, vecina de Corao Castiellu, donde falleció el 1.º de febrero de 1762, por su testamento que pasó ante Juan Manuel Sarro, escribano del número del concejo de Cangas de Onís, otorgado el día 2 de mayo de 1759, dejó un legado de trescientos reales “poco más o menos” a la iglesia de San José de Zardón y la parte y porción de un hórreo para que su producto se invierta en misas por las ánimas del purgatorio. También mandó una alhaja de valor a la expresada iglesia de San José, con otros legados que por menor resultan de dicho testamento[vi].
El 30 de agosto de 1838, Juan Zardón, curador de Pedro Zardón, patrono de la capellanía de San Bartolomé, entregó a Alejandro Quesada Martínez, presbítero residente en el lugar de Toraño (Parres) y capellán de San Bartolomé, “todos los papeles pertenecientes a dicha capellanía con sus escrituras, apeos, que todos ellos componen sesenta y cuatro piezas en papel de su sello correspondiente”.

La iglesia parroquial de San José que está situada a la entrada del pueblo de Zardón es, según don Celso Diego Somoano, de una sola nave, con ábside cuadrangular, pórticos frontal y lateral norte, y espadaña torre de varios huecos. En el solado, conserva de modo excepcional, antiguas sepulturas de tapas de madera, de los tiempos en que aún se enterraba en el interior de las iglesias[vii].
Está incluida en el “Inventario Arquitectónico de Asturias IPAA” de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias[viii] y en el catálogo urbanístico de Cangas de Onís[ix], otorga a la iglesia de San José de Zardón un grado de protección parcial, en el que se incluye la parcela donde se ubica. Según el catálogo, su estilo es barroco, indicando para su construcción una cronología de los siglos XVII o XVIII, y destaca como elementos artísticos singulares las arquerías interiores y las bóvedas de cubrición. Añade la siguiente descripción histórico-artística:
Iglesia de nave única rectangular que engloba cabecera recta, a la que se adosa la sacristía en el lado del evangelio; cuenta asimismo con un pórtico occidental y otro meridional, ambos con pavimento de cantos rodados diáfanos, cubiertos con armadura de madera sobre pilares de obra que asientan en murete a media altura. Muestra su fábrica en parte enfoscada y pintada, en tanto que otras zonas ofrecen la mampostería vista, y sillar en esquinales y cerco de vanos. Los accesos son adintelados, contando el meridional con un sencillo enmarque de moldura de orejas. Destaca el imponente imafronte, con óculo y ventana cegados, y remate en espadaña de dos pisos coronada por frontón triangular. La cubrición es a triple vertiente. En cuanto al interior la nave se divide en dos tramos separados por arcos fajones que descansan en pilastras con capiteles moldurados que a su vez soportan una arquería ciega a ambos lados de la nave; cubren con bóveda de cañón con lunetos; el primer tramo acoge el coro y en el segundo, en el lienzo de la epístola, aparece una pintura mural que representa cortinajes. El ingreso al presbiterio se realiza mediante arco de triunfo; cubre con bóveda de arista, aunque al llevar las aristas pintadas produce la ilusión óptica de crucería. La sacristía cubre con bóveda de cañón.
Hay que realizar alguna puntualización a esta descripción. En primer lugar, hay un error repetido al hablar de pórtico y acceso meridional, inexistentes, pues el atrio o cabildo que rodea la iglesia está construido en los lienzos norte y oeste, con sus correspondientes accesos que tienen, ambos, el “sencillo enmarque de moldura de orejas” citado. Por último, el óculo y la ventana del imafronte han sido descubiertos recientemente y cerrados con malla metálica.

La pintura mural mencionada es obra de Francisco Pérez del Valle[x] que hacia 1859 trabajó en un retablo y retocó varias imágenes de la iglesia, como se desprende de un documento de arreglo de cuentas entre el artista y los vecinos[xi]. La obra de Pérez, situada en el segundo tramo de la nave, en el muro de la Epístola, representa “un cortinaje que cae con ondas, en color rojo, con forro azul y ribete amarillo, con trazos negros sombreando y delineando”[xii].
En visita realizada el día 11 de enero de 2001 por Celso Diego Somoano, Tomás Traviesa Tuerto y quien esto escribe, vimos la iglesia acompañados de Valentín González Zardón, su sacristán, quien nos informó que los retablos y santos fueron quemados durante la guerra, estando situados por entonces, San José en el altar mayor, la Virgen del Carmen al lado izquierdo y al derecho, donde se conservan las pinturas de Francisco Pérez del Valle, un crucificado “talláu a h.achu”, obra quizá también de este escultor si fuese el citado en el arreglo de cuentas con los vecinos.
Francisco José Pantín Fernández
Notas
[i] Libro de Fábrica de Santa Eulalia de Abamia, 1718 – 1835. Visita del año 1746. Relación de capillas de la parroquia. Folios 63 vto. y 64.
