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por José Manuel Trespando Corredera

«señor de la cassa y solar infançonado de Soto, sita en el dicho lugar de Soto de Cangas de onis»

Diego Barreiro, Nobiliario original

Fue el rey Alfonso XI de Castilla quien, en 1332[1], funda la orden de caballería más antigua de la Baja Edad Media, la conocida como Orden o Caballería de la Banda. Estaba constituida por los hijos no primogénitos de familias de noble linaje que habían servido por un periodo de diez años en la corte o por aquellos otros que habían destacado en actos de valor contra los musulmanes.

Originalmente la indumentaria de estos caballeros consistía en una especie de traje blanco con banda negra,

et los primeros paños que fueron fechos para esto eran blancos, et la banda prieta. Et dende adelante a estos caballeros dabales cada año de vestir sendos pares de paños con banda. Et era la banda tan ancha como la mano; et era puesta en la pellotes, et en las otras vestiduras desde el hombro ezquierdo hasta la falda: et estos llamaban los Caballeros de la banda[2].

Con el paso de los años el color de la banda fue cambiando al igual que la importancia y el carácter de la orden.

Según se puede constatar en los capítulos de fundación de la orden, fueron en número de cincuenta y seis los caballeros que la constituyeron en un primer momento, encabezados por el propio rey. Posteriormente, tras velar armas en la iglesia de Santa María la Real de la Huelgas de Burgos, Alfonso XI otorgó banda a nuevos caballeros[3], entre ellos a Ruy Perez de Soto y Juan Guerrero de Soto[4], su hijo, a quienes los historiadores tildan de muy nobles y corteses caballeros que en sus tiempos dieron lustre a la Casa de Soto.

Fue este Ruy Perez de Soto uno de los grandes caballeros de aquel siglo[5]. Ya Martínez Marina[6] lo cita entre los hidalgos presentes en Burgos en 1315. Juan de Mendoza[7] y José A. Guerra y Villegas[8], basándose en las notas de Juan Alfonso Guerra y Sandoval, mencionan su participación en la batalla del Salado en 1340, en la que el rey Alfonso XI junto con las huestes Alfonso IV de Portugal, su suegro, infringen una importante derrota a las tropas de la coalición que habían establecido los nazaríes de Yusuf I, séptimo sultán de Granada, y los benimerines, acaudillados por el rey de Marruecos Abu‑l‑Hassán. Tras la muerte por peste bubónica del rey castellano, continuó este Soto su leal servicio a las órdenes de Pedro I, llamado el Cruel, hijo del anterior y último monarca castellano de la dinastía de Borgoña. El infructuoso matrimonio de este monarca con D.ª Blanca de Borbón y Valois, trajo consigo que esta fuese apartada de la corte dos días después de contraer nupcias, iniciándose un periplo de encarcelamientos por diferentes ciudades. La reclusión de D.ª Blanca en la ciudad de Toledo origina el levantamiento de los nobles contra Pedro I que, tras cercar la ciudad y aplastar la revuelta, ordena el traslado de su repudiada esposa a la ciudad de Sigüenza, donde la deja confinada entre 1355 y 1359 bajo la vigilancia de D. Íñigo Ortiz de la Cueva y Ruy Pérez de Soto[9].

Matriz del sello de Ruy Pérez de Soto (Museo del Archivo del Instituto Valencia de Don Juan, Madrid). Ver nota 10.

Todo parece indicar que este Pérez de Soto descendía de la Casa de Soto canguesa, como afirma Faustino Menéndez Pidal[10]. Guerra y Villegas, rey de armas de Felipe V, al realizar la certificación de nobleza de los linajes de los Salvadores y los Sandoval, lo relaciona con la comarca de La Bureba en las montañas de Burgos -lugar donde, como veremos, proliferó este linaje‑, indicando que desciende de una hija de D. Gonzalo[11], primer conde de La Bureba. Sabemos también de la permanencia de este Soto en dicha región burgalesa y que tras su muerte, sus restos fueron depositados en la capilla de San Nicolás del monasterio de San Salvador de Oña, lugar donde tenía derecho a entierro por ser uno de sus benefactores[12].

Matriz del sello de Martín López (Museo del Archivo del Instituto Valencia de Don Juan, Madrid). Ver nota 10.

Ruy Pérez de Soto, considerado por Barreiro como «señor de la cassa y solar infançonado de Soto, sita en el dicho lugar de Soto de Cangas de onis»[13], tuvo por hijo a D. Juan de Soto[14] que al igual que su padre puso su lanza al servicio de la corona de Castilla siendo uno de los valiosos capitanes de Enrique II, primero de la Casa de Trastámara, de quien Salazar Girón asegura que era descendiente de la ilustre Casa de Soto de Cangas y que portaba por armas un escudo «açul con agila de oro y colorada a pezaços a la larga y por orla ocho candaditos o barjuletas abiertas en canpo de oro»[15]. A Juan, que falleció en la fortaleza de Cameros, le continuó Ruy Pérez de Soto (también Pero Ruyz de Soto), segundo con este nombre, comendador de Huélamo (Cuenca) en la Orden de Santiago y padre de Juan Martínez de Soto, quien pasó al reino de Murcia a finales del s. XIV donde pronto el linaje de Soto, ayudado por alianzas matrimoniales y el desempeño de encomiendas militares, se encumbró entre las familias murcianas adquiriendo un peso relevante.

Juan Martínez de Soto, siendo comendador de Caravaca en la Orden de Santiago, contrajo nupcias con D.ª Beatriz Fajardo López de Ayala, hija de Alonso Yáñez Fajardo[16], adelantado mayor del reino de Murcia[17] y de D.ª Mencía López de Ayala, su primera esposa, progenitores de los marqueses de Vélez. Tuvo Juan Martínez de Soto de su matrimonio al menos dos hijos[18]: Pedro y Jerónimo de Soto.

