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c. 1925
Anónimo
Col. José María Prieto Moro (Cangas de Onís)
El 6 de mayo de 1910 se publicó un real decreto de Instrucción pública que regulaba la conversión de escuelas unitarias en graduadas. El Ayuntamiento de Cangas de Onís se acogió a los beneficios de este real decreto y solicitó la conversión en graduada de la escuela de la localidad y una subvención para construir un grupo escolar para albergarla.
La graduación de la enseñanza permitía mejorar la atención a los grados o secciones al asignarles, adscrita a un maestro o maestra, un aula separada de las demás. En estas escuelas existía la figura del director o directora, con funciones administrativas y pedagógicas. La mejora en la organización era notable, pues permitía establecer rotaciones de maestros, especializar algunas enseñanzas, como la educación física o la música, y la impartición de las clases a grupos más homogéneos.
El 8 de octubre de 1910, el diputado Manuel Uría comunicó por telegrama a Emilio Laria y Manuel Pendás Junco la concesión de la graduación a la escuela de Cangas de Onís y apenas un mes después el arquitecto José Quesada Esplugas estaba realizando el plano del futuro edificio de las escuelas. Este edificio no llegó a construirse y terminaron instalándose en el antiguo hospital fundado por Jovino García Tuñón, en Cangues d’Arriba. Las aulas habilitadas le parecieron excelentes al periodista de El Auseva, pues cada una valía «en capacidad como la actual escuela de niños, y respecto a luz, mucho más».
Manuel García Liaño, maestro de la escuela unitaria de Cangas de Onís en 1910, será elegido como primer director de la graduada, confirmándosele en el cargo en agosto de 1911. En febrero de este año habían sido nombrados los auxiliares interinos de la escuela.
Sabemos que en la fotografía están Pepe y Antonio Moro, Margallo, abuelo de José María Prieto Moro, aunque no hemos podido reconocerlos. En el centro de la fotografía vemos a los maestros; el de más edad es García Liaño, director de la escuela, y a su lado se encuentra Manuel Antonio López Fernández (esposo de Rogelia Caunedo Ruiz), que también llegaría a ser director de la graduada.
Fotografía y comentario publicados en Pantín Fernández, Francisco José, Cangas de Onís 1918, vida en torno a un centenario, Cangas de Onís, Ayuntamiento de Cangas de Onís, 2018, pp. 268-269.
Sobre la educación en Cangas de Onís, véase: Una aproximación al concejo de Cangas de Onís en torno a 1918 (segunda parte).