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Descendencia de García Hernández de Soto

Coinciden historiadores y reyes de armas en que aquellos cangueses primigenios del linaje de Soto, los que dieron lugar a las diferentes ramificaciones de esta casa a lo largo de todo el territorio peninsular, tuvieron un punto de asentamiento en las tierras burgalesas de La Bureba. Ubicada esta zona en el noreste de la provincia, comprende principalmente el actual partido de Briviesca donde se encuentran, en su parte oriental, una serie de pueblos con el determinativo “de Bureba”, son lugares como Cubo, Berzosa, Aguilar, Soto, Villarta, Pino, Salas, Navas, etc.

Es evidente que la invasión musulmana alcanzó esta zona y hubo de ser este uno de los puntos de reconquista y repoblación de las tierras castellanas. Siglos más tarde, estas tierras serán testigo de los enfrentamientos y disputas previas al advenimiento de los Trastámara y La Bureba será el lugar por donde intentará penetrar el infante D. Enrique en 1360 obligando a D. Pedro a fortificar Briviesca[1] convirtiendo este territorio, durante casi una década, en una zona de conflicto en la que florecerán fortificaciones como las de Poza de la Sal, Busto de Bureba, Rojas, Oña, Frías, Salas de Bureba, etc., lugares en definitiva donde los nobles infanzones establecerán sus asentamientos, aportando a estos bastiones no solo sus lanzas, sino también los vasallos que los pueblen. No es descabellado pensar que la baja nobleza astur, satélite de la nueva monarquía y de los grandes señores, se viera involucrada en las vicisitudes de la época. Claros ejemplos los tenemos en el propio Ruy Pérez de Soto que por esos años presta su espada al servicio de D. Pedro y que como ya hemos reseñado quedará vinculado a este territorio, y en Juan de Soto, su hijo, que más tarde estará al servicio de D. Enrique, descendientes ambos de la Casa de Soto canguesa[2]. No podemos fechar el momento en que pasaron los Soto a esta región burgalesa, lo que si es comprobable es que, en la actualidad, en esta comarca encontramos claras referencias al linaje que nos compete pues en diferentes piedras armeras observamos los candados abiertos que bordean las águilas exployadas que dan testimonio, en mayor o menor grado, de su establecimiento en estas tierras.

Pero los blasones de sus casas solariegas no son la única referencia que manejamos. Diferentes pleitos conservados en la Real Chancillería de Valladolid confirman su estancia en las montañas de Burgos, así como la necesidad que tuvieron algunos miembros de este linaje de demostrar su nobleza.

Guerra y Villegas hace referencia a estos Soto en sus minutas al citar las Memorias Genealogistas de D. Juan Baños de Velasco y a su «universal tratado del origen solar y armas de los Ricoshombres del apellido Soto», donde se indica

que fueron los caballeros de ella condes de la Bureba, cuyas primitivas armas corresponden enteramente a las que insignian todos los autores y estas son un escudo, el campo azul y en el, aguila de oro rapante, orla de oro y entorno ocho candadillos de su color segun estan desde del apellido Orendayn en el segundo cuartel superior en cuyas significaciones son por el azul del campo representando el cielo, hermosura, calidad y lealtad. El aguila señala valentía, con presteza (sic), es jeroglífico de la excelencia, insignia en armas tan antigua que la usaron los reyes persas, después los romanos y emperadores de Alemania y hoy los reyes de España. Los candados, la guarda en los secretos de esta familia[3].

Indica además Guerra y Villegas que a la misma casa de la duquesa de Villahermosa, D.ª Leonor de Soto, mujer que fue del duque D. Alonso, perteneció el burgalés García Hernández de Soto, mencionado por algunos autores como descendiente directo de Ruy Pérez de Soto, al que encontraremos en los legajos de la Chancillería vallisoletana como hidalgo notorio «de debengar quinientos sueldos[4] que desde tiempo inmemorial es poseedor de caballos y armas, y que ponientes pecheros que non y los abian conocido nin conocian ningunos salvo honbres hijos dalgo». Juan Flórez Ocariz lo menciona en sus tratados[5] e indica que era oriundo de Soto de Bureba «a legua y media de Cubo de Bureba», un minúsculo caserío erigido en las faldas de la sierra de Oña y que debe su nombre a su fundador. En él, destaca sobremanera su iglesia‑fortaleza, llamada de San Andrés[6], desde donde se puede otear fácilmente, gracias a su estratégica posición, toda la zona de La Bureba.

Y en la dicha merindad de Briviesca ay una Aldea que se llama Soto por avella fundado Gutierre alvarez de Soto hijo del primero deesta suçesion[7] y en altar mayor de la Yglessia de dicho lugar estan escudos de Armas con el Aguila y candados[8].

Imagen 9. Iglesia de San Andrés (Soto de Bureba, Burgos).

García Hernández de Soto[9] fue paje de Diego de Rojas[10]  y se casó a mediados del s. XV en primeras nupcias con Elvira Hernández, también natural de Soto de Bureba. Indica Ocariz que tras contraer nupcias pasaron a residir a Cubo de Bureba y tuvieron por hijos a García, Andrés, Domingo y Diego Hernández de Soto. Omite a Pedro Hernández de Soto en quien recaerá, junto a Andrés, el patrimonio familiar por testamento de su padre en 1475.

Nada hemos averiguado de Diego Fernández (Hernández) de Soto y en cuanto al hijo llamado García Fernández de Soto se sabe que fue alcaide de la casa fuerte de Cubo de Bureba[11] y padre de Andrés y Toribio Hernández de Soto, naturales de Cubo de Bureba, que no le sobrevivieron[12]. Su hermano Andrés Hernández de Soto, citado como «el viejo», se casó en primeras nupcias con Juana Hernández y en segundas con María Pérez. De su primer matrimonio nació Andrés el Mozo que litigó en Valladolid sobre su hidalguía[13], ganando carta ejecutoria el 26 de enero de 1549 cuando rondaba los 60 años «y en el mismo año presentada, y obedecida en el lugar de Cubo, y en el de Pino». Uno de los testigos presentados en su litigio por Andrés el Mozo fue Rodrigo de Rojas, un vecino de Cubo de Bureba que en su declaración menciona a unos parientes del litigante[14], en clara referencia a los nietos de García Hernández de Soto, hijos de García y Pedro Fernández de Soto.

Flórez Ocariz da por armas de estos Soto un

escudo en cuarteles el primero en campo azul Águila volante con perfiles de oro y dos flores de lis cogiendo en medio la cabeza del Águila, y a los pies tres copas de oro y en el último cuarto lo mismo, menos las flores de lis y solas dos copas y los segundos cuarteles en campo de oro, en el primero bajo dos candadillos de maleta. Uno sobre otro de color negro y tres de ellos en triangulo en el segundo alto[15].

Lo mismo indica Piferrer que asocia estas armas directamente a Andrés Fernández de Soto el Mozo y las describe como

escudo cuartelado, el 1.º de azur y una águila de sable perfilada de oro; en el gefe dos flores de lis de oro, una en cada lado de la cabeza del águila, y en la punta tres copas del mismo metal; el 2.º de oro y tres candados abiertos; el 3.º tambien de oro y dos candados; el 4.º de azur, el águila de sable y dos copas de oro en la punta[16].

Contrajo Andrés el Mozo en Cubo de Bureba con María Salas, siendo fruto de este matrimonio, Juan, Francisco, Ortega de Soto[17] y García Hernández de Soto Salas. Los dos últimos junto a Juan y Pedro Hernández de Soto, hijos de Pedro Hernández de Soto y Teresa Hernández, por lo tanto primos de su padre, litigaron en Valladolid sobre su estado, según consta en traslado[18] realizado el 10 de octubre de 1668 por Antonio de la Sua, escribano y vecino de Briviesca. Dicho traslado es realizado sobre una carta ejecutoria dada por la Chancillería de Valladolid el 29 de marzo de 1547 cuyo original es presentado al citado escribano por Pedro de Soto Sandoval. En el traslado, figura un escudo en cuarteles donde en el primero de ellos observamos tres pesas o candados abiertos; en el segundo, águila volante coronada con tres flores de lis en la punta; en el tercero, águila volante coronada con tres copas en la punta y finalmente en el cuarto tres pesas o candados abiertos, al igual que en el primero. Todo él bordeado por el lema «PESADOS EN EL CONSIDERAR, AGUILAS EN EXECUTAR» y debajo del mismo, una nota que indica «las pesas en campo de oro, las águilas en campo azur»[19] lo que nos permite conocer el color de los campos. El rey de armas de Felipe IV, Juan Francisco Hita, atribuye a estos Soto las mismas armas presentadas por Soto Sandoval, con la salvedad de que omite el lema que lo bordea:

Imagen 10. Armas de los Fernández-Soto, dadas por Juan Palacio y Villamor (BN, Mss. 3259).

escudo de quatro quarteles el primero y quarto de oro y en el seis (sic) candados de yerro de sable en el primero dos y en el otro tres en los otros dos en cada uno El Campo de Bleu con Aguila volante y rampante de oro gritada de sable y coronada de oro y sable y debaxo dela Aguila del quartel seg (sic) tres flores de lis de oro y debaxo la del quartel terçero tres [copas] de oro y en medio de la copa unas como aguas[20].

Imagen 11. Armas de los Fernández-Soto (Calle Mayor, Briviesca, Burgos).

Estas descripciones presentan cierta similitud con las dadas por los tratadistas Piferrer y Ocariz[21], siendo la de este último la que coincide, casi en su totalidad, con un blasón situado en la calle Mayor de Briviesca, sólo que a este se le añade una flor de lis en el jefe, al lado derecho de la cabeza del águila del cuarto cuartel[22].

Juan Hernández de Soto Salas, también hijo de Andrés el Mozo, se casó con María Juárez y fueron padres de Lucas Hernández de Soto que pasó a vivir a la toledana villa de Illescas, donde litigó hidalguía con los vecinos y concejo del lugar[23]. Allí se casó con Francisca Pérez, de cuyo matrimonio nació en 1619 José Hernández de Soto que pasó a vivir al adyacente lugar de Yuncos en el que permaneció hasta su fallecimiento en 1687 y donde había contraído matrimonio con María Tosca Serrano, siendo legítimos padres de Pedro Hernández Serrano, que a su vez se casó en dicho lugar con Manuela Villar, siendo padres en 1686 de Pedro Hernández y en 1694 de Juan Segundo Hernández, quien años más tarde se avecindaría en la villa en Madrid. Ambos hermanos entablaron pleito de hidalguía en 1736[24] aportando como pruebas, además de los diferentes testigos, las cartas ejecutorias dadas a Andrés Hernández de Soto el Mozo en 1549 de quien se dice que «era hombre hidalgo de padre de agüelo conoçido de Bengas (sic) quinientos sueldos según fuero de España» y la de Lucas Hernández, su abuelo, dada en 1614.