Pedro de Soto y Fajardo, primero de los hermanos, fue comendador de Cieza y Moratalla, en la misma orden que su padre, y lugarteniente de Alonso Yáñez Fajardo[19], segundo con ese nombre, hijo de Alonso Yáñez Fajardo y de Teresa Rodríguez de Avilés, su segunda esposa y por lo tanto medio hermano de D.ª Beatriz Fajardo, madre de Pedro de Soto. Fue este segundo Fajardo adelantado mayor de Murcia, alcalde del marquesado de Villena y primer mayorazgo de su casa, pasando al reino de Granada donde se le conoció con el sobrenombre del Putero [20].

Tuvo Pedro de Soto por hijos a Juan, Pedro, Diego, Rodrigo y Elvira de Soto, quien entroncó con los Lisones al casar con Alonso Lisón y Quesada, comendador santiaguista de Aledo y capitán mayor de la frontera del reino de Murcia y obispado de Cartagena, padres entre otros de Jofré y Alonso Lisón, que fueron también del hábito de Santiago.

Juan de Soto, probablemente su primogénito, fue regidor de Murcia y el encargado de llevar en secreto a Fernando IV la carta de Alonso Fajardo el Bravo en la que este solicitaba su perdón[21].

Otro de sus hijos, Diego de Soto[22], participó en la toma del reino de Granada[23] encomendándole los Reyes Católicos la inspección de sus fronteras y los dispositivos de vigilancia de sus costas. Vinculado a los reyes castellanos ejerció en la administración real de ese reino entre 1469 y 1490[24] y años más tarde, en 1495, con el fin de recaudar un servicio económico extraordinario impuesto a los vasallos mudéjares se le ordenó trasladarse desde Moratalla al ya capitulado reino nazarí para hacerse cargo de su administración. Fue comendador de la Orden de Santiago en Moratalla, posición política que le permitió mejorar su patrimonio al monopolizar el comercio de madera en la región. Casó con María de Molina con quien engendró a Diego e Isabel de Soto. Fue Diego de Soto caballero de la Orden de Santiago, como su padre, y casó con Eufrasina de Ayala, hija de Iñigo López de Ayala, señor de Alcaudete y Campos. Isabel de Soto se casó con Diego Fajardo de Heredia[25], señor de la baronía de Polop y Benidorm, «y que por ser señora del solar de Soto, en Asturias, se incorporó en esta casa»[26], unión que conllevó la migración de los Soto al reino de Valencia[27]. De este matrimonio nació Alonso Fajardo de Soto Heredia y Molina, comendador de Moratalla por la misma orden que sus antecesores y regidor de Murcia de 1524 a 1535. En él recayó el señorío de Polop y Benidorm al fallecer sin sucesión su tío Alonso Fajardo.

Del traspaso del señorío de Soto al linaje de los Fajardo nos habló el genealogista y obispo de Burgos Francisco Mendoza y Bobadilla. En uno de sus tratados[28] aporta un dato significativo al hablar de las armas de la Casa de Soto cuando dice que los miembros del infanzonado Solar de Soto que entroncaron con la Casa de los Fajardo portaban dos divisas: unos «una aguila de oro y sangre en Campo de oro» y «otros traen en el escudo azul con el aguila amarilla unos candadillos barjuletas abiertas el primero de quien se trae La sucesión fue Ruy perez de Soto caballero de la vanda que ynstituyo el Rey Don Alonso». Este dato justificaría la existencia, en los inicios, de dos tipos de armas entre los miembros de la Casa de Soto, los que portaban candados abiertos en la bordura de sus armas y los que llevaban bordura lisa, tal y como se ve en las matrices de sello que se encuentran en el archivo del Instituto de Valencia de Don Juan[29].

De los mencionados hijos de Pedro de Soto y Fajardo, destacó Rodrigo de Soto que fue regidor de Murcia entre 1464 y 1490 y que contrajo nupcias con Catalina Cascales, hija de Alonso Fernández de Cascales y señora de la Puebla de Cascales. Esta unión aportó a Rodrigo ser titulado como señor de la Puebla en 1490, un señorío poblado por vasallos mudéjares que en 1501 se convirtieron en moriscos al abrazar la fe católica, pasando este territorio a denominarse Puebla de Soto, tomando esta forma toponímica influida por el linaje aportado por Rodrigo, quien tuvo por hijos legítimos a Francisco, Pedro, Diego y Francisca de Soto. Y a Rodrigo de Soto, hijo natural legitimado por los Reyes Católicos en 1476.

Francisca de Soto Cascales contrajo matrimonio en 1507 con Pedro Puxmarín de cuya unión nacieron Catalina y Rodrigo Puxmarín Soto. Catalina se casó con el regidor Alonso Vozmediano de Arróniz, señor de la Ñora, de cuyo matrimonio no hubo hijos legítimos, por lo que las heredades de Catalina pasaron a su sobrina Francisca Puxmarín.

Rodrigo Puxmarín Soto recibió el hábito de la Orden de Santiago en 1539 y fue regidor de Murcia entre 1524 y 1573. Heredó junto con su hermana el señorío de Puebla de Soto, cuyas tierras se vieron anegadas por la fuerte avenida del río Segura en 1545, momento en el que los hermanos determinaron dividir el señorío. Con las tierras que le correspondieron en el reparto, junto con otras próximas a Alcantarilla, Rodrigo fundó el lugar de la Raya de Santiago, mientras que su hermana determinó reconstituir el señorío de Puebla de Soto con la parte que le tocó. Rodrigo Puxmarín Soto se casó con Catalina de Guzmán[30], fundando el mayorazgo de Puxmarín en 1561 en su única hija Francisca, al que añadió los bienes de Catalina, su hermana. Casó Francisca Puxmarín con Alonso Cascales Soto[31], hijo de Juan Cascales Soto y de Beatriz Pérez de Beltrán.

