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La cuadrilla de canteros de Amancio González en el chalet de Pedro Sarmiento
c. 1913
Anónimo
Col. Francisco Martínez Sanmartín (Cangas de Onís)

El oficio de cantero se transmitía de padres a hijos, pero también se adquiría trabajando como aprendiz de un profesional. Los niños ayudaban como pinches, llevando las herramientas a los canteros y desarrollando tareas sencillas que se iban complicando según demostraban su destreza en el trabajo hasta alcanzar el rango superior. La relación entre los trabajadores era bastante cercana y se organizaban en cuadrillas de oficiales y peones a las órdenes de un maestro.

En la fotografía vemos a la cuadrilla del acreditado cantero Amancio González, sentado en el centro con camisa blanca, con experimentados oficiales y jóvenes aprendices. La imagen del grupo está tomada delante del chalet del «americano» Pedro Sarmiento en el que trabajaban. Este chalet está situado en la carretera de Cañu, a poco más de una veintena de metros del puente viejo sobre el Sella, y fue terminado en 1916, como nos indica la cartela existente en su fachada.

A los buenos canteros no les faltó trabajo en el concejo de Cangas de Onís en el siglo que discurre entre el inicio de las reformas en el santuario de Covadonga y la construcción de la nueva iglesia parroquial de Cangas de Onís. En los años anteriores a la celebración del duodécimo centenario de la batalla de Covadonga, se realizaron en el concejo numerosas obras públicas y privadas que dieron trabajo a los canteros que habían participado en el engrandecimiento del santuario. La construcción de la carretera de Covadonga al lago Enol, las obras públicas en la capital del concejo (alcantarillado, traída de aguas, matadero nuevo, parque público, puente sobre el Güeña, etc.), la edificación de la iglesia de Corao y la apertura de nuevas carreteras proporcionaron trabajo a muchos de los profesionales establecidos en Cangas de Onís. El más famoso de todos ellos fue Valentín Fontela, maestro cantero y aparejador en las obras del santuario que dirigía al grupo de canteros y tallistas a pie de obra.

Gracias a la amabilidad de Paco el peluquero, propietario de la fotografía, podemos reconocer a su madre, Carmen Sanmartín, sentada sobre el regazo de su abuelo Antonio.

Fotografía y comentario publicados en Pantín Fernández, Francisco José, Cangas de Onís 1918, vida en torno a un centenario, Cangas de Onís, Ayuntamiento de Cangas de Onís, 2018, pp. 192-193.

Vista general del chalet de Pedro Sarmiento durante su construcción
c. 1914
Anónimo
Col. Celso Diego Somoano (Cangas de Onís)

Esta otra fotografía nos muestra una vista general de las obras, ya en una fase avanzada, con los trabajadores muy próximos a comenzar el tejado del edificio.

Pedro Sarmiento Beceña emigró a Chile donde logró una considerable fortuna. Era natural de Llau (Parres) y, hacia 1910, entre este pueblo y el vecino de Valluvil construyó una casa-escuela, dotándola de todo el material necesario. Primo del eminente jurista Francisco Beceña, era yerno de José González Sánchez, alcalde de Cangas de Onís durante dos décadas, pues el 3 de mayo de 1911 contrajo matrimonio en Covadonga con su hija Luz.