Francisco Hernández de Soto Salas, el otro hijo de Andrés el Mozo, fue padre de Tomás Hernández de Soto, vecino y regidor de Cubo. De allí se trasladó Tomás a Santo Domingo de la Calzada donde se unió en matrimonio con Francisca Alonso, siendo padres del licenciado Antonio Fernández de Soto, arcediano de Briviesca, y de Diego Fernández de Soto, heredero de los importantes bienes de su padre, entre los que se encontraban las cuevas que este había comprado en Grañón «donde guardaba el tinto de las uvas» y las propiedades de Azofra, lugar que fue por algún tiempo residencia de Diego antes de pasar a Santo Domingo de la Calzada donde ejerció de regidor y contrajo matrimonio por segunda vez con Sebastiana Lozcaya y Cerrillo ‑o Cerillo‑ con quien tuvo por hijo a José Hernández de Soto Lozcaya. Este, al quedar huérfano[25] en 1647, pasó a residir a Cubo de Bureba donde se vio en la necesidad de probar su estado pero, para poder establecer el correspondiente pleito en la Chancillería [26] y por ser menor de 25 años, se vio obligado de «ser provisto de curador» nombrando por tal a su tío Bartolomé de Gumiel, vecino y regidor perpetuo de Santo Domingo de la Calzada. Obtuvo carta ejecutoria de su hidalguía en marzo de 1648, donde se indica «que ssus ascendientes por linea recta de baron fueron naturales y originarios de el dho lugar de Cubo y de la antigua y noble familia linaje de fernandez de soto»[27]. No sabemos si será el mismo José Hernández de Soto que años más tarde figura como arcediano de Briviesca y que en 1677 litiga con la justicia y regimiento de ese lugar sobre el derecho de los menudos de las carnicerías de la villa[28].

Otro de los hijos de García Hernández de Soto el Viejo y Elvira Hernández, fue Domingo Hernández de Soto que pasó al valle de Liébana cuando la aparición de la peste en la comarca de la Bureba en 1558. Fue en este valle donde contrajo nupcias para posteriormente pasar a la sevillana ciudad de Écija allá por 1570, donde al poco tiempo nació el también llamado Domingo Hernández de Soto que más tarde se casaría con María Nava Piedrahita y González de Nava, una extremeña natural de Villar del Pedroso con quien tuvo por hijos a Antonio, Isabel y Domingo Hernández de Soto y Piedrahita. Este Domingo Hernández de Soto, tercero con este nombre, litigó su nobleza en la merindad de Bureba y villa de Pancorbo, en las montañas de Burgos, como bien indicó el madrileño Baños de Velasco,

hizo su información de filiación y Nobleza en la Villa de Pancorbo de ala merindad de Bureba en 1649 y en su virtud se le señalo y dio vecindad en el lugar de Cubo y fue Alcalde por el estado Noble en el dho año y el siguiente de 1650[29].

Contrajo matrimonio en 1618 en Santa Fe de Bogotá con Catalina Collantes y Soto[30], padres entre otros de Lucas Fernández Piedrahita[31], citado por Guerra y Villegas que se reafirma en el sentido de que esta rama andaluza de los Soto parte del mismo entronque que los de la casa de la duquesa de Villahermosa[32].

También indica Ocariz que

lo referido desta familia consta en la executoria citada, qe original está en poder doctor D: Lucas Fernandez de Piedrahita, Obispo de S. Marta y de testimonio autentico de dos de Dizienbre del año de 1649, de informacion de filiacion y desçendencia hecha a pedimiento de su padre, Domingo Hernández de Soto Piedrahita en la Merindad de Bureba, y Villa de Pancorbo, ante Sebastián Ruiz Morquecho, Alcalde Ordinario, y Gregorio Morquecho Escribano, conprobado de otros y diferentes testimonios, signados de Juan Oñez, y comprobados de 19 de Março, y 26 de Dizienbre del mismo año de 1649, en el qual pidio, y se dio vezindad en el Lugar de Cubo a Domingo Hernández de Soto Piedrahita[33].

Comentamos con anterioridad que cuando Ocariz habló de este linaje y de los inmediatos descendientes de Hernández de Soto el Viejo y de Elvira Hernández omitió a uno de sus hijos, concretamente a Pedro de Soto, que se casó en Cubo de Bureba con una lugareña llamada Teresa Hernández con quien tuvo por hijos a Juan de Soto y Pedro Fernández de Soto. Este, junto con su hermano Juan y con Ortega de Soto Salas y García Hernández de Soto Salas, litigará por su estado en 1546[34]y volverá a hacerlo un año más tarde a título individual[35]. Fue comendador de la Orden de Santiago y «teniente de capitan de xente de armas del condestable don pedro fernandez de velasco», con quien «gustaba de correr la sortija»[36] en compañía de otros caballeros en la plaza de Briviesca. Tras fallecer, su cuerpo fue llevado monasterio de Oña donde los descendientes de la Casa de Soto tenían entierro propio y señalado: «que del monasterio de Ona quees oy de monjes Benitos el qual fue antes de monjas fueron fundadores y patrones los descendientes de este apellido deSoto»[37]. Contrajo matrimonio con María de Chaves Bañuelos, hermana del contador mayor de Bañuelos; de esta unión nacerá, en 1573 en la villa de Briviesca, Juan de Soto Chaves que contraerá en primeras nupcias con María de Mena y en segundas con María Areche, natural de Briviesca, de cuyo matrimonio nació Gonzalo de Soto Areche.

Gonzalo pasó a vivir a la villa de Madrid a la edad de 12 años, a casa de su tío‑abuelo Diego de Chaves Bañuelo, secretario de la villa[38], y años más tarde contrajo nupcias en la localidad madrileña de Torrejón de Velasco con Francisca Lozano, lugar donde se le consideró hidalgo de «posesion antigua» y sus descendientes como hidalgos de sangre y no de privilegio, llegando a ocupar los primogénitos de esta línea los regimientos en la localidad. Tras su muerte, en los primeros años del s. XVII, los encargados del reparto de la moneda forera reclaman a su viuda e hijos los correspondientes pechos[39], pese a que con anterioridad los habían censados como hidalgos notorios, viéndose Francisca, como tutora y curadora, en la necesidad de litigar en Valladolid[40] la nobleza de sus hijos Francisco, Alonso y Juan de Soto, mayores de 14 y menores de 25. Hubo del matrimonio dos hijos más: Gregorio y Gonzalo, que fallecieron en las fechas del proceso (1609‑1618).

Diego Beltrán de Mena, vecino de Briviesca y testigo que declara en el proceso, afirma que «Pedro Fernandez de Sotto [abuelo de los litigantes] fue caballero hijodalgo de los nobles y mas honrados que habia en la merindad de Bureva donde hay muchos caballeros hijosdalgo = y oyo decir que el condestable de castilla en aquel tiempo no podia decir que era mejor que el dho Juan Fernandez de Sotto [hijo de Pedro]». Indican otros testigos en sus declaraciones que su abuelo era descendiente de la «casa de sotto qe esta junto la lugar de sotto y entre el y quintanaaelez y soluengo» y por ser persona tan principal «y tener avito de santiago, los llamavan en esta tierra los infanzones de Bureva […] que sus pasados abian sido capitanes y caudillos de los qe en tiempo de las comunidades abian defendido esta tierra».

En este sentido se pronunciará también Diego Barreiro, rey de armas en la corte de Felipe IV, cuando al realizar en 1653 la certificación de nobleza de los Soto‑Guzmán briviescanos anota en su minuta

es cierto que el primer fundador deeste Solar se llamo Gutierrealvarez deSoto Cavallero de grandes partes y del que proçeden los deeste linage deSoto en muchas partes de las montañas y en espeçial en la meridad de Bureva Donde tenian Torre y solar muy antiguo Infançonado la qual aviendola entrado los navarros la quemaron por ser los deeste apellido caudillos y grandes capitanes de toda la tierra[41].

Al pasar Gonzalo de Soto Areche a Torreón de Velasco vuelven a tomar sus descendientes el «Fernández de Soto» [42] como apellido y así el 4 de octubre de 1599, nace en este lugar Francisco Fernández de Soto, su hijo, y de Francisca Lozano, su legitima mujer. Francisco será con el tiempo familiar del Santo Oficio de la Inquisición de Toledo y contraerá nupcias con Juliana Salas, natural del cercano Valdemoro, siendo padres de Antonio, Cristóbal, Francisco y Ana Fernández de Soto Salas.

El segundo de los citados, Cristóbal, pasó a Nueva España donde fue soldado en la compañía del capitán Diego de las Cuevas Zaldívar. Falleció el 18 de octubre de 1648 en el hospital de San Juan de Montesclaros donde dos días antes había realizado testamento, mediante el cual pedía que sus pocos bienes fuesen vendidos en pública almoneda y su recaudación empleada en las correspondientes misas por la salvación de su alma[43].

Antonio Fernández de Soto Salas, el primogénito, nació el 14 de agosto de 1637. Contrajo nupcias con Ana Lozano, y tras enviudar lo hizo nuevamente con Antonia de Cubas Artiaga, siendo padres de Juan y Manuel Fernández de Soto Cubas.

Juan Fernández de Soto Cubas, nacido el 24 de noviembre de 1664, abandonó Torrejón de Velasco en 1683. Le acompañó Manuel, su hermano menor, ambos en compañía de José Daza, un pariente suyo caballero de la Orden Santiago y general de caballería del ejército de Milán. En 1700, Manuel continuaba como soldado en Nápoles a las órdenes de Daza. En cambio, Juan pasó a Milán donde «sirvio a Rey ntro sr diez años continuos» llegando a alcanzar el grado de capitán de infantería española en el estado de Milán; allí, una bala de artillería le «rompio un muslo» viéndose obligado a mantener un largo periodo de convalecencia para sanar sus heridas. Durante este periodo, concretamente en 1696, es llamado por Juan Bautista Cubas Artiaga, su tío carnal, por lo que a primeros de 1697 parte con rumbo a Perú en la Flota de Galeones de Tierra Firme, llegando a Lima para después trasladarse a Pomasi, donde residía su tío.

En el año 1700, Juan escribe una carta a Andrés Alvarado, abogado de los Reales Consejos y marido de Ana Fernández de Soto Cubas, por tanto su tío, a quien en fecha 12 de septiembre de 1696 había dado todo su poder, solicitándole que realice los trámites pertinentes para que se inicien las pruebas para la concesión de la Orden de Santiago.

Entre la documentación presentada en dicha prueba figura el reconocimiento de la capilla familiar que la familia Soto tenía en el convento de la Santísima Trinidad de Religiosos Descalzos para la Redención de los Cautivos, extramuros de Torrejón de Velasco, distante como a «dos tiros de escopeta». Dicha capilla fue fundada y erigida a San Juan Evangelista por orden de Alonso Soto Lozano, tío‑abuelo del pretendiente «según consta y parece por la fundacion que para en dicho convento» y en la que «siempre se han enterrado todos los de la familia de Soto». Pese a que Alonso había casado con María Barrio Angulo Serrano, natural esta de Torrejón, de cuyo matrimonio hubo al menos dos hijos, Diego y Miguel, estos no debieron sobrevivir a su padre pues dicha capilla pasó a Antonio Fernández de Soto, padre del pretendiente, como inmediato sucesor del fundador. La capilla en cuestión estaba situada frente al altar mayor a mano izquierda, donde se hallaba un retablo pintado de San Juan Evangelista con su altar y a un lado una ventana que daba a la huerta de dicho convento. Y en el mismo lado de la ventana, en la parte superior de la capilla podían verse las armas de los Soto

un escudo de Armas Pintadas en lienzo con su marco dorado = con un Rotulo qe atrabiesa por lo alto del marco qe diçe = Armas de los Sotos de las montañas de Burgos = y dhas Armas se componen de quatro campos el primero y superior del lado derecho dorado con dos candados de Castaña = y el campo de la mano Yzquierda = es açul = con Una Aguila Rl = y corona dorada = y debajo del aguila tiene tres flores de lis doradas, Y en el campo que esta debajo del superior del lado derecho tiene otra aguila en campo açul con corona dorada y debajo tres copas doradas = Y en el ultimo campo de mano Yzquierda es dorado con tres candados de castaña como los que están arriba = las cuales dhas armas, capilla y entierro tocan y pertenecen a Dn Antonio Fernandez de Soto, padre del pretendiente[44].