Estos Soto mantuvieron destacadísima posición en el reino murciano, tanto en el plano político como económico, pero al tiempo contrajeron grandes enemistades con familias tan poderosas como los Riquelme con quienes rivalizaban por el poder oligarca de la ciudad de Murcia. Tal rivalidad trajo consigo el asesinato de dos individuos afines a los Riquelme, en cuya muerte se vio involucrado de forma directa Diego de Soto Cascales. Dos años más tarde, en 1506, el hijo bastardo de Rodrigo Soto, llamado como él, asesina al clérigo Antonio Riquelme, lo que ocasiona la inmediata venganza de estos que matan en una emboscada al regidor Pedro de Soto Cascales[32] y causan graves heridas a su hermano Francisco, al que dejan manco y con importantes secuelas físicas. Continuaron durante varias décadas los enfrentamientos entre ambos bandos[33] por el dominio y gobierno de la ciudad, en los que no faltaron muertes, venganzas, procesos judiciales o apresamientos que vinieron a enturbiar el ilustre linaje de la Casa de Soto en el reino murciano.

Pese a emparentar estos Soto con linajes tan reputados como los Lisón, Cascales, Puxmarín y principalmente con los Fajardo[34], oriundos estos del reino de Galicia[35] y que habían permanecido de un modo relevante en la sociedad murciana desde mucho antes de su llegada, mantuvieron los Soto una clara predisposición a permanecer en su grupo familiar conservando sus armas, sin añadir a estas nuevos jeroglíficos procedentes de los linajes con los que habían entroncado, pues continuaron utilizando «el escudo azul un aguila amarilla y colorada a pedazos a la larga y por la orla amarilla unos candadillos o barjuletas abiertos»[36]. Téllez, nos habla de un segundo grupo de Sotos en el reino de Murcia que traen «un águila de oro y sangre en campo azul y por orla ocho cuencos negros en campo de oro»[37] y lo corrobora Salazar Girón al afirmar que «otros traen el escudo el canpo açul y en el un agila de oro y sangre y por orla ocho cuervos negros en campo de oro» [38].

Jerónimo de Soto y Fajardo, segundo en el orden de los hijos de Juan Martínez de Soto y Beatriz Fajardo López de Ayala, citados con anterioridad, fue quien engendraría con Leonor de Hinojosa a Hernando y Miguel de Soto, de quienes el portugués Méndez Silva, genealogista y cronista de Felipe IV apuntó[39]: «binieron estos dos hermanos de su orijinaria Pattria dasturias de Uviedo a la villa de Cobarrubias donde casso Hernando de Sotto con D.ª Maria Conttreras»[40]. De este matrimonio nacieron María[41], Gregorio y Gaspar de Soto Contreras. Estos dos hermanos estuvieron durante un tiempo al servicio del arzobispo de Zaragoza Alonso de Aragón[42], hijo natural de Fernando el Católico y de Aldonza Ruiz de Ivorra y Alemany, vizcondesa de Ebol.

Gregorio de Soto Contreras pasó a la segoviana villa de Cogolludo al servicio de Juan de la Cerda, duque de Medinaceli. Allí contrajo nupcias con Francisca Sepúlveda, pasando a vivir en una casa próxima a la iglesia de San Pedro, en los aledaños del castillo de Cogolludo, que había sido residencia de los duques hasta la construcción del Palacio Ducal a finales del s. XV. Gregorio alternó su domicilio en la villa alcarreña con la villa de Madrid, donde ejerció el oficio de continuo de los Reyes Católicos[43]. Falleció a mediados del s. XVI dejando por hijos a Gregorio de Soto, Hernando de Soto, Francisca Sepúlveda, Pedro de Soto ‑comendador de la Orden de San Juan‑ e Isabel de Sepúlveda, que contraería nupcias con Rodrigo de Mesa.

Hernando de Soto Sepúlveda, primero de los hermanos, ejerció de continuo como su padre, según título otorgado por Felipe II el 18 de febrero de 1559. Fue del Consejo de Hacienda y Contaduría Mayor de Cuentas, y sucedió en 1517 a su primo Andrés Martínez de Ondarza ‑comendador de la Orden de Santiago‑ como veedor y contador mayor de la Real Casa de Castilla, cargo que ocupó hasta 1580 en que feneció. Se había casado hacia 1575 con Ana Lizarazu, natural de Medinaceli, que fallecería tres años más tarde. Hernando dejó la villa de Cogolludo tras enviudar, pasando a residir en la villa de Madrid. De su matrimonio con Ana Lizarazu, quedaron por hijos Mateo de Soto, religioso de la compañía de Jesús, y Hernando de Soto Lizarazu.

Este fue, al igual que su antecesor, veedor y contador mayor de la Real Casa de Castilla desde 1580 hasta 1649 en que pasó a mejor vida. El 18 de diciembre de 1620 había ganado ejecutoria en la Real Chancillería de Valladolid[44], en cuyo interior encontramos una ilustración heráldica que representa la Virgen con el Niño y un santo flanqueando una cruz[45]. Bajo esta escena, el escudo de armas de la familia: en campo azur, águila exployada y palada en oro y gules, orlado en oro con ocho candados abiertos en sable, cuatro por flanco[46]. Sobre este mismo documento trabajó Basanta de la Riva, definiendo estas armas como «en azur, águila, explayada, de oro y bordura formada con pequeñas líneas de oro y gules y, cuatro en cada flanco»[47].

Hernando de Soto Lizarazu fue vecino de Cogolludo, donde ejerció los oficios nobles de su estado entre 1606 y 1610. Su oficio de contador le exigió trasladarse a Madrid, viéndose obligado a estar avecindado en ambas villas. En esas fechas ya había desarrollado su afición a la escritura y su estancia en la corte le permite relacionarse con los escritores de la época en los distintos cenáculos y academias que frecuenta. Su amistad con Lope de Vega le abre puertas que le permiten incluir ocasionalmente alguno de sus poemas en obras de otros autores[48] y en 1599, adhiriéndose la moda europea de la literatura emblemática, saca a la luz una pequeña obra en octavo, titulada Emblemas moralizadas[49], donde aglutina unos sesenta emblemas con la estructura típica de este tipo de composiciones[50].

Armas de Hernando de Soto Lizarazu (Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, pergamino, caja 70/3)

De él escribió el portugués Antonio da Natividade, fraile de la Orden de San Agustín, indicando que descendía

por Varonia Recta, de la noble Casa de Soto, que esta una legua de N. Señora de Cobadonga (donde fue el glorioso pryncipio de la Restauracion de España) y es generosisima Rama, de los Antiquisimos, y siempre Invictos Duques de Cantabria[51].

