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Sotos en Vioño y su paso a la Rioja Alta
Afirma Diego Barreiro[1], criado y rey de armas que fue de Felipe IV, que de aquel Gutierre Álvarez de Soto, a quien los genealogistas dan por primer ascendente y «tronco» de la Casa de Soto canguesa, descienden los Soto estantes en el valle de Piélagos, a dos leguas de Santander. Los mismos a los que se refiere Juan de Mendoza[2], rey de armas de Felipe IV y Carlos II, cuando indica que los descendientes de la casa infanzonada y solariega de Soto
fundaron nuevos solares, siendo uno de ellos y de los mas calificados, como en sus originales de blasones escribio Juan de Hita, rey de armas que fue de su majestad, el que esta puesto en el valle de Pielagos en el lugar de Bioño a espaldas del monte de Cabo en dichas montañas, del cual, como de los demas de esta familia han salido famosos barones que en consecuencia de su cualificada sangre y balerosos servicios que en todos siglos hiçieron a los reyes de leon y castilla en la Restauraçión de estos reynos mereçieron honorificas remuneraciones, colocandolos en los mayores puestos y dignidades mas prominentes, siendo entre los demas dignos de especial memoria.
Y añade que a pedimento de Pedro de Soto[3], vecino de la villa de Santander y, según sus papeles, descendiente de la dicha Casa de Soto del lugar de Vioño, esta familia tendría por armas
un escudo, en campo azul y en el una Aguila Volante, la mitad de la caveça Cuello y ala derecha como tambien el medio cuerpo y pierna yzquierda de oro y las otras dos partes contrapuestas de colorado, sobre oro sobre y al Rehedor y entorno del escudo una horla deste metal con ocho candados o berjuletas (sic) de su color como lo escriben Alonso García de Torres, rey de armas de los reyes católicos, Alonso Telles de Meneses, Pedro Jerónimo de Aponte y otros muchos, y como [es]tan iluminadas en el escudo que está a principio de esta certificación. Y assi podrán usar dellas todos los legitimos descendientes de este linaje de Soto.
A esta referida «casa de Soto del lugar de Bioño» perteneció Juan el Viejo, señor y pariente mayor de la Casa solar de Soto, que se unió en matrimonio con María de Herrera, ambos vecinos y naturales de Vioño, padres por este orden de María, Juan, Diego, Juliana y Catalina, que se casó con Pedro Fernández Calderón. Juan de Soto el Viejo falleció a finales del s. XVI, probablemente en 1599. A su muerte poco o nada quedaba de la fábrica de la casa de Soto de Vioño, pues por entonces los miembros de este linaje vivían en otra, más humilde, a escasos metros de las ruinas de la anterior, como lo confirman los testigos presentados por Pedro y Juan Soto López, tataranietos de Juan, en el pleito que litigaron en 1658 en la Real Chancillería para probar su nobleza[4].
Coinciden los testigos presentados en el pleito con lo declarado por Juan González Moruna y Herrera, vecino de Oruña, que
sabe y conoce la casa y solar de este nombre linaje y apellido de Soto la cual sabe y acuerda a estado y esta sita en el dho lugar de Vioño. valle de Pielagos montañas de Santander cuyo edificio y casa antigua esta arruinada de los tiempos sin haver quedado en ella mas que unos çimientos los cuales alcanço a conoçer por parte de medio estado de alto un pedazo de paredon pero que esto se a derribado después para sacar priedra y aprovecharla en otros sitios y cercas de heredamientos de la dha casa, esta a veinte pasos poco mas o menos ay una casa en la cual se han conserbado y conserba el nombre linaje y apellido de Soto la qual casa ha visto a estado y esta en el dho sitio de ynmemorial tiempo a esta parte y ha visto que no tenia armas ni torre ni otros blasones ni diferencia de las demás casas del dho lugar de vioño mas que estar en el termino que dicen de Soto.