Imagen 12. Armas de los Soto
(AHA, documentación Palacio de Labra, caja 19050/50bis).

Armas que coinciden en su totalidad con un escudo heráldico que se encuentra entre la documentación del palacio de Labra estante en el Archivo Histórico de Asturias[45].

Deudo de los anteriores fue José Fernández de Soto que se casó en el propio Torrejón de Velasco con Francisca Hurtado de Velasco, de cuya unión nació en 1707 Melchor Fernández de Soto que pasó a Pinto donde contrajo con Nicolasa Mateo Rincón Montes; a su vez padres de Hermenegildo, Ignacio y Antonio Fernández de Soto Mateo. Antonio Fernández de Soto permaneció en Pinto siendo alcalde por el estado noble en los años de 1772 y 1775, casándose allí con Ana Blázquez, siendo padres de Fernando Fernández de Soto que pasaría a la toledana Illescas, donde tenía parientes. También a esta localidad pasó Ignacio Fernández de Soto Mateo, viéndose en la necesidad de entablar pleito en 1780 sobre su nobleza[46].

Del mismo modo, hemos de situar en Torrejón de Velasco a Gregorio Fernández de Soto Hernández, uno de los hijos de Antonio Hernández Pacheco e Isabel Fernández de Soto. De él sabemos que ya viudo pasó a Chile, participando como sargento mayor en la guerra de Arauco. Se casó en Osorno con la chilena de ascendencia andaluza Isabel Sierra Ronquillo Cabrera, procreando ocho hijos. Tras la destrucción de Osorno por los indígenas, pasaron a residir al valle de Colchagua donde fueron propietarios de una buena extensión de tierras conocida como la estancia de Yaquil. A su muerte en 1633, continuó el apellido en tierras chilenas a través de sus tres hijos varones.

Los Soto en Briviesca

Hemos citado con anterioridad la localidad de Briviesca, villa que ostenta la capitalidad comarcal de La Bureba, lugar donde en 1387 se celebraron las cortes convocadas por Juan I de Castilla que dieron lugar a la creación del título de Príncipe de Asturias a favor del heredero de la Corona de Castilla. El diseño de sus cuadriculadas calles le hizo merecer el sobrenombre de la «bien trazada» y dio lugar a que Isabel la Católica se inspirara en ella para ordenar el diseño de la ciudad granadina de Santa Fe[47].

Es aquí, en Briviesca, donde a mediados del siglo XV se empiezan a significar los descendientes del linaje de la Casa de Soto. Así en los padrones de 1447 ya figuran Juan y Pedro de Diez de Soto, hidalgos a quienes los empadronadores señalan con una nota al margen que indica «ojo», evidenciando que no eran oriundos de la villa y por tanto obligados probar su estado. Con posterioridad, en el empadronamiento de 1464 de la calle Medina y su colación, figura un Alonso Fernández de Soto de cuya nobleza nadie duda al ser citado como hidalgo y «hombre de armas y caballo». Pocos años después, en 1512, figurará Bernardino de Soto, hidalgo y artífice del traslado de los citados padrones[48].

Ejemplo de asentamiento de los Soto en Briviesca lo tenemos en el citado Bernardino, quien se ve en la necesidad de pleitear en Valladolid[49] para que en los empadronamientos de la moneda forera no se le considere en la obligación de pechar, pese a ser hidalgo de cuna. Nació en Briviesca a finales del s. XV, muy probablemente en 1490, fruto del matrimonio de Juan Díaz de Soto y María Díez, su primera mujer, y nieto del también llamado Juan Díaz de Soto y de Catalina Leguizano. En los empadronamientos de la calle Santa María de Briviesca de los años 1447, 1450 y 1462[50] figura un Juan Díaz de Soto y aunque no lo podemos afirmar, bien podría ser alguno de los ancestros de Bernardino. Lo que si sabemos es que su abuelo era natural de Soto de Bureba, donde contrajo, y su padre, aunque natural de Briviesca, había residido durante largo tiempo en Salas de Bureba, pasando después a la «fortaleza» de Poza de la Sal, donde falleció. La movilidad de residencia de su padre, probablemente relacionada con estar al servicio del marquesado de Poza[51] y el hecho de que su abuelo fuese natural de Soto de Bureba, donde siempre se les consideró hidalgos notorios por ser «desçendientes de la casa e solar que llamaban de Soto de la tierra e meridad de burueva» situada a «dos medias y media de Briviesca», sembraron entre los empadronadores de Briviesca las suficientes dudas sobre la nobleza de Bernardino como para obligarle a probar  su estado. Nobleza que quedó acreditada no solo por los testimonios de los testigos presentados, sino además por el hecho de que su padre había sido «hidalgo notorio casa y solar conocido y devengar quinientos sueldos según fuero de España» y que en 1476 había puesto «armas y caballo» al servicio de los reyes castellanos en la batalla de Peleagonzalo, más conocida como de Toro[52], donde se aplacaron las aspiraciones de Alfonso V de Portugal al trono de Castilla.

A mediados del s. XVI, en los padrones de 1565 y sucesivos, encontramos a Estéfano de Soto Bonifaz, hijo de un Blas Fernández de Soto que con anterioridad había emparentado con el noble linaje de los Bonifaz burgaleses. Es más que probable que sus ancestros no fuesen briviescanos sino de otro lugar de La Bureba, pues Estéfano pese a constar en los padrones de la villa como del estado noble se vio en la necesidad de probar su nobleza en Valladolid. Se casó en primeras nupcias con Ana Toral, con quien tuvo a Pedro y Ana de Soto de los que poco o nada se sabe pues solo hay noticias de que no sobrevivieron a su padre. En segundas, contrajo con Ana Guzmán Lapresa quien le dio en 1589 un único hijo llamado Domingo, origen de los Soto‑Guzmán de Briviesca.

Los Soto-Guzmán

Domingo de Soto y Guzmán contrajo matrimonio, con tan solo 17 años, con Mariana Ruiz Almendres, hija de Juan Ruiz de Almendres y María González de Álvaro, teniéndose constancia del nacimiento en el seno de este matrimonio de seis hijos[53]: Juan, Martín, Casilda, María, Mariana y Francisco. Tras enviudar, contrajo nuevamente con Casilda Soto Valderrama, hija del escribano Juan Bautista Soto Valderrama e Isabel Villalba Quirós, naciendo de esta unión tres hijos: José, quien años más tarde sería capitán de artillería y alcalde ordinario de Briviesca, Andrés y Diego, quienes al fallecer su padre determinan pasar a Indias en busca de fortuna[54].

Imagen 13. Armas de los Soto-Guzmán (casa consistorial de Briviesca, Burgos).

Gozó Domingo de un importante patrimonio de tierras dedicadas al cultivo de vid y cereal, al igual que de diferentes propiedades rusticas tanto en Briviesca como en la villa de Madrid. Su holgada economía le permitió comprar una de las seis escribanías existentes en Briviesca[55], lo que vino a realzar su posición social, facilitándole la obtención del cargo de familiar del Santo Oficio y el acceso al regimiento de la villa que ejerció en varias ocasiones por el estado noble de los hijosdalgo. A principios del siglo XVII, concretamente en 1639, compra un inmueble en la calle Santa María Encimera tocante a la plaza Mayor donde construye más tarde la casa palacio de los Soto‑Guzmán, ampliada posteriormente por su hijo Francisco en la segunda mitad del siglo, sede en la actualidad del Ayuntamiento de Briviesca. Destaca en él, la torre porticada que se introduce en la plaza con el escudo familiar en la parte más cimera y un cuerpo alargado de balconada corrida que se mete en la citada calle, donde vuelven a observarse dos blasones similares al que ostenta la torre. Vemos en ellos las armas de los Soto‑Guzmán: un escudo partido en cuyo campo izquierdo figura el águila exployada y orlada con ocho candados abiertos propia de las armas de Soto y en el derecho, cuartelado en sotuer dos calderas jaqueladas con sierpes en sus asas alternando cinco armiños; todo ello con bordura jaquelada con leones y castillos que se alternan, representando las armas de los Guzmán. El blasón de la torre se presenta franqueado por dos grifos, mientras dos figuras quiméricas van representadas en su parte inferior[56]. Los dos blasones de la balconada van timbrados con el yelmo militar de la cruz de la Orden de Santiago y el de la derecha, según se mira, denota el componente heráldico propio del clero pues va timbrado con capelo del que cuelga a ambos lados un cordón con seis borlas dispuestas en tres órdenes[57].

Imagen 14. Armas de los Soto-Guzmán (casa consistorial de Briviesca, Burgos).

Dichas armas fueron certificadas por Barreiro en 1653, a petición de los hijos de Domingo, añadiendo en su minuta información genealógica de los Soto‑Guzmán que nos permite enlazarlos con Gutierre Álvarez de Soto, primer ascendente y «tronco» de la Casa de Soto canguesa:

Doy la presente certificaçion A Pedimiento del Capitan Don Franco deSoto Guzman capitan de Infanteria española y de Don Juan deSoto Guzman familiar del santo officio de la inquissiçion y del licenciado Don Martin deSoto Guzman colegial mas antiguo y administrador del colegio de San nicolas de la Çiudad de Burgos todos tres hermanos e hijos legitimos de Domingo deSoto Guzman Notario y familiar del Santo officio de la inquissicion y de Doña Mariana Ruiz dealmendres su mujer vecinos dela villa de Virviesca Caveça de la merindad de bureva Y el dicho Domingo deSoto Guzman hijo legitimo de Estephano deSoto Vonifaz Y de doña Ana de Guzman y lapressa su mujer Y el dicho Estephano deSoto, hijo legitimo de Blas Fernandez deSoto //notº del santo ofiçio de la inquissicion// y Maria Ruiz Vonifaz vecinos que fueron del lugar de las vesgas quees en la dicha merindad de Bureva y dos leguas de distancia de la dicha villa de Virviesca y una legua del lugar deSoto y el dicho Blas Fernandez deSoto fue hijo legitimo de Rodrigo Fernandez de Soto y de Cassilda Saez de Valatorre vecinos que fueron de dicho lugar de las besgas y descendiente legitimo el dicho Rodrigo Fernandez de Soto por baronia de las dichas casa y apellidos de Fernandez y Soto y del dicho gutierre albarez de soto fundador lo cual consta Por papeles autenticos que ante mi presento el dicho Capitan Don Franco deSoto Guzman para dar esta cetificacion la qual la doy firmada de mi nombre y sellada con el sello de mis armas en Madrid A diez y ocho de Abril de 1653[58].