Entroncó Hernando con la familia Berrio al casar con Ana de Berrio y Angulo[52], cuyos legítimos hijos fueron Fernando Soto Berrio, primero de todos; Juan Luis de Soto y Angulo, religioso de la compañía de Jesús que falleció martirizado en Chile; Francisco San Bernardino, fraile franciscano descalzo; Ana de Soto y Berrio, casada en Madrid con Alonso de la Peña, regidor perpetuo de esta villa, padres de Bernardo de la Peña Soto; Isabel de Soto y Berrio que contrajo matrimonio también en la villa de Madrid con Manuel Mendoza, caballero de la Orden de Calatrava; María Lucía Soto y Berrio, que lo hizo con Alonso Sarmiento, alcalde y oidor de la Real Chancillería de Valladolid; y finalmente, Teresa de Soto y Berrio, monja procesa en el monasterio cisterciense de San Benito de Talavera de la Reina.

Fernando Soto y Berrio, el primogénito, fue caballero de la Orden de Santiago[53], gentilhombre de la Casa de Su Majestad el Rey y, al igual que su padre y abuelo, contador mayor en la Real Casa de Castilla como bien indicó Juan de Mendoza[54] en sus averiguaciones. Se casó con María Dominica Vaca y Herrera, teniendo por hijas a Juana, María, Antonia, Agustina, Ana Francisca, Eufrasia Antonia, Agustina Juana, y Leonor María de Soto Vaca de Berrio y Soria. Las cuatro últimas ingresarán en 1649 como religiosas en el convento de Nuestra Señora de la Asunción de Almagro, de la Orden de Calatrava[55]. Ana Francisca dejó el convento en 1662 para casarse con el caballero calatravo Antonio Fidalgo de Araujo y Ulloa[56]. Eufrasia hizo lo mismo en 1670 casándose con el caballero de la misma orden Juan Jimeno de Bohorques. Mismo camino siguió Leonor que entroncó con la casa de Aguilera, apreciable dignidad de título de Castilla, al contraer matrimonio en Madrid el 18 de febrero de 1666 con el salmantino Antonio Diego Ignacio López de Aguilera y Luján, primer conde de Casasola del Campo.

Fernando Soto y María Dominica Vaca también fueron padres de un hijo llamado Fernando de Soto Vaca, caballero de la Orden de Alcántara, que se casó con Catalina Temporal Polo y Cortés, procreando a María, Miguel, Juan Tomás y Fernando Soto Vaca Temporal. En este último, caballero de la Orden de Alcántara en 1652, recae el mayorazgo fundado por Alonso Peña, su tío político. Guerra y Villegas apunta de Fernando de Soto y Berrio que «todos sus hijos mueren en Madrid, y sus nietos, menos D. Fernando de Soto y Berrio (sic[57]), Caballero de la Orden de Alcántara, que murió estos años estando en Puerto Genil»[58].

Juan Tomás de Soto y Vaca Temporal, marqués de Castellón[59] y caballero de la Orden de Alcántara[60], que dejó la villa de Madrid para pasar a las provincias de Perú[61] donde obtuvo el corregimiento de la provincia de Cajatambo, lugar donde continuó el linaje de Soto.

Es en este periodo cuando la monarquía de los Austrias crea treinta y seis nuevos títulos de nobleza en el virreinato de Perú, entre los que se encuentra el marquesado de Selva Hermosa, dignidad que recae el 7 de mayo de 1695 en Juan de Soto y Vaca. Tuvieron mucho que ver en esta concesión tanto sus servicios a la corona como los de su hermano Fernando y, cómo no, los doce mil pesos que abonó Juan de Soto por el título[62].

Tras su muerte, fue confirmado el marquesado en su hijo Pedro Luis de Berrio y Vaca, mediante Real Decreto de 8 de abril de 1680. Al fallecer este, pasó a María Berrio y Vaca, su hermana, que al no tener descendencia recayó el título en su prima María de Soto y Vaca, hija de Fernando y Catalina, quien tomó los hábitos religiosos por lo que continuó el marquesado en Miguel de Soto Berrio y Temporal, que fallece en Lima en 1730. A este le sucedió su prima hermana Francisca Teresa de Soto y Puente, sexta marquesa de Castellón, casada en 1708 con José de Buendía y Pastrana Corchado y Herrera, natural de la peruana ciudad de Huancavelica, conocida como la ciudad del mercurio, donde su abuelo Juan de Buendía Gutiérrez de la Caballería Díaz de Villarreal, natural de Almodóvar del Campo, había sido enviado por Felipe III al reparo de la real mina de azogue.

Continuó el marquesado en el hijo de estos, el limeño José Javier Buendía y Soto Pastrana, séptimo marqués de Castellón y alcalde de la ciudad de Lima en 1749. Le continuó Juan Manuel Buendía Soto y Santa Cruz, octavo marqués de Castellón, su hijo y de Julia Santa Cruz y Centeno, alférez real y alcalde interino de la ciudad en 1795, que contrajo nupcias con Leonor Lezcano Móndejar y Hurtado de Mendoza, de cuyo matrimonio nació Juan Manuel Buendía Lezcano, noveno marqués de Selva Hermosa y de Castellón, alférez real y regidor perpetuo del Cabildo de Lima, lugar donde contrae matrimonio en 1797 con María Josefa Carrillo de Albornoz y Salazar, hija de los condes de Montablanco, perdiéndose así el linaje de la Casa de Soto en tierras peruanas[63].


[1] Pese a que las copias de las crónicas de Alfonso XI dan el año de 1330 como fecha de creación de la Orden de la Banda, se toma 1332 debido a la inexactitud cronológica de las mismas.

[2] Cerdá y Rico, Francisco, Crónica del rey D. Alfonso el onceno. Parte I. Año 1779, p. 178.