[ii] Cura párroco de San Martín de Grazanes y capellán de la capellanía de San Bartolomé, sita en la iglesia parroquial de San José de Zardón. Fue su primer capellán, y en este cargo gastó parte de los censos y bienes de su primera fundación, por un importe de 7.764 reales de vellón, por lo que a su muerte, el Tribunal eclesiástico del Obispado, adjudicó determinados bienes raíces que quedaron de su herencia a dicha capellanía, en pago de la citada cantidad, bienes sitos en la parroquia de San Martín de Margolles.
[iii] Véase nota 1.
[iv] Libro de Fábrica de Labra y Zardón, 1859 – 1924, última página. Nota de las cargas de misas que tiene la capilla de San Bartolomé de Zardón, 10 de junio de 1869, [firmado] Fernando López Lastra.
[v] Comprobaciones del Catastro de Ensenada, 1761.
[vi] Libro de difuntos de Santa Eulalia de Abamia, 1727 – 1765, folio 44.
[vii] Según Isabel Ruiz de la Peña (Arquitectura religiosa medieval en el espacio oriental de Asturias : siglos XII – XVI, Oviedo, Real Instituto de Estudios Asturianos, 2002), en la vecina autonomía de Cantabria, las iglesias de Nuestra Señora de la Asunción de Bielva (perteneciente durante la Edad Media al arciprestazgo de Ribadedeva) y Santa María de San Vicente de la Barquera, tienen pavimento de enterramientos cerrados con tablones horadados con una ranura, como estos de Zardón. En Santa Eulalia de Abamia existieron hasta su abandono y ruina en 1904.
[viii] Arquitrabe & Canitrot López, Beatriz. Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Asturias. Oviedo, Consejería de Cultura del Principado de Asturias, 1998. Ficha núm. C.O. 72.
[ix] Herráiz García, Luis Miguel et al. Catálogo urbanístico del concejo de Cangas de Onís, texto refundido (febrero 2005).
[x] Bones (Ribadesella), 1804 — Madrid, 1884. Escultor. Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Véase: Pardo Canalís, Enrique, Francisco Pérez del Valle, Oviedo, Museo de Bellas Artes de Asturias, 1985.
[xi] “En el lugar de Zardón del concejo de Cangas de Onís a trece días del mes de febrero del año de mil ochocientos cincuenta y nueve, reunidos don Francisco Pérez del lugar de Bones en el concejo de Ribadesella, José Alonso Martínez, vecino del lugar de Santianes de Ola, José Prieto, vecino del lugar de Busto de Vela, Alonso Escayo, vecino de Igena, e Ildefonso Tuerto, vecino de Zardón y dicen dichos vecinos, en nombre de los demás sus convecinos de esta hijuela de Zardón, que hallándose con alguna cuenta sobre el pago del retablo de esta iglesia de pintura y dorado retoques de las imágenes en que había sido ajustada dicha obra con el expresado don Francisco Pérez y habiendo sobre su aprobación de la expresada obra sobre si estaba o no con arreglo a condiciones expresadas en la obligación y para evitar todas disputas han tenido a bien dichos vecinos, con unión y avenencia del expresado Pérez, el que estos vecinos acordaron a nombre de los demás sus convecinos el que el expresado Pérez ha de poner un crucifijo para el nicho del retablo con todo su pertenecido de retoque y éste se ha de poner en la iglesia para el día diez y nueve de marzo del presente año. Y estos vecinos se obligan a entregarle al expresado Pérez para dicho día diez y nueve de marzo la cantidad de quinientos reales vellón, cuya cantidad será pagada de los fondos de mayordomías de los santuarios de esta iglesia y cobrada por el mayordomo de fábrica, y si no lo hubiese de estos santuarios será pagado por escote vecinal. Asimismo el Pérez se volverá a entregar si le acomoda un Niño Jesús que se halla al pié de San Antonio de Padua y deja para los vecinos el Niño Jesús verde, que está en el nicho de San José. En esta forma se ajustaron estos vecinos con el expresado Pérez, con lo que el mismo se da por satisfecho de todos los trabajos que ocupó en el expresado retablo y se obliga que ni ahora ni en tiempo alguno no pedirá más que los expresados quinientos reales, ni estos vecinos le pedirán tampoco más aumento en la obra expresada y para que así conste lo firma el Pérez juntamente con los expresados vecinos en dicho día, mes y año atrás expresado. Firman: Fran.co Pérez.- José Alonso Martínez.- Pedro Alonso.- Josef Prieto.- Ildefonso Tuerto”. [Transcripción Celso Diego Somoano]
[xii] Fernández, Mª Fernanda y Ruiz de la Peña, Isabel. “Decoración pictórica en la arquitectura suroriental asturiana (épocas medieval y moderna)”, en Boletín del Real Instituto de Estudios Asturianos, Oviedo, Ridea, enero-junio 1999, año LIII, núm. 153, p. 51. Dicen que la inscripción es única en su recorrido: “PINTOR ESCULTOR FRANCº PEREZ” y hacen mención a otros restos pictóricos que “aparecen en el testero, donde se simula un arco, y en la clave de la bóveda de arista con nervios fingidos por la menuda decoración vegetal de florecillas”.