Imagen 15. Armas de los Soto-Guzmán (casa consistorial de Briviesca, Burgos).

Martín de Soto Guzmán, nacido en 1628[59], fue bachiller en Cánones en la universidad de Valladolid, colegial del colegio de San Nicolás de Burgos entre 1649 y 1652, año en que pasó a Roma donde fue secretario, gentilhombre y letrado de cámara de la infanta María de Saboya hasta 1658, estancia que aprovechó para doctorarse en Cánones y Leyes. Volvió a España donde ejerció en la catedral de Plasencia como canónigo y tesorero hasta 1665, compatibilizándolo con el ejercicio de provisor, gobernador y examinador del obispado de Plasencia. De aquí pasó a ser juez apostólico y real de la Santa Cruzada hasta 1668 en que fue nombrado fiscal de la Inquisición de México[60]. Ejerció como inquisidor en Llerena y Logroño hasta octubre de 1670, año en que pasó a Nueva España para tomar posesión del cargo que se le había asignado[61]. En una relación de sus méritos y servicios dada en 1679 por Pedro de Arteta, escribano de secreto del tribunal de la Inquisición de las provincias de Nueva España, dice de él:

Domingo de Soto y Guzmán testó en 1661, año de su fallecimiento, siendo los más beneficiados en el reparto los hijos del primer matrimonio. De estos, los más pequeños, Martín y Juan, optaron por la vía eclesiástica, al igual que sus hermanas María y Casilda, esta última monja profesa del monasterio de Santa Clara de Briviesca.

Es el inquisidor mas antiguo del y que como tal preside en ella y es thesorero, dignd, y canonigo de la Iglª Cathedral de Plasençia de la Provyª de Compostela y Benefiziado propietario de las Iglas parrochiales de Biçente de Villarosa, y Sntiago, y Sn Miguel de Niebla de la dioçesis de Sevilla, y de la parrochial del lugar de Alpera en Murçia y capellan perpetuo de la Iglª Martires y Sn Inazio Miguel de Ntra Sra de Aliende, extramuros de la Villa de Bribiesca en el obispado de Burgos[62].

Le sorprendió la muerte en Sanlúcar de Barrameda a su regreso a España en 1682.

Otro de los hijos de Domingo de Soto, tercero en el orden y también eclesiástico, fue Juan de Soto Guzmán, quien tras obtener el grado de licenciado fue notario y abogado del Santo Oficio del reino de Navarra, arcediano titular y canónico de la catedral de Badajoz y protonotario apostólico. A partir de 1662 viajó y se estableció en Roma, testando en Barcelona antes de su partida, dando plenos poderes a su hermano Francisco[63]. Ya en Roma, alcanzó el grado de prelado nullius de Su Santidad. A su regreso a España se afincó en Badajoz, ciudad en la que falleció después de otorgar testamento el 26 de febrero de 1669.

Además de María y Casilda, tuvo Domingo de Soto otra hija llamada Mariana de Soto Guzmán de la que sabemos que se casó con Gabriel Fernández de la Peña, un burgalés natural de Busto de Bureba y vecino de Briviesca, donde ejerció de escribano, de cuya unión nació Diego de la Peña Guzmán que llegará a ser mayordomo de rentas del condestable de Castilla.

Por último, el primogénito Francisco de Soto Guzmán y Ruiz, que destacó sobremanera. Nació Francisco en 1618, decantándose desde sus primeros años por la carrera militar, pasando a Indias, donde en 1648 ya figura como capitán de infantería en Estero. Regresó a España años más tarde, estableciéndose en su pueblo natal donde en 1652 consta ejerciendo como alcalde ordinario por el estado noble. Pero este regreso fue temporal, ya que cuatro años más tarde volvió nuevamente a Indias donde continuó su carrera militar como capitán en el presidio de Buenos Aires. Retornó a Briviesca definitivamente meses antes de fallecer su padre donde, como primogénito, se hace cargo de los asuntos familiares al tiempo que no descuida las cuestiones de su carrera militar. Es en 1664 cuando ve incrementado su prestigio social al concedérsele la Orden de Santiago[64], recibiendo poco tiempo después el nombramiento como miembro del Consejo de Su Majestad y más tarde el de alguacil mayor perpetuo del rey con jurisdicción sobre todos aquellos que tienen el fuero de guerra[65]. Pero sin duda alguna, el punto álgido en el escalafón social lo consigue en 1689 al otorgarle Carlos II el título de marqués de Torre‑Soto[66], título que en 1705 insta su yerno a que se le devuelva despacho con nota de ser perpetuo y no vitalicio[67].

Imagen 16. Colegiata de Santa María (Briviesca, Burgos).

Es Francisco de Soto y Guzmán como cabeza del marquesado de Torre‑Soto y en unión de sus hermanos Juan y Martín, el artífice de la creación de varias dotaciones asistenciales y artísticas en Briviesca, como el hospital de Nuestra Señora la Mayor[68], la Obra Pía de la dote de las doncellas pobres de dicho hospital o la capilla del Sagrario anexa a la colegiata de Santa María[69]. Sin duda, es la fundación de esta capilla, mandada erigir en 1667 y finalizada en 1673, la que más nos interesa en este trabajo, pues en ella volvemos a ver repetidos de forma insistente los escudos de las armas de los Soto‑Guzmán, siendo el magnífico blasón existente en la parte exterior de la cúpula de la capilla, cargado sobre la cruz de la Orden de Santiago, el más significativo de todos ellos[70].

Imagen 17. Armas de los Soto-Guzmán (Colegiata de Santa María, Briviesca, Burgos).

Justo a la entrada de la capilla, sobre el dintel de la puerta de acceso hallaremos otro escudo de piedra pequeño sobrepuesto a la cruz santiaguista con dos cabezas de querubines en el jefe que deja entrever la policromía que en tiempos mostró. Ya en el interior, en lamentables condiciones de conservación como consecuencia de humedades, observaremos sobre las pechinas que soportan la cúpula, cuatro deterioradas imágenes de las armas de pintar de la familia que permiten en su conjunto vislumbrar como estuvieron representadas en sus orígenes las policromadas armas de los Soto‑Guzmán. También podemos observar otros dos escudos, los mejor conservados, que se encuentran posicionados sobre los dinteles de las puertas de cada uno de los muros laterales del altar, uno con la cruz de la Orden de Santiago y el otro con el timbrado eclesiástico[71]. En todos ellos vemos un escudo partido donde a su siniestra, en azur, se representa un águila de oro con bordura en mismo color, orlada de ocho candados abiertos, también de azur. A la diestra, cuartelado en sotuer, primero y tercero, en azur, caldera de oro, jaquelada en gules, con cabezas de sierpes en sus asas; en segundo y cuarto, en plata, cinco armiños de sable, todo ello con bordura jaquelada de plata, con castillos de oro, alternándose con leones rampantes en sable, armas que como podemos observar, difieren de las descritas por Alonso‑Cadenas López[72] para este linaje. Sobrepasando la capilla a través de la puerta que permite el acceso a la cripta, al lado izquierdo, volvemos a encontrar otro blasón de similares características al existente en el dintel de la entrada, pero en este caso sin los dos querubines en el jefe.

Imagen 18. Armas de los Soto-Guzmán (Capilla del Sagrario, Colegiata de Santa María, Briviesca, Burgos).
Imagen 19. Armas de los Soto-Guzmán (Capilla del Sagrario, Colegiata de Santa María, Briviesca, Burgos).

Concluyó, como hemos dicho, la construcción de la capilla barroca del Sagrario en 1673 y bajo su cripta fueron depositados los restos de Francisco Soto Guzmán en 1697[73]. También se mandaron trasladar los de Domingo y de Estébano, padre y abuelo del referido; tal como reza en la inscripción que hay en el muro lateral, frente a la entrada de la capilla, bajo el escudo adornado con capelo cardenalicio:

DOM || AQVI SE TRASLADARON I REPOSAN LOS HVESOS I CENIZAS || Y SERÁ PERPETVA LA BVENA MEMORIA || DE LOS NOBLES I VIRTVOSOS SEÑORES || ESTEPHANO DE SOTO BONIFAZ I DOÑA ANA DE GVZMAN SU MVGER || I DOMINGO DE SOTO GVZMAN FAMILIAR DEL S. OFº DE LA INQVISICIÓN || I DOÑA MARIANA RVIZ DE ALMENDRES SV MVGER || ABVELOS I PADRES DE LOS SEÑORES || DON FRANCISCO DE SOTO GVZMAN || CABALLERO DEL ORDEN DE SANTIAGO, DEL CONSEJO DE SV MAGESTAD || ALGVACIL MAIOR PERPETVO DEL SVPREMO ESTADO I GVERRA || I LICENCIADO DON IVAN DE SOTO GVZMAN || ABOGADO TITVLAR DEL SANTO OFICIO DE LA INQVISICION || ARCEDIANO, DIGNIDAD I CANÓNICO DE LA SANTA IGLESIA DE BADAJOZ || I DOTOR DON MARTIN DE SOTO GVZMAN || DEL CONSEJO DE S. M., INQVISIDOR APOSTOLICO DE MEGICO I Rº DE NVEVA ESPAÑA || TESORERO, DIGNIDAD I CANÓNIGO DE LA S. IGLESIA DE PLASENCIA || FVNDADORES I PATRONOS || DESTA CAPILLA I SV ALTAR I ADORNOS, SACRISTÍA I ENTIERROS || I DE LAS MISAS I FESTIBIDADES || QVE SE AN DE CELEBRAR EN ELLA PERPETVAMENTE. || AÑO DE M.D.C.LXXIII.

Por encima del escudo existe otra inscripción del tenor siguiente:

LOS QVE VISITAREN || ESTA CAPILLA || GANAN TODAS LAS GRACIAS E INDVL || GENCIAS QUE ESTAN CONCE || DIDAS A TODAS LAS IGLESSIAS I AL || TARES DE LA SANTA CIVDAD DE || ROMA QUE SON INFINITAS EN || GRAN MANERA I QVANTAS BE || CES ENTRAREN REZANDO LO QVE QVISIEREN GANAR INDVL || GENCIA PLENARIA DE REMISSION || DE SUS PECADOS.

Inscripción que junto a la que está sobre el dintel de la puerta de la entrada, «QVANTAS INDVLGENCIAS ESTAN CONCEDIDAS || A LAS IGLESSIAS DE LA SANTA CIVDAD DE ROMA || SE GANAN EN ESTA CAPILLA TODOS LOS DIAS», dan fe de la bula papal traída de Roma por Martín de Soto Guzmán que permitía ganar indulgencia a todos aquellos que visitasen la capilla.

Imagen 20. Francisco de Soto Guzmán y Ruiz, marqués de Torre-Soto, retrato de Juan Carreño de Miranda (casa consistorial de Briviesca, Burgos).

En esta capilla estuvo expuesto el retrato[74] del artífice de la fundación de la misma[75] donde se podía observar, con matices, las armas de los Soto‑Guzmán[76]. El lienzo en cuestión es un retrato solemne, de colores apagados y fondo neutro, sin recreaciones en los adornos u otros elementos y donde observamos las características que denotan la impronta del pintor avilesino Juan Carreño de Miranda, autor de la obra. Las malas condiciones ambientales de la capilla deterioraron a tal punto la pintura que hubo de ser reparada y trasladada a la casa consistorial de Briviesca, donde a la fecha se encuentra.