[3] «Capítulo CIV. De como el rey mandó otro día después de su coronación venir á su palacio los que avian de ser caballeros, que eran estos ricosomes […] et Ruy Perez de Soto […] et Joan Guerrero de Soto […] Et dixoles que como tenia por bien que otro dia rescebiesen dél honra et caballería». Cerdá y Rico, Ibíd., pp. 190‑191.

[4] «Juº de Soto que algunos llaman Juan Gurriezo (sic) de Soto». Pérez Dávila, Manuel, Minutas y certificaciones de linajes de España. BN, manuscrito Mss/11823, año 1817, f. 247v.

[5] Figura como testigo en la redacción del testamento de Don Tello, realizado en Cuenca de Campos el 9 de agosto de 1368. Díaz Martín, Vicente, Don Tello, Señor de Aguilar y Vizcaya (1337‑1370), p. 331.

[6] Martínez Marina, Francisco, Teoría de las Cortes ó Grandes Juntas Nacionales de los reinos de León y Castilla: monumentos de su constitución política y de la soberanía del pueblo, Madrid, Imprenta de Fermín Villalpando, 1813, tomo 3, apéndice nº 10: “Cuaderno de la hermandad general de los hijosdalgo y de los concejos de las ciudades, villas y lugares de los reinos de Castilla aprobado en las Cortes de Burgos de 1315” (sacado de un original existente en la villa de Briones), p. 38.

[7] Mendoza, Juan de, Op. cit., pp. 392‑396.

[8] Guerra y Villegas, José Alfonso, Minutas de linajes de España. Vol. 14, BN, manuscrito Mss/11787, pp. 159‑161.

[9] Minguella y Arnedo de las Mercedes, Toribio, Historia de la diócesis de Sigüenza y de sus Obispos, [S.l.] : [s.n.], 1910-1913 (Madrid : Imp. de la «Revista de Archivos Bibl. y Museos»), vol. 2, 1912, p. 62.

— «enbio conlla a don Iñigo ortis de las cuevas et a Ruy peres de soto». López de Ayala, Pedro, Crónicas de los Reyes de Castilla.(en el tejuelo: Chronica del Rey don Pedro). BN, manuscrito Mss/1664, año 1355, cap. IX.

[10] «Pérez de Soto, Caballero de la Banda y natural de Cangas de Onís, según la Crónica de Alfonso XI (cap. CI), traía en 1330‑1355 un águila, como atestigua la matriz de su sello». Menéndez Pidal, Faustino, Leones y castillos : emblemas heráldicos en España, Madrid, Real Academia de la Historia, 1999, p. 277.

— En el archivo del Instituto Valencia de Don Juan (Madrid) encontramos la referida matriz del sello identificada con el Nº. 4466. Fechada por su bronce entre 1320 y 1370, observamos que lleva por un lado una aleta perforada y por el otro un escudo circular donde se representa un águila exployada rodeada de un lema que a partir del sigillum dice «S´ROY PEREZ DE SOTO», vid. IMAGEN 02 (02b.tif). En el mismo archivo encontramos otra matriz, esta identificada con el Nº. 4475, fechada por su bronce entre 1320 y 1430 e identificada con el Nº. 4475. Al igual que la anterior, presenta aleta perforada con un escudo redondo en el que se representa el águila exployada flanqueada a cada lado por dos pesas o candadillos y otro en la parte superior, todo ello rodeado de un lema a partir del sigillum que indica «SELLO DE MARTÍN LÓPEZ», vid. IMAGEN 03 (03b.tif). Agradezco esta referencia a D.ª Cristina Partearroyo, conservadora del Museo del AIVDJ que amablemente me ha facilitado las imágenes de estas matrices.

— Ambas matrices son referenciadas por Faustino Menéndez Pidal como Nº. 67 y Nº. 70. Menéndez Pidal, Ibíd. pp. 55‑56.

[11] Guerra y Villegas, Minutas de linajes de España. Vol. 7, BN, manuscrito Mss/11780, pp. 141‑142.

— Guerra y Villegas, Minutas de linajes de España. Vol. 20. «…de una hija del conde D. Gonzalo de quien vino Ruiz Pérez de Soto, los condes de Lerma, los de Villahermosa, Real sangre de Aragón, casaron en la casa de soto.». BN, manuscrito Mss/11793, p. 64r.

[12] «En la capilla de San Nicolas está sepultado el devoto caballero Rui Perez de Soto y otra devota serra (sic) que se llamaba Juana Rodríguez de Herrera». Anónimo, Las personas de nota y estima que en este monasterio de Oña están sepultados, así reyes, infantes y condes y condesas y caballeros, como todas las otras personas, singulares bien echores de esta cassa, sacados de la istoria y libro de bienechores de esta casa. RAH, manuscrito 9/329, f. 194r.

— «esta [enterrado] ruy pez de soto en S nycolas dio muchas heredades en soto [de Bureba]». Anónimo, Colección de bulas tocantes a la Congregación de San Benito de Valladolid, convento benedictino de Oña (Burgos), otras bulas apostólicas generales y noticias del Monasterio de Oña. BN, manuscrito Mss/8041, f. XLVIIr.

[13] Barreiro, Diego, Nobiliario original. Vol. 4. BN, manuscrito Mss/11418, p. 324v.

[14] También citado como Juan Núñez Ruy Pérez de Soto: «Don Joan Nuñez Ruy Perez fijo de Ruy Perez de Soto». Cerdá y Rico,  Op. cit., p. 264.

[15] Salazar Girón, Op. cit, p. 56v.

[16] Argote de Molina dice de Alonso Yáñez Fajardo, hijo de Juan Fajardo y adelantado del reino mayor del Reino de Murcia, que «tuvo hijos a Alonso Yañez Fajardo, y a Juan Fajardo, de quien vienen los señores de Lepe y Vandome, y a doña Beatriz, muger de Juan Martinez de Sotomayor (sic) Comendador de Aravaca, y a Pedro López Fajardo Comendador de Caravaca». Argote de Molina, Gonzalo, Nobleza de la Andaluzia. Libro segundo, Sevilla, por Fernando Díaz, año 1588, p. 271. Aponte, sin embargo, indica que de Alonso Yáñez Fajardo «fueron sus hijos Alonso Yañez, Juan Faxardo, de quien vienen los señores de López y Bendome, D.ª Beatriz, muger de Juan Martinez de Soto, mayor de Aravaca, y a Pedro López Faxardo comendador de Caravaca». Jerónimo de Aponte, Pedro, Linajes de España, manuscrito, año 1597, p. 127.