Francisco de Soto Guzmán y Ruiz, principal promotor de esta capilla barroca, se casó con Lorenza Antonia Muñoz, de cuyo matrimonio nació una única hija llamada Mara Gabriela Soto Guzmán, sobre la que recayó el cuantioso mayorazgo fundado por sus padres en septiembre 1693 «de acuerdo y conformidad en virtud de facultad real de Su Magd», donde se incluían además los bienes de Briviesca, las casas sitas en las madrileñas calles de Hortaleza y Jesús María o Segunda Espada, junto con otra enfrente de esta última donde se hallaban las caballerizas y cocheras[77].

María Gabriela de Soto Guzmán se unió en matrimonio en 1678[78] con Francisco Antonio Soto Portillo, un pariente suyo de origen briviescano, de 18 años y vecino de Cádiz, que ya era caballero de la Orden de Santiago[79]y que a raíz de su matrimonio pasó a llamarse Francisco Antonio Soto Guzmán, por imposición de la cláusula del mayorazgo de su suegro que requería tomar el apellido “Soto Guzmán”. Francisco Antonio era por línea paterna tataranieto de Pedro [Fernández] de Soto, natural de Quintanilla Cabe Rojas y biznieto de Andrés de Soto Carranza y María Sáenz de Vargas, vecinos del mismo lugar, quienes fueron padres en 1593 de Juan de Soto Sáenz de Vargas, «cuyos ancestros por baronia y apellido fueron caballeros hijosdalgo notorios de sangre y no de privilegio» como se constata a través de los padrones de calle hita de Quintanilla. Andrés, nombrado diputado de las cuadrillas de Rojas en 1589, constará como hidalgo notorio en los padrones de Quintanilla entre 1604 y 1614 tras probar su estado en la Real Chancillería. Su hijo Juan[80], que al igual que su padre figura en tal estado entre 1604 y 1645 en los citados padrones, se casó con Catalina Martínez, vecina y natural de Quintanilla, padres en 1618 del capitán[81] Juan de Soto Martínez que a corta edad se trasladó a Cádiz donde pronto medró llegando a ser regidor perpetuo de la ciudad. Se casó en 1649 con la gaditana Isabel Paula Portillo[82] que, tras enviudar[83],pasaría a ser marquesa de Villacampo al unirse nuevamente con el burgalés Antonio Fernández de Castro y la Moneda. De la unión de Juan de Soto e Isabel Portillo nacieron: Gaspar, Manuel, Catalina María, Isabel Dominga, casada con Juan Revilla Calderón, y Francisco Antonio Soto Portillo.

Catalina María Soto Portillo entroncó con los Toñanejos al casar con el santiaguista Miguel López Toñanejos de Luna[84], padres de Juan López Toñanejos Soto, también caballero de Orden de Santiago como su padre[85]. Catalina, tras enviudar, volvió a casarse con el cántabro Juan Gutiérrez del Mazo Puente, descendiente de la Casa del Mazo de Sierrapando[86], cuyo matrimonio aportará a Juan el cargo de proveedor de las provisiones generales de Andalucía y presidios de Cádiz hasta entonces en poder de Miguel López Toñanejos. Juan, caballero calatravo en 1673, tendrá con Catalina siete hijos, entre ellos a José Gutiérrez del Mazo Soto, capitán de infantería y caballero santiaguista en 1694.

En cuanto al referido Francisco Antonio Soto Portillo, además de caballero de la Orden de Santiago fue gentilhombre de boca de S.M., alguacil mayor de los consejos de estado y guerra, regidor perpetuo de Cádiz y marqués de Torresoto[87]. Debió ser poco avenido su matrimonio con María Graciela Soto Guzmán pues en 1689 se disolvió, quedando como fruto de esta unión tres hijas: Isabel María de Soto Guzmán que se casó con el madrileño Diego Abarca Maldonado Mendoza, padres de Francisco Abarca Maldonado Soto, en quien recayó el mayorazgo a la edad de 5 años[88]; Mariana de Soto Guzmán, que contrajo matrimonio con Manuel Uría. Y finalmente, la más pequeña, Lorenza.

Al fallecer Mariana sin descendencia en 1757 y dado que por esas fechas sus hermanas y sobrino ya eran difuntos, se inicia un largo proceso judicial por el mayorazgo fundado por sus abuelos, en el que se ven involucrados los Toñanejos[89]; Isidro de la Peña Guzmán, hijo de Diego de la Peña Guzmán y por consiguiente sobrino nieto de Francisco de Soto; Mariana Ruiz de Almendres; y por último el cabildo de la colegiata[90]. Finalmente las cuantiosas propiedades del mayorazgo pasan a ser propiedad del Arcedianato de Briviesca y de la Colegiata de Santa María, en las que se incluían no solo las posesiones rusticas, sino también libros, joyas y lienzos de pintores de la importancia de Juan Carreño de Miranda, José de Ribera el Españoleto o Bartolomé Esteban Murillo[91].

Sotos burebanos

Una línea emparentada con los Soto Guzmán que pasó a Castrojeriz, en la comarca burgalesa de Odra-Pisuerga, tiene su origen en la localidad briviescana de Las Vesgas de donde eran naturales Pedro de Soto el Viejo y su segunda esposa Casilda Alonso, padres de Gaspar de Soto que en 1612 casó en primeras nupcias con María González de Medina y en segundas, en 1614, con Catalina Pérez Hernaiz, de cuya unión nacerá en 1620 Pedro de Soto Pérez que, en compañía de sus hermanos Gaspar[92], Casilda y Juan[93], pasó a Castrojeriz a ejercer como «maestro de niños de primeras letras» y donde «se tratava de Pariente con los demas que alli vivian de Su apellido». Allí se unió en matrimonio a María Quintano y allí falleció en 1701 bajo testamento en el que indicaba ser padre de Felipe, María, Juan, Catalina y Pedro de Soto Quintano que en 1692, a la edad de 40 años, contraerá nupcias en la ciudad de Burgos con María Martínez Díez de Mata, regresando a Castrojeriz donde ejercerá el oficio de boticario hasta 1704, año en que se traslada a la villa de Madrid para hacerse cargo de los bienes de un difunto hermano y donde fallecerá. Sus hijos fueron: Felipe, María, Juan, Pedro, Catalina y Francisco Soto Martínez.

Francisco[94] nace en Castrojeriz en 1695 y contrae nupcias en 1715 con Jacinta de Chavarria Castroverde, siendo padres de Francisco, Francisca y Antonio Soto de Chavarria. A mediados del s. XVIII pasó a Palacios de Campos donde se casó con Francisca Pérez. Su hermano Francisco contrajo matrimonio en Castrojeriz con Manuela Alonso de cuya unión nacerá Francisco María de Soto Alonso. Francisco Soto Martínez y Francisco Soto de Chavarria litigarán en 1751 a favor de su hidalguía[95], por si y por sus hijos, ganando carta ejecutoria en 1773[96] por ser «hixosdalgo notorios de sangre de sus padre Abuelo y demas ascendientes en los lugares donde estos an vivido y tenido bienes».

Otra línea hemos que situarla en la pequeña localidad de Quintanilla Cabe Rojas[97] de donde era natural Pedro Fernández de Soto, tatarabuelo del citado Francisco Antonio Portillo, que en su unión con María Díaz engendró tres hijos: el ya citado Andrés de Soto Carranza; Fernando de Soto, hombre de armas que como veremos pasó a tierras malagueñas; y Sancho Fernández de Soto, el mismo que contraerá nupcias en Quintanilla Cabe Rojas con Juana Fernández, padres de Pedro y Juan Fernández de Soto quienes litigaron su estado en la Real Chancillería de Valladolid entre 1536 y 1547, ganando carta ejecutoria el 18 de septiembre de 1548[98]. Por la documentación aportada en el litigio sabemos que Pedro pasó a Castrojeriz donde contrajo nupcias y perdemos su pista. En cuanto a Juan, se estableció en la vecina Briviesca hacia 1536, lugar donde fue tratado como hidalgo notorio, idéntico tratamiento del que gozaron su padre y abuelo en el lugar de Quintanilla Cabe Rojas y su hermano en Castrojeriz. Fue padre de otro Juan Fernández de Soto, natural de Briviesca, que contrajo con Ana Carranza y de cuyo matrimonio nacieron Bautista y García Soto Carranza.

García de Soto Carranza, conocido como el Viejo, se casó con Casilda Cabrera[99] con la que tuvo por hijos a Diego, Pedro, Bautista y García Soto Carranza, todos nacidos en Briviesca. Años más tarde esta familia pasó a residir a Santo Domingo de la Calzada donde su padre fue regidor perpetuo. De los hijos, Baltasar fue procurador en Briviesca donde se unió a María Marroquín, siendo padres de Juan y José Soto Marroquín. Diego pasó a Soldueño donde ejerció de escribano y contrajo nupcias con Juana Valdivieso y Rojas. Fue alguacil del obispo Diego de Mardones[100] y padre de Manuel, Francisco, Juan y Diego Soto que tomó la carrera eclesiástica siendo racionero de la catedral de Córdoba[101] y al igual que sus hermanos no utilizó el apellido materno, figurando como Soto Carranza o Fernández de Soto Carranza.

Imagen 21. Armas de los Gómez-Soto (Calle Mayor, Briviesca, Burgos).

Bautista de Soto Carranza pasó a Cubo de Bureba, casándose con Beatriz Valderrama, padres del escribano Juan Bautista de Soto Valderrama, que junto Isabel Villalba Quirós fueron padres de Casilda de Soto, segunda esposa del briviescano Domingo de Soto Guzmán. Oñate Gómez menciona a un Bautista de Soto[102], no sabemos si se trata del anterior, escribano del número de Briviesca y padre de Clara de Soto que en 1633 contrae con el toledano Diego Gómez de Soto y que Oñate relaciona con escudo de armas situado en la calle Mayor de Briviesca. Timbrado de yelmo y lambrequines aparece un escudo formando seis cuarteles «partido de un rasgo y cortado de dos»[103]: en el primero, cruz flordilesada, tercero, un racimo de uvas; quinto, una banda y cada uno de sus cantones una estrella de ocho puntas; en el segundo, cinco candados abiertos; cuarto, águila exployada, y en el sexto, tres copas en la punta con tres flores de lis en el jefe[104].

Imagen 22. Iglesia de Santa Cecilia (Hermosilla, Burgos).

Cerca de Poza de la Sal, al este, se encuentra un pequeño altozano que contempla la entidad de Hermosilla. En él se encuentra una iglesia románica dedicada a Santa Cecilia Virgen y Mártir[105] a la que «a mediados del siglo XVII se añadieron a la nave las dos capillas que forman el transepto, erigidas por Marcos Gómez-Soto, canónigo de la Catedral de Ávila»[106]. Supone Oñate que debe de ser el mismo que figura en una partida de bautismo de esta localidad fechada el 7 de mayo de 1617 donde figura un Marcos hijo de Francisco Gómez Soto y de Casilda, su segunda esposa, sin constar apellido[107]. En 1666 figura como juez de capellanes de la catedral de Ávila y en 1685 se encargará de la contratación de músicos para su capilla[108].

Imagen 23. Armas de los Gómez-Soto (Iglesia de Santa Cecilia, Hermosilla, Burgos).

Poco más sabemos de este clérigo, salvo que a él se debe la colocación de las armas de los Gómez-Soto en el muro exterior de la capilla meridional de la iglesia, un blasón bien conservado timbrado de yelmo y lambrequines donde destacan varias cabezas humanas y mascarilla en la punta, que rodea un campo cuartelado con bordura de cordón: en el primero águila exployada y coronada con diez calderas, cuatro en el jefe, cuatro en la punta y una a cada lado del águila; en el segundo presenta un castillo donjonado sobre olas (?); en el tercero tres flores de lis, dos y una, en el jefe sobre tres barras en la punta, y en el cuarto, árbol con león empinante al tronco[109]. Sobre el arco que da acceso a la iglesia, situado en el muro meridional del tramo central de la nave, se vuelven a repetir idénticas armas con la salvedad que las diez calderas del primer cuartel se encuentran en la punta, cinco a cada lado del águila[110].

Imagen 24. Armas de los Gómez-Soto (Iglesia de Santa Cecilia, Hermosilla, Burgos).

También próxima a Poza de la Sal, pero más al norte, se encuentra Salas de Bureba donde encontramos nuevamente las armas de los Gómez-Soto. Apunta Oñate[111] que aquí se estableció procedente de Hermosilla Vicente Soto Zaldívar, suponiéndole una relación con la casa de ladrillo que se encuentra junto a la bifurcación que da salida al cementerio y a Aguas Calientes. En su fachada presenta un escudo cuartelado con ligeras modificaciones a los ya vistos. En el primer cuartel, águila bicéfala con seis calderas, tres a cada flanco; en el segundo un castillo adonjonado con el lema “TORRE DE HOZ ABEXAS” en sus francos; en el tercero tres flores de lis, dos y una, con dos estrellas de ocho puntas en el jefe sobre tres barras en la punta, y en el cuarto, árbol con cerdo (?) empinante al tronco[112].

Imagen 25. Armas de los Gómez-Soto (Salas de Bureba, Burgos).

Oñate nos habla de otro escudo en el lugar burebano de Lences, relacionándolo con Alonso de Soto y a sus hermanos Francisco y Pedro «A un extremo de la villa de Lences, en un edificio que sirve de pajar, hay un escudo de armas muy deteriorado. Su campo es cortado y medio partido: 1) Un árbol y empinado a su árbol un león. La bordura cargada de aspas o soutieres. 2) Sin posibilidad de estudio debido a su estado. 3) Un águila con las alas extendidas y la cola baja y esparcida. En la bordura 8 calderas. Armas de los Soto»[113].

Lamentablemente en nuestra visita a Lences no hallamos el pajar citado y si en su lugar una casa de reciente construcción. El propietario de la misma, un hombre parco en palabras, no quiso dar detalles del paradero del escudo limitándose a indicar que “se lo han llevado a algún lugar de La Bureba”.


[1] Pedro I, ante la toma de Pancorbo por parte Enrique II, ordena a Gutiérrez Gómez de Toledo la fortificación de la villa de Briviesca. Sagredo Fernández, Félix, Briviesca antigua y medieval. De Virovesca a Briviesca: Datos para una historia de La Bureba, [S.l. : El autor], 1979, p. 186.

[2] «Ruy Perez de Soto a quien el Rey Dn Alfonso 11º armo Caballero de la banda en su institución en 1330 ejecutando lo mismo en su hijo Juº de Soto que algunos llaman Juan Gurriezo (sic) de Soto quien se hallo en la batalla de tarifa contra los infieles el 30 de octubre de 1340, ambos descendientes de Gutierre Álvarez de Soto fundador del primer solar de soto cerca de covadonga». Pérez Dávila, Op. cit., f. 247v.

[3] Guerra y Villegas, José Alfonso, Minutas de Linajes de España. Vol. 7. BN, manuscrito Mss/11780, pp. 141r‑141v.

[4] Los antiguos fueros de Castilla imponían 500 sueldos de pena pecuniaria a quienes originaban perjuicio u ofensa grave a personas nobles, pena que se entregaba a la persona agraviada. En nuestro caso un hidalgo perjudicado, bien por injurias o por daño en su persona, honra o hacienda, podía reclamar en satisfacción los quinientos sueldos. El origen de este término no está del todo claro, como bien dejó reflejado Alonso Téllez en sus escritos «Hijos Dalgo de devengar quinientos sueldos, segun algunos se dixo, porque el Conde Don Sancho de Castilla mando que los cavalleros Castellanos, no pechasen, ni fuesen a las guerras sin soldada la cual era quinientos sueldos a cada uno, fuesse recobrando España, zeso el acostamiento de los sueldos y con el la cuasa del apellido de llevarlos, qudo solamente la memoria de dezirse hijos dalgo de devengar quinientos sueldos. Otros dizen que promedio desde quando se hurtaron las dozellas que se decian de Tributo a los moros que impuso el Rey Mauregato, y que a los caudillos y capitanes y gente principal que se hallo en la pelea de Cavijo con el rey Don Ramiro, se les dio de por vida quinientos sueldos, y que sus sucesores se quedaron con tal renombre. Otros que al tiempo que España comento a restaurarse los que no eran para la guerra davan a lo que yban a ella un tanto a manera de sueldo y acostamiento, y que a los que militavan les llamavan hijos dalgo devngar quiniºs sueldos, y que el sueldo procedio de la soldada, y della los soldados. Otros que tiene origen de los cinco mrs de pecho qe el Rey Don Alsº Nono pidio para la guerra de Cuenca quando Don Nuño de Lara por si y en nombre de los hijos dalgo lo contradixo, lo cierto, y en lo que concuerda el Doctor Cobarrubias, Obpo. de ciudad Rodrigo en el libro de monedas y otros que han investigado este caso, es qe antiguamente se estimavan las injurias a los hijos dalgo, en mayor grado a los plebeyos, devengando, mas suma de dinero». Téllez de Meneses, Alonso, Lucero de la nobleza. BN, manuscrito Mss/1446, siglo XVII, pp. 26r‑26v.

[5] Flórez de Ocariz, Juan, Libro segundo de las genealogías del Nuevo Reino de Granada, Madrid, por Ioseph Fernandez de Buendia, 1676, pp. 414‑416.

[6]  Vid. imagen 9.

[7] En referencia a Gutierre Álvarez de Soto, fundador del primer solar de Soto en Cangas de Onís.

[8] Barreiro, Nobiliario original. Vol. 4. BN, manuscrito Mss/11418, p. 424v.

[9] Hijo a su vez del también llamado García Hernández de Soto, natural de Soto de Bureba.

[10] Diego de Rojas Manrique, IV señor de Poza, era hijo de Juan Rodríguez de Rojas y de Elvira Manrique. Estuvo al servicio de Enrique IV y se casó con Catalina de Castilla, nieta de Pedro I el Cruel, sin que esta unión hubiera hijo varón que le sucediera por lo que el señorío de Poza pasó su hija Elvira de Rojas y Castilla. Salazar y Castro, Luis de, Historia genealógica de la casa de Lara : justificada con instrumentos, y escritores de inviolable fe, Madrid, en la Imprenta Real, por Mateo de Llanos y Guzman, 1696-1697. 

[11] Así lo declara en 1549 Juan Sánchez de Carranza, vecino de Pancorbo, quien testifica en el pleito de hidalguía entablado por Andrés Hernández de Soto el Mozo, nieto de García y Elvira, que afirma que siendo paje de Diego de Rojas conoció a García Fernández de Soto, hermano de Andrés Hernández de Soto el Viejo, por consiguiente hijo de los anteriores, cuando este era «alcaide de la casa fuerte del lugar Cubo por Diego de Rojas, la cual dicha casa hoy tenía y poseía el Marques de Poza, nieto de Diego de Rojas». Ejecutoria del pleito litigado por Andrés Fernández de Soto, vecino de Cubo de Bureba (Burgos). Año 1549. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 677, pieza 84.

[12] Pleito de Andrés Hernández de Soto, vecino de Cubo de Bureba (Burgos). Año 1546. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 170, pieza 27.

[13] Ejecutoria del pleito litigado por Andrés Fernández de Soto, vecino de Cubo de Bureba (Burgos). Año 1549. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 677, pieza 84. Caja 170, pieza 27.

[14] «e conocia a los soto que heran quatro primos los quales avia oydo decir que heran primos deste que contiendia por parte de su padre, los quales heran avidos por hijosdalgo». Ibid. f. 8r.

[15] Flórez de Ocariz, Op. cit., p. 416.

[16] Piferrer, Francisco, Nobiliario de los reinos y señorios de España : contiene las armas y blasones de los reinos, provincias … / por Francisco Piferrer ; ilustrado con un Diccionario de Heráldica ; adornado con mas de dos mil escudos de armas por acreditados artístas, heraldos y profesores de Bellas Artes, Madrid, [s.n.], 1858, tomo 2, p. 66. Apud Flórez de Ocariz, t. 2, árb. 29, pár. 108, p. 416.

[17] Ortega de Soto Salas contrajo matrimonio con Catalina de Estrada. Un hijo de este matrimonio, llamado Juan Ortega de Soto, pasó a Nueva España en junio de 1578 como «criado de Juan de Oropesa». Romera Iruela, & Galbis Díez, Archivo general de indias, vol. 6 (1578‑1585), registro núm. I‑120.

[18] Palacio y Villamor, Juan, Certificaciones de hidalguía de diversos apellidos españoles, BN, manuscrito Mss/11591, ff. 68r‑98v.

—En el archivo de la Real Chancillería de Valladolid se encuentran varios pleitos de los nietos de García Hernández de Soto y Elvira Hernández relacionados con su hidalguía.

Pleito de Juan de Soto, su hermano Pedro de Soto y sus primos Ortega de Soto y García Hernández de Soto, vecinos todos de Cubo de Bureba (Burgos). Año 1546. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 171, pieza 13.

Ejecutoria del pleito litigado por García de Soto, vecino de Cubo de Bureba (Burgos). Año 1549. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 677, pieza 54.

Ejecutoria del pleito litigado por Pedro de Soto, vecino de Cubo de Bureba (Burgos) Año 1547. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 648, pieza 55.

[19] Palacio y Villamor, Op. cit., f. 69. Vid. imagen 10.

[20] Hita, Juan Francisco, Blasones de varias familias de España. Vol. 7. BN, manuscrito Mss/11629, f. 327r.

[21] Flórez de Ocariz, Op. cit., p. XX.

[22] Vid. imagen 11.

[23] Ejecutoria del pleito litigado por Lucas Hernández, vecino de Illescas (Toledo), con el concejo de dicha villa, sobre hidalguía. Año 1614. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 2152, pieza 16.

[24] Pleito de Juan Segundo Hernández y su hermano Pedro, vecinos de Yuncos (Toledo) y Madrid. Año 1736. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 928, pieza 69.

[25] Sebastiana Lozcaya falleció con anterioridad a 1641 y Diego de Soto a 1647. En 1645 aún vivía Diego, pues ese año declara que su hijo, mayor de 14 y menor de 25, es «habil, persona emancipada y administrador de sus propios heredades».

[26] Pleito de José Hernández de Soto, vecino de Cubo de Bureva (Burgos), jurisdicción de Briviesca (Burgos). Año 1648. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja  556, pieza 14.