[17] Enrique III confirma a Alonso Yáñez Fajardo como adelantado de Murcia en 1392 por el privilegio dado a Tarifa de franqueza. Hernández de Mendoza, Diego, Lucero de nobleza. Primera parte. BN, manuscrito Mss/17986, f. 142v, s. XVI.

[18] Rodríguez Llopis, Miguel, Señoríos y feudalismo en el Reino de Murcia, Murcia, Universidad de Murcia, 1986, cuadro genealógico núm. 13 (cont.), p. 132.

— Torres Fontes, Juan, “Los Fajardo en los siglos XIV y XV”, en Miscelánea medieval murciana, Murcia, Universidad de Murcia, núm. 4, año 1978, p. 159.

— Pretel cita, sin llegar a afirmar, a un vecino de Chinchilla llamado Álvaro de Soto como hijo probable de Juan Martínez de Soto y de Beatriz Fajardo. Pretel Marín, Aurelio, Hellín medieval, Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses»Don Juan Manuel», 1998, p. 93.

[19] Cascales, Francisco, Al buen genio encomienda sus Discursos historicos de la mui noble i mui leal ciudad de Murcia. (Impreso en Murcia : por Luys Beros), 1621, cap. XIX, p. 208.

[20] Ganó el sobrenombre del Putero a raíz de una merced dada por los Reyes Católicos en 1486, mediante la cual se le adjudicó la concesión de las casas y sitios de mujeres públicas de todos los lugares ganados, y aquellos por ganar, en el reino de Granada. Por la misma merced, se le dio poder para la creación de nuevas mancebías en los sitios de realengo que él estimase oportuno. Le continuó Diego Fajardo, su hijo, permaneciendo el “negocio” en manos de esta familia hasta finales del siglo XVII.

[21] «El Adelantado D. Pedro Faxardo, con el poder que tenía del Rey, y con el favor de esta ciudad [Murcia], sacó gente en campaña, y con ella, y con la que el Rey había enviado primeramente con Martín de Sosa, y después mucha más con Don Gonzalo de Saavedra, Comendador mayor de Montalván, marchó para Lorca, donde estaba Alonso Faxardo con mucha gente granadina, y de tal manera le apretaron el Adelantado y el Comendador de Montalvan, que entraron en la ciudad, y mataron gran número de moros y cautivaron más de docientos. Retiróse Alonso Faxardo al castillo, y no se quiso rendir si no le concedían, lo uno, perdón general para sí, y para Garci‑Manrique, Maestre de Santiago, su yerno, casado con doña Aldonza Faxardo, su hija, a quien había dado en dote la villa de Mula, que había usurpado de la casa y estado del Adelantado; lo otro, que el Rey concediese tregua con el Rey de Granada por cinco meses. Con la nueva de esta victoria fué al Rey Juan de Soto, caballero y regidor de Murcia, y de secreto llevó una carta de Alonso Faxardo, por la cual representaba al Rey sus servicios, y de sus pasados, y pretendía perdón de su yerro». Cascales, Francisco, Discursos históricos de la muy noble y muy leal ciudad de Murcia, Valladolid, Maxtor, 2007, p. 270.

[22] Reyes de Armas como José Alfonso Guerra y Villegas o Juan de Mendoza, en sus minutas de pruebas de nobleza relativas a los Fajardo, indican que Diego de Soto era hijo de Juan Martínez de Soto y no su nieto, como aquí se indica.

— Méndez de Silva basándose en escritos de otros genealogistas como Aponte o Escolano, también lo cita como hijo de Juan Martínez de Soto y no como su nieto. Memorial de la calidad y servicios de Fernando de Soto y Berrio, Caballero de la Orden de Santiago, hecho por Rodrigo Méndez Silva en Madrid, a 15 de mayo de 1653. AHA, Documentación del Palacio de Labra, caja 19046, apartado 5.

[23] Carta dirigida al corregidor de Granada para prestar ayuda a Diego de Soto, comendador de Moratalla, y a Pedro de Vera en su visita de las fortalezas del reino de Granada. Visita del reino de Granada. Fortalezas y guardas de la costa. AGS, Cámara de Castilla, CED, 2, 2‑1, 54, 4.

[24] Rodríguez Llopis, Op. cit, p. 146.

[25] «Don Diego Fajardo señor de Pilope y Vendome fue en tiempo de los reyes catholicos don Hernando y doña Isabel caso con doña Isabel de Soto hija de Diego de Soto comendador de Moratalla». Jerónimo de Aponte, Pedro, Recopilación de honra y gloria mundana. BN, manuscrito Mss/1381, p. 176v.

— «Doña Issabel de Sotto; por aver cassado con D. Diego Faxardo señor de las villas de Pelope y Venidome, que huvo por ella el señorio de Sotto, que esta casa tenia». Barreiro, Diego, Certificación de nobleza y escudo de armas de los linajes Rivas, Sotolongo, Rojas y Ortega, dada por el rey de armas Diego Barreiro, a petición de Carlos Rivas Sotolongo y sus hermanos. AHN, Códices, Libro 1408, año 1665.

[26] Memorial de la calidad y servicios de Fernando de Soto y Berrio, Caballero de la Orden de Santiago, hecho por Rodrigo Méndez Silva en Madrid, a 15 de mayo de 1653. AHA, Documentación del Palacio de Labra, caja 19046, apartado 5.

[27] «llevando [al reino valenciano] esta Casa la de soto de Asturias de que hera señora [Isabel de Soto], refiérelo el mismo Aponte, el cronista Gaspar escolano en su Istoria de Valencia, parte segunda, libro sesto, capº duodecimo, y otros que tambien ylustraron este linaxe». Guerra y Villegas, Minutas de linajes de España. Vol. 2. BN, manuscrito Mss/11775, p. 217.