[27] Ejecutoria del pleito litigado por José Hernández de Soto, vecino del lugar de Cubo, jurisdicción de Briviesca (Burgos), sobre su hidalguía. Año 1648. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 2760, pieza 33.

[28] Ejecutoria del pleito litigado por José Hernández de Soto, arcediano de Burgos (sic), vecino de Briviesca. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 2986, pieza 32.

[29] Baños de Velasco y Acevedo, Op. cit., f. 361r.

[30] Catalina Collantes Soto Inga (también Catalina Hernández Mohedano Collantes) era nieta de Alonso de Soto, un vallisoletano que pasó a Nueva España y donde, en la ciudad de Cuzco, tomó por esposa a la mestiza Mencía Collantes Inga. Mencía era hija de Francisca Inga, una sobrina de Huayna Cápac que fue robada del palacio de Cajamarca por el capitán Juan Muñoz de Collantes.

[31] Nace en Santafé, en el Nuevo Reino de Granada, a principios del s. XVII. Fue Obispo de Santa Marta (Cartagena) en 1669 y posteriormente obispo de Bogotá. Fallece en Panamá en 1688 y es sepultado en el colegio de Jesuitas del mismo lugar. Restrepo, Vicente, Apuntes para la biografía del fundador del Nuevo Reino de Granada, y vidas de dos ilustres prelados, hijos de Santafé de Bogotá. [S.l.], [s.n.], 1897 (Bogotá : Imp. de Antonio M. Silvestre).

[32] Guerra y Villegas,  Op. cit., p. 142r.

[33] Flórez de Ocariz, Op. cit., p. 416.

[34] Pleito de Juan de Soto, su hermano Pedro de Soto y sus primos Ortega de Soto y García Hernández de Soto, vecinos todos de Cubo de Bureba (Burgos). Año 1546. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 171, pieza 13.

[35] Ejecutoria del pleito litigado por Pedro de Soto, vecino de Cubo de Bureba (Burgos). Año 1547. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 648, pieza 55.

[36] Juego de destreza reminiscente de las prácticas caballerescas de la edad media limitado a la nobleza, por ser lanza y caballo elementos imprescindibles para participar en él. Era organizado por un «mantenedor» que aportaba sus premios y lo integraban una serie de participantes llamados «aventureros» que se inscribían con el fin de medirse en la justa aportando también sus propios premios. Si ganaba el aventurero se llevaba los del mantenedor y si perdía, dejaba los suyos.

— «CORRER SORTIJA. Fiesta de á caballo que se executa poniendo una sortija de hierro del tamaño de un ochavo segoviano, la qual esta enCajada en otro hierro, de donde se puede sacar con facilidad, y este pende de una cuerda, ó palo tres o quatro varas alto del suelo; y los caballeros, ó personas que la corren, tomando la debida distancia, á carrera, se encaminan á ella, y el que con la lanza se la lleva encaxandola en la sortija, se lleva la gloria del mas diestro y afortunado». Diccionario de la lengua castellana : compuesto por la Real Academia Española, reducido á un tomo para su más fácil uso, Madrid, por la viuda de Don Joaquin Ibarra, 1791, p. 777.

[37] Barreiro, Nobiliario original. Vol. 4. BN, manuscrito Mss/11418, p. 424v.

[38] Los testigos presentados en el pleito de hidalguía de sus hijos, indican que paso a vivir con Juan de Chaves Bañuelo, regidor de la villa. Ejecutoria del pleito litigado por Francisca Lozano, como tutora de Francisco, Alonso y Juan Fernández de Soto Bañuelos, vecina de Torrejón de Velasco, con el concejo de la misma, sobre hidalguía. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 2316, pieza 20.

[39] «presentados los alcaldes ordinarios de esta villa en cassa de doña francisca biuda mujer que fue de gonçalo de soto vzos de esta dha villa a pedirle diez y seis maravedís que se le avian rrepartido en el dho padron a la dicha doña Franca Loçano viuda del dho gonçalo como me tutora y curadora de franco gonçalo y alonso y juan sus hijos lexitimos y del dho su marido la qual dixo que ella no queria pagar cossa alguna por que no lo debia por ser libre Por aber ssido cassada con el dho gonçalo de soto su marido que era honbre noble y hijodalgo y como tal a ella y a los dhos sus hijos no se le podia rrepartir ni pedir cossa alguna del dicho rrepartimiento […] y el dho bernardo de aragon como tal corredor del padron dixo que el tenia que sacar prendas o dineros por rraçon del dho rrepartimiento de en cassa de dha doña Franca Loçano […] y ansi tomo y ssaco contra la voluntad de dha doña franca un platoncillo de peltre grande para le bender por los dhos diez y seis mrss para se açer pago por ellos». Ejecutoria del pleito litigado por Francisca Lozano, como tutora de Francisco, Alonso y Juan Fernández de Soto Bañuelos, vecina de Torrejón de Velasco, con el concejo de la misma, sobre hidalguía. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 2316, pieza 20, ff. 4r‑4v.

[40] Pleito de Francisca Lozano, viuda de Gonzalo Soto, y sus hijos Alonso, Francisco y Juan de Soto, vecinos de Torrejón de Velasco (Madrid). Año 1618. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 222, pieza 9.

[41] Barreiro, Nobiliario original. Vol. 4. BN, manuscrito Mss/11418, p. 424v.

[42] En el pleito entablado por su madre sobre su hidalguía son citados como «Soto Bañuelos». Ejecutoria del pleito litigado por Francisca Lozano, como tutora de Francisco, Alonso y Juan Fernández de Soto Bañuelos, vecina de Torrejón de Velasco, con el concejo de la misma, sobre hidalguía. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 2316, pieza 20.

[43] Bienes de difuntos: Cristóbal de Soto. AGI, Contratación, legajo420, N. 8.

[44] Expediente de Juan Fernández de Soto. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 3026.

[45] Vid. imagen 12. AHA, Documentación Palacio de Labra, caja 19050, apartado 50 bis.

[46] Pleito de Ignacio Fernández de Soto, vecino de Illescas y originario de Pinto. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 1158, pieza 3.

[47] «Santa Fe que fue una villa que se fundó en medio del Real durante el cerco de Granada». Fernández de Oviedo, Gonzalo, Batallas y Quincuagenas, tomo I, siglo XVII. BN, manuscrito Mss/3134, p. 371.

[48] Traslado hecho en 13 de noviembre de 1533 a petición de Bernaldino de Soto de varios padrones de Briviesca. Años 1447, 1450, 1462, 1464, 1512, 1518 y 1520. AChV, Protocolos y Padrones, caja 129, pieza 15.

[49] Ejecutoria del pleito litigado por Bernardino de Soto, vecino de Briviesca (Burgos). AChV, Registro de Ejecutorias, caja516, pieza 6.

[50] Traslado hecho en 13 de noviembre de 1533 a petición de Bernaldino de Soto de varios padrones de Briviesca. Años 1447, 1450, 1462, 1464, 1512, 1518 y 1520. AChV, Protocolos y Padrones, caja 129, pieza 15.

[51] Uno de los testigos presentados por Bernardino de Soto, un vecino de Briviesca que responde al nombre de Luis Alonso, declara que Juan de Soto, padre del pretendiente, pasó a vivir a Poza de la Sal con Sancho de Rojas. Otro testigo, Pedro López de Calzada, vecino de Pancorbo, declara que tras casarse Juan en Briviesca pasó a vivir a Poza con Diego de Rojas y después con Martín de Rojas, su hermano. Ejecutoria del pleito litigado por Bernardino de Soto, vecino de Briviesca (Burgos). AChV, Registro de Ejecutorias, caja 516, pieza 6, ff. 6v. & 8r.

[52] Tras la batalla de Toro algunos de los nobles que habían estado enfrentados a Isabel se vieron favorecidos por la indulgencia de la reina, como es el caso de Rodrigo Girón, que fue confirmado como maestre de la Orden Calatrava. Nombramiento que no resultó del agrado de Alfonso de Aragón, debido a sus diferencias con Rodrigo. Con el fin de mitigar el agravio, Isabel dio a su cuñado la bendición para contraer con una de sus damas, la ya citada Leonor de Soto.

[53] Oñate Gómez, Francisco, Blasones y linajes de la provincia de Burgos. [Burgos], F. Oñate, D.L. 1991, tomo I. Partido judicial de Briviesca, p. 40.

[54] Andrés, Jesusa de, “Don Domingo de Soto y Guzmán. Secretario del Ayuntamiento de Briviesca”, en Boletín de la Institución Fernán González (BIFG), núm. 171, 1968, p. 260.

[55] «compra al Ayuntamiento el servicio de escribanía que quedó vacante por muerte del escribano Guilarte». Ibíd.

[56] Vid. imagen 13.

[57] Vid. imágenes 14 y 15.

[58] Barreiro, Nobiliario original. Vol. 4. BN, manuscrito Mss/11418, p. 427v.

[59] Cristóbal Martín, Ángeles, Confianza, fidelidad y obediencia. Servidores inquisitoriales y dependencias personales en la ciudad de Logroño (Siglo XVII), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1994, p. 125.

[60] Pese a estar autorizado a pasar a Nueva España con cuatro criados y una criada, solamente le acompañan dos: Pedro Pérez, de 16 años, y Pedro Allende, de 14. Ambos naturales de la villa de Yanguas e hijos de familiar del Santo Oficio. Expediente de información y licencia de pasajero a indias del doctor Martín de Soto y Guzmán, fiscal del Tribunal de la Inquisición en México. AGI, Contratación, legajo 5437, N. 1, R. 8.

[61] Nombramiento de Martín de Soto y Guzmán. AGI, Contratación, legajo 5790, L. 1, ff. 99 a 100.

[62] Méritos de Martín de Soto Guzmán. AGI, Indiferente General, legajo 203, N. 82.

[63] Oñate Gómez, Op. cit., p. 40.

[64]Expediente para la concesión del título de Caballero de la Orden de Santiago a Francisco de Soto Guzmán. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, expedientillo 3893.

— Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Francisco de Soto Guzmán y Ruiz, natural de Briviesca. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 7856.

[65] «guarda mayor de todos los que gozan del fuero de la guerra y juez con jurisdicción especial para conocer de contrabandos así en la Corte como en todas las ciudades, villas y lugares de todos los reinos y señoríos de su majestad». Sagredo y Fernández, Félix, Un siglo de oro en Briviesca, 1568‑1668 : arte e historia, Burgos, Hijos de Santiago Rodriguez, 1968, p. 32.

[66] Mención de haberse creado el título de Marqués de Torre Soto el 21 de octubre de 1689. AHN, Consejos, legajo 5240.3bis.

[67] Consulta a instancia de don Francisco Antonio de Soto, Marqués de Torre Soto, sobre que se le devuelva el despacho de su título con nota de ser perpetuo y no del número de los que quedaron vitalicios. Se niega. AHN, Consejos, legajo 4474 A, exp. 128.

[68] Ubicado a extramuros de Briviesca fue conocido también como Hospital de Peregrinos y a él destinó Francisco de Soto Guzmán importantes partidas económicas.

[69] Vid. imagen 16.

[70] Vid. imagen 17.

[71] Vid. imágenes 18 y 19.

[72] «Soto-Guzmán. Partido: 1°, en azur, un águila, de oro; bordura de oro con ocho candados abiertos, de azur. 2°, cuartelado en aspa: primero y segundo, en azur, una caldera jaquelada de oro y gules, con cuatro cabezas de sierpe en cada asa, y segundo y tercero, en plata, cinco armiños, de sable, puestos en cruz; bordura jaquelada de plata, con un león rampante de gules, y de gules, con una torre de oro, aclarada de azur. Correspondientes al Marquesado de Torre de Soto, concedido por el Rey Don Carlos II a don Francisco de Soto Guzmán». Alonso-Cadenas López, Ampelio & Cadenas y Vicent, Vicente de, Blasonario de la consanguinidad ibérica : 1996‑1997, Madrid, Hidalguía, 1997, p. 33.

[73] Francisco de Soto Guzmán falleció en Madrid en junio de 1693. Pidió por vía testamentaria que su cuerpo fuese depositado por un periodo de cuatro años en la capilla de Nuestra Señora del Rosario del madrileño convento de Santo Tomás, y pasado ese tiempo, que sus restos fuesen trasladados a Briviesca para ser sepultados en uno de los nichos de su capilla del Sagrario. Pidió además ser enterrado «con el manto capitular de la horden deel Sor Santiago» y que el entierro «fuesse en secretto de madrugada o al anoçher (sic) en la forma que se acosttunbra hacer en semejantes casos y aconttezimienttos en esta corte». Testamento de Francisco de Soto Guzmán, otorgado por su viuda, doña Lorenza Antonia Muñoz, en virtud de poder. AHPCM, Protocolos de Isidro de la Fuente, t. 11259, ff. 204r‑228v.

[74] Sentenach menciona dicho retrato al indicar «frontero a la puerta, el retrato de un caballero de cuerpo entero, D. Francisco de Soto y Guzmán, sin duda de Carreño». Sentenach, Narciso, La Bureba : (provincia de Burgos), [S.l.], [s.n.], 1925 (Madrid : Fototipia de Hauser y Menet), p. 19.

[75] «Su rico Traje de calzón rojo, alta bota, peto de metal y espada en cinto, mangas de damasco blanco con brocados, ferreruelo de verde terciopelo bordado y la golilla de encaje delatan la magnificencia del alguacil mayor de los Reales Concejos y capitán de Infantería española del presidio de Tucumán». Sagredo y Fernández, Un siglo de oro en Briviesca, p. 33.

[76] «El retrato presenta a este personaje vestido con armadura de capitán sobre la que ostenta la cruz de Santiago. En la parte inferior derecha está la inscripción: «De Don Francisco de Soto Guzmán/ De hedad de 42 Años. Año De 1668». Y en el ángulo inferior izquierdo hay un escudo con punta saliente en el centro, del que pende un blasón heráldico partido: primer campo con águila exployada, orlado por ocho candados, el segundo con dos calderas, orlado por ocho cruces». Andrés González, Patricia, “El patrocinio artístico de los Soto Guzmán, en Briviesca, como exponente americanista”, en Lorenzo Sanz, Eufemio (coord.), Los castellanos y leoneses en la empresa de las Indias : Archivos, instituciones, cultura e influencia de Castilla y León en el Nuevo Mundo, [Valladolid], Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, 1993, tomo I, p. 78.

[77] Testamento de Francisco de Soto Guzmán, otorgado por su viuda, doña Lorenza Antonia Muñoz, en virtud de poder. AHPCM. Protocolos de Isidro de la Fuente, t. 11259, ff. 204r‑228v.

Diario de Madrid, 7 de noviembre de 1794, p. 1272.

[78] Expediente de pruebas de María Gabriela de Soto Guzmán, natural de la ciudad de Cádiz, hija de Francisco de Soto Guzmán, caballero de Santiago, y de Lorenza Antúñez, para contraer matrimonio con Francisco Antonio de Soto, vecino y regidor perpetuo de la ciudad de Cádiz, Caballero de la Orden de Santiago. AHN, Órdenes Militares, Casamiento Santiago, exp. 460.

[79] Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Francisco Antonio de Soto y Portillo. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 7862.

[80] Testó en 1653 dejando como testamentarios a su hijo Juan de Soto Martínez y a su sobrino Juan de Soto Guzmán. Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Juan López de Toñanejos y Soto, natural de Cádiz. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 4614.

[81] Así es citado en los padrones de Quintanilla de 1645. En los de 1662 lo anotan como hidalgo notorio residente en Cádiz. Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Juan López de Toñanejos y Soto, natural de Cádiz. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 4614.

[82] Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Juan López de Toñanejos y Soto, natural de Cádiz. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 4614.

[83] Juan de Soto Martínez debió fallecer en 1662, año en que realizó su testamento y último en el que se le cita en los padrones de Quintanilla Cabe Rojas como hidalgo notorio.

[84] Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Miguel López Toñanejos de Luna. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 4613.

[85] Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Juan López de Toñanejos y Soto, natural de Cádiz. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 4614.

[86] Escagedo Salmón, Mateo, Solares Montañeses, Santoña, Pablo von Bernstein, 1925-1934, tomo VI (1932), pp. 186‑187.

[87] Ramos, Antonio, Descripción genealogica de la casa de Aguayo, y líneas que se derivan de ella desde que se conquistó Andalucía … hasta el presente, de la que es cabeza … D. Gonzalo de Aguayo y Manrique … conde de Villaverde la Alta,  Málaga, por el impresor de esta M. I. Ciudad, de la Dignidad Episcopal, y de la Santa Iglesia Catedral, en la Plaza, 1781, p. 254.

Mención de que don Francisco de Soto y Guzmán, Marqués de Torre de Soto, presentó memorial pidiendo facultad para vender un regimiento de Cádiz, que le pertenece, para, con su producto, pagar los 22.000 ducados de beneficio de su título. AHN, Consejos, legajo 9270/3.

[88] Clausulas del mayorazgo fundado por Francisco Soto Guzmán. BN, manuscrito Mss/12879. f. 118.

[89] Juan Antonio, Pedro José, Catalina y María Bernarda Andino, vecinos de Arco de la Frontera y sobrinos lejanos de la difunta Mariana Soto Guzmán.

Ejecutoria del pleito litigado por la abadesa y religiosas del monasterio de la Encarnación, orden de San Benito, de Madrid, con Isidro de la Peña Guzmán, vecino de Briviesca (Burgos), y Juan Antonio Tañanejos y otros consortes, sus hermanos, vecinos de Arcos de la Frontera (Cádiz), sobre la sucesión en propiedad de los bienes y mayorazgo que del tercio de ellos fundó María Gabriela de Soto y Guzmán, marquesa que fue de Torre Soto. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 3291, pieza 35.

[90] Ejecutoria del pleito litigado por la colegiata de Santa María de la villa de Briviesca (Burgos), con Juan Antonio, Pedro y María Toñanejos, vecinos de Arcos de la Frontera (Cádiz), sobre la propiedad y mayorazgo fundado por Francisco de Soto Guzmán y Lorenza Antonia Muñoz. AChV, Registro de Ejecutorias, caja3299, pieza 46.

Ejecutoria del pleito litigado por la abadesa y religiosas del monasterio de la Encarnación, orden de San Benito, de Madrid, con Isidro de la Peña Guzmán, vecino de Briviesca (Burgos), y Juan Antonio Tañanejos y otros consortes, sus hermanos, vecinos de Arcos de la Frontera (Cádiz), sobre la sucesión en propiedad de los bienes y mayorazgo que del tercio de ellos fundó María Gabriela de Soto y Guzmán, marquesa que fue de Torre Soto. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 3291, pieza 35.

[91] Por vía testamentaría tocó a Mariana, segunda nieta de Francisco de Soto, «un quadritto, que el dicho mi marido ttenia para la cabezera de la cama = que es un rrettrato en tabla del santto christto de Burgos y original de mano de Barttolome Murillo». Testamento de Francisco de Soto Guzmán, otorgado por su viuda, doña Lorenza Antonia Muñoz, en virtud de poder. AHPCM. Protocolos de Isidro de la Fuente, t. 11259, f. 221v.

[92] Gaspar de Soto, nacido en Las Vesgas en 1622, regresará a su localidad de origen donde será familiar del Santo Oficio. Contraerá nupcias en la vecina Terrazos con María Villaren Soto, padres de Juan de Soto, clérigo presbítero en el lugar de Marrillo. Falleció en 1648.

[93] Juan de Soto nació en Las Vesgas en 1626, tras su estancia en Castrojeriz se traslada a Burgos donde se casa y ejerce el oficio de tesorero de Rentas Reales.

[94] Francisco Soto Martinez figura ejerciendo el oficio de boticario las respuestas generales del catastro del marqués de la Ensenada de Castrogeriz realizadas el 6 de diciembre de 1751.

[95] Pleito de Francisco Soto Chavarria, con su padre Francisco Soto Martínez, por sí y como legítimo administrador de su hijo Francisco Soto Alonso y su mujer Manuela Alonso, vecinos de Castrojeriz. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 274, pieza 20.

[96] Ejecutoria del pleito litigado por Antonio de Soto Chavarría y Francisco de Soto Chavarría, como padre de Francisco María, Manuel, León y Domingo de Soto, sus hijos, vecinos de Castrojeriz y Pampliega con el fiscal del rey y el concejo de dichas villas, sobre hidalguía. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 3373, pieza 30.

[97] «Villa de las comprendidas en la merindad de Bureba», perteneciente en su momento a la cuadrilla de Rojas, y hoy municipio del partido judicial de Briviesca.

[98] Real provisión y ejecutoria de hidalguía de Pedro y Juan Fernández de Soto. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 670, pieza 47.

[99] Madrina de pila, el 31 de marzo 1753, de Juan de Soto Chaves.

[100] Dominico burgalés y maestro en teología. En 1616 se encargó, siendo obispo de Córdoba y confesor de Felipe III, de tramitar la revisión inquisidora de La historia general del Perú del inca Garcilaso de la Vega.

[101] Díaz Rodríguez, Antonio J., “Diccionario biográfico de la Catedral de Córdoba (II): Los miembros del cabildo en época moderna”, en Historia y Genealogía, Córdoba, Universidad de Córdoba, núm. 6, 2006, p. 43.

[102] Oñate Gómez, Op. cit.,p. 65.

[103] García Carraffa, Alberto y Arturo, Diccionario heráldico y genealógico de apellidos españoles y americanos, Madrid, Imp. Antonio Marzo, 1920-1963, vol. 1, p. 56.

[104] Vid. imagen 21.

[105] Vid. imagen 22.

[106] Valle Barreda, César del, Todo el Románico de Burgos, Aguilar de Campoo (Palencia), Fundación Santa María la Real, Centro de Estudios del Románico, 2009, p. 148.

[107] Oñate Gómez, Op. cit.,p. 95.

[108] Ramos Ahijado, Sonsoles, La catedral de Ávila como institución musical durante la segunda mitad del siglo XVII, Ediciones Universidad de Salamanca, 2011.

[109] Vid. imagen 23.

[110] Vid. imagen 24.

[111] Oñate Gómez, Op. cit.,p. 164.

[112] Vid. imagen 25.

[113] Oñate Gómez, Op. cit.,p. 99.