— Coincide en la cita Juan de Mendoza: Minutas de linajes de España. BN, manuscrito Mss/11739, p. 394r.

[28] Mendoza y Bobadilla, Francisco, Linajes y Casas solares de España. Vol. 1. BN, manuscrito Mss/3140, pp. 297v‑298r.

[29] Véanse IMAGEN 02 (02b.tif) y IMAGEN 03 (03b.tif).

[30] Salazar y Castro, Luis de, Árboles de costados de gran parte de las primeras casas de estos reynos: Cuyos dueños vivian en el año de 1683, Madrid, en la imprenta de D. Antonio Cruzado, 1795, p. 94.

[31] Cascales, Francisco de, Al buen genio encomienda sus Discursos históricos de la muy noble, y muy leal ciudad de Murcia. El Ldo. Francisco Cascales. Murcia, por Francisco Benedito impresor y mercader, 1775. pp. 418, 471.

— Salazar y Castro, Op. cit, p. 154.

[32] Pedro de Soto fue nombrado regidor de Murcia en 1490 por merced de los Reyes Católicos al renunciar al cargo Rodrigo de Soto, su padre. Se mantuvo en el regimiento hasta 1506, año en que fue asesinado. Merced de un regimiento de Murcia a Pedro de Soto. AGS, Registro General del Sello, legajo 149012/28.

[33] «Juan de Ayala quizás fuese una persona difícil, como su abuelo, lo cierto fue que se metió en serios problemas cuando en verano de 1508, integrado en el bando de los Soto murcianos, participó en la dura muerte del regidor Martín Riquelme y dos de sus criados, en venganza por la muerte del regidor Pedro de Soto». Méndez Apenela, Eduardo, “Notas sobre la circulación del señorío de Albudeite”, en Murgetana, Murcia, Real Academia Alfonso X el Sabio, 2009, núm. 120, p. 32.

— Cédula real dada en Burgos el 20 de agosto de 1511 y enviada por Miguel Pérez de Almazán, secretario del rey católico, a Juan Sánchez de Salamanca, prior del convento de Santiago de Uclés, en relación al cumplimiento de penas por parte de los santiaguistas Diego de Soto y Jufre de Lisón, comendador de Férez, y Alfonso Fajardo de Soto, comendador de Moratalla, en relación a la muerte de Martín Riquelme, regidor de Murcia. Libro de profesiones de los caballeros de la orden de Santiago que han tomado el hábito en el Convento de Santiago de Uclés (Cuenca). AHN, Colección Códices y Cartularios, libro 300‑B, pp. 136‑137.

[34] Otro entronque de estos Soto, al que no se suele hacer referencia, es el que existió con los Balboa de la villa de Hellín. Fue Gómez García de Balboa uno de los primeros de esta familia en llegar a Hellín casándose con una hija ilegítima de Juan Martínez de Soto, biznieto de Ruy Pérez de Soto, que había tenido con una morisca. Fernández Valdivieso, José Luis & Girón Pascual, Rafael María, Los Balboa: poder, familia y patrimonio en Huéscar (SS. XVI y XVII), Huéscar, Asociación Cultural Raigadas, 2012, p. 31.

— Girón Pascual indica, sin llegar a confirmarlo, que este matrimonio se llevó a cabo con una hija bastarda de Diego de Soto, comendador de Moratalla, que había tenido igualmente con madre mora. Girón Pascual, Rafael María, “Noticias Genealógicas sobre algunos linajes de la ciudad de Huéscar, en el reino de Granada: Siglos XV, XVI, XVII”, en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, Madrid, Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, 2002‑2003, núm. 7, pp. 151.

— Esta relación familiar permitió a los Balboa ocupar puestos relevantes en villas murcianas. Así Gómez de Balboa fue alcalde en el castillo de Moratalla; Juan de Balboa el Viejo lo fue en el castillo de Cieza; Gaspar de Balboa y Ortigosa fue paje de «su tio» Diego de Soto, comendador de Murcia, etc.

[35] «Los de fajardo Proçeden de Galiçia cuyo solar es santa marta de ortigueira». Vid. Hernández de Mendoza, Diego, Blasones de varios linajes de España. BN, manuscrito Mss/3259, pp. 187.

[36] Téllez de Meneses, Alonso, Genealogías. Vol. 1. BN, manuscrito Mss/8506, p. 247.

[37] Ibíd.

[38] Salazar Girón, Op. cit, p. 56v.

[39] Memorial de la calidad y servicios de Fernando de Soto y Berrio, Caballero de la Orden de Santiago, hecho por Rodrigo Méndez Silva en Madrid, a 15 de mayo de 1653. AHA, Documentación Palacio de Labra, caja 19046, apartado 5.

[40] No se ha de tomar literalmente lo anotado por Silva, pues probablemente Hernando y Miguel de Soto fuesen burgaleses de la villa de Covarrubias, al igual que su madre. Al escribir la nota se entiende que quiso resaltar el origen astur de los hermanos.

— «Hernando de Soto, que casó con la gran familia de los Contreras descendientes del esclarecido conde Fernán González de Castilla» Guerra y Villegas, Minutas de linajes de España. Vol. 20. BN, manuscrito Mss/11793, p. 180r.

[41] María Soto Contreras se casó en la villa de Tordesillas con Juan Sánchez Vega.

[42] «que entranbos fueron pages del señor Arçobispo don Alonso de Aragon hijo del Rey Catholico viviendo en la Çiudad de Çaragoça». Barreiro, Diego, Nobiliario original. Vol. 4. BN, manuscrito Mss/11418, p. 325r.

[43] «fue después continuo de la Cassa de los señores Reyes Catholicos Don Fernando y Doña Ysabel Oficio de Grande Calidad y autoridad y que siempre le tuvieron señores y muy Ylustres Cavalleros hijos degrandes señores». Barreiro, Diego, Nobiliario original. Ibíd.

[44] Ejecutoria de hidalguía a favor de Hernando de Soto, contador de la Casa Real de Castilla, vecino de Cogolludo (Guadalajara). Año 1620. AChV, Pergaminos, caja 70/3.

[45] Probablemente estemos ante una representación policromada de la Virgen de los Remedios y de San Diego de Alcalá, patronos de Cogolludo.

[46]. Ejecutoria de hidalguía a favor de Hernando de Soto, contador de la Casa Real de Castilla, vecino de Cogolludo (Guadalajara). Año 1620. AChV, Pergaminos, caja 70/3. Vid. IMAGEN 04 (04.jpg).

[47] Basanta de la Riva, Alfredo, “Genealogía y Nobleza”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, Madrid, Real Academia de la Historia, 1992, p. 427.

[48] «En muestra de esa amistad compuso varios textos laudatorios para las Rimas de Espinel, para el Isidro de Sevilla y La Arcadia de Lope o para los Proverbios morales de Alonso de Barros». Gómez Canseco, Luis (ed.), Guzmán de Alfarache / Mateo Alemán; edición, estudio y notas de Luis Gómez Canseco. Barcelona, Círculo de Lectores : Galaxia Gutenberg, 2012, Biblioteca clásica de la Real Academia Española, v. 42, p. 1167.

[49] Publicado en Madrid en 1599 por los herederos de Juan Iñiguez de Lequerica (en casa del licenciado Várez de Castro).

[50] Chartier, Roger, La aparición del periodismo en Europa: comunicación y propaganda en el Barroco, Madrid, Marcial Pons Historia, 2012, p. 55.

[51] Natividad, Antonio de la, Silva de sufragios, declarados, alabados y encomendados, para común provecho de vivos y difuntos. Declárase el estado de las Almas; se refieren muchos exemplos, y casos prodigiosos, Madrid, por Bernardo de Hervada, 1666. En su prólogo dedicado «al mvy ilvstre, y noble caballero D. Ivan Lvis de Berrio y Angulo, Cauallero de la orden de Santiago, Marques de Castellon». Traducida del portugués por fray Diego de Noguera, también de la Orden de San Agustín.

[52] Hija de Juan López de Berrio, camarero del duque de Medinaceli.

[53]Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Fernando de Soto y López de Berrio, natural de Madrid. Año 1633. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 7861.

[54] Mendoza, Juan de, Op. cit., p. 394r.

[55] Expediente de Agustina de Soto Vaca. AHN, Órdenes militares, Religiosas de Calatrava, exp. 322.

Expediente de Ana Francisca de Soto Vaca. Ibíd., exp. 323.

Expediente de Eufrasia Antonia de Soto Vaca. Ibíd., exp. 324.

Expediente de Leonor María de Soto Vaca. Ibíd., exp.. 325.

[56] Expediente de Ana Francisca de Soto Vaca. AHN, Órdenes militares, Casamientos, Calatrava, exp. 681.

[57] Es un error de pluma. Se refiere Fernando Soto y Vaca, su hijo primogénito.

[58] Guerra y Villegas, José Alfonso, Minutas de Linajes de España. Vol. 7. BN, manuscrito Mss/11780, p. 141v.

[59] «De este Título hizo merced el Señor Don Felipe IV por Real Decreto de 8 de Febrero de 1657 a Don Juan Luis Berrio, Caballero del Orden de Santiago, en atención a los dilatados servicio de su hermano Don Martin Berrio, Mariscal de los Reales Ejércitos y Gobernador del Presidio de La Ciudad de Gaeta en Sicilia. Habiendo fallecido en Madrid Don Miguel Soto y Vaca en 15 de Abril de 1730, sin haber dejado sucesión, solicitó Dona Francisca Soto y Puente, Marquesa de Selva‑Hermosa, que se le diese posesión del Título y Mayorazgos fundados por el Regidor Don Alonso Peña, respecto a ser prima‑hermana del último poseedor; la que en efecto se 1e confirió en 6 de octubre de 1732, y muerta esta en Lima en 19 de febrero de 1733 se le dio igualmente posesión del Título y Mayorazgos anexos a su hijo Don Joseph Buendía y Soto por Auto expedido por el Alcalde de Casa y Corte Don Gregorio Valle y Clavijo en la Villa de Madrid en 17 de Julio de 1734. Del matrimonio que este contrajo con Doña Julia de Santa Cruz (hermana de la Marquesa de Moscoso) tuvieron a Don Francisco Buendía y Santa Cruz, Alférez Real de la Ciudad de Lima, que es su último poseedor, y se halla casado con Doña Leonor Lezcano, siendo su hijo mayor Don Joseph Buendía y Lezcano. Este Título, por ser de Nápoles, se halla declarado libre de ambos derechos de Lanzas y Medias‑Anatas por Auto del Consejo de Indias de 4 de Mayo de 1737». Rezabal y Ugarte, Joseph, Tratado del real derecho de las Medias‑Anatas Seculares y del Servicio de Lanzas á que estan obligados los Titulos de Castilla. Origen histórico de este Juzgado en el reyno del Perú Reglas con que se administran estos ramos en ambas Américas, Madrid, en la Oficina de Don Benito Cano, 1792, p. 153.

[60] Expediente de Juan Tomás Soto y Temporal Vaca. Año 1694. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Alcántara, exp. 1453.

[61] Obtuvo licencia para pasar a Indias en julio de 1695 en compañía de José Ilardui y Manuel Vázquez Osorio, sus criados. Juan Tomás de Soto y Temporal. AGI, Contratación, legajo 5456. N.1. R.17.

[62] Sanz Tapia, Ángel, ¿Corrupción o necesidad? : La venta de cargos de gobierno americanos bajo Carlos II (1674‑1700), Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2009, p. 321.

— Lostaunau Ulloa, Alejandro, “Enrique Torres Saldamando, historiador y bibliógrafo olvidado”, en Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional [del Perú], núm. 12, 1956, p. 202.

[63] «y así dejamos declarada la gran sangre de la casa de Soto que toca a este asunto, de que se podían formar dilatados árboles que omitimos hasta el fin de esta genealogía». Guerra y Villegas, Minutas de linajes de España. Vol. 20. BN, manuscrito Mss/11793, p. 180r.