Todos los testigos concuerdan en lo referente al deterioro de la casa primigenia pero no en cuanto a su estructura pues de las declaraciones de alguno de ellos, como Pedro Díaz vecino de Quijano de Piélagos, se puede entrever que dicha casa debió ser necesariamente algo “diferente” del resto de casas de Vioño, pues la que llamaban casa de Soto había sido
de paredes gruesas de fuerte cal y canto argamassado con sus bentanajes y saeteras y a la entrada quatro cubos con sus murallas y almenas que sinificava y denotava grande antigüedad calidad y nobleza la qual siempre avia sido poseyda de pariente en parientte mayor con el apellido Soto.
En lo que sí coinciden todos los declarantes es en que los miembros de este linaje eran tenidos y tratados, en todo el valle de Piélagos, como hidalgos notorios de sangre. También en que en la iglesia de San Vicente (Vioño)
tienen y han tenido los posehedores y parientes mayores descendientes de dha casa su asiento solo en el medio del cuerpo de la dha iglesia arrimado dho asiento a un pilar y esta solo y de porsi el cual es preferido a los demás asientos que ay en la dha iglesia el cual tienen en rreconocimiento de ser señores de la dha Casa y solar de Soto.
Declaran los testigos, erróneamente, que dicha casa carecía de armas o blasones en sus muros. Pues bien, el hecho de que ninguno de ellos tuviese conocimiento de la existencia de piedra armera en la antigua casa de Soto no quiere decir que con anterioridad al deterioro de sus muros dichas armas no existiesen. Fue casa de “armas poner” como queda demostrado en el testamento[5] de Juan de Soto el Viejo al vincular sus bienes a su primogénito: «declaro pertenecen por vinculo a Juan mi hijo mayor que le mando que el esCudo de Armas que estava en cassa caido lo pase y ponga en esta», en referencia a la ya entonces nueva casa de morada.
Este Juan, llamado el Alcalde, pasó a ser el nuevo señor y pariente mayor de la Casa de Soto de Vioño tras el fallecimiento de su padre. Fue regidor y alcalde por el estado noble del valle de Piélagos, se casó con María de la Riva y con anterioridad, seguramente, lo había hecho con Toribia de San Andrés. Falleció en Vioño a los 60 años dejando de su matrimonio con María tres hijos: María, Juan y Toribio. A su muerte, le sucedió en el vínculo su hijo Juan, conocido en el valle de Piélagos como «el mayorazgo de Soto», pese a ser inhábil por ser soltero y no dejar descendencia. Tras fallecer pasó el mayorazgo a su hermano Toribio que muere en 1658, dejando viuda, María de Quijano, y tres hijas que pleitearon por su herencia: María, Francisca e Isabel.

Carmen González[6] indica que por testamento dado por «Toribio de Soto, Señor y Mayor de las casas de su apellido, hecho en 1647» pasó la Casa de Soto a su nieto Lucas de Rucabado, hijo de María Soto Quijano. Da a entender, pese a que en el testamento de Juan de Soto el Viejo se habla solo de un «esCudo de Armas », que el inmueble que pasó a manos de Lucas es el que actualmente se encuentra en el barrio de la Pedrosa en cuyo frontal de sillería se observan dos blasones heráldicos. En la parte superior derecha, según se mira, vemos timbrado por yelmo, adornado con arlequines y dos sirenas que unen sus manos en el jefe, un escudo cortado en cuya parte superior lleva el águila exployada y coronada con bordura cargada de ocho candados[7]. Por debajo, un perro atado al tronco de un árbol. En la parte superior izquierda del frontal, según se mira, con los mismos adornos en el origen donde falta la parte superior de las sirenas observamos el otro escudo, este en cuarteles: en el primero, un león rampante; en el segundo un águila exployada y coronada; en el tercero un árbol; y en el cuarto, un castillo sobre ondas de agua[8].

El segundo hijo varón de Juan de Soto el Viejo fue Diego de Soto. Consciente de las limitaciones hereditarias que conllevaba no ser el primogénito determinó buscar un mejor futuro pasando a la Rioja Alta, estableciéndose en la villa de Anguiano donde contrajo matrimonio con María de la Brieba, vecina del lugar. Nació de este matrimonio Juan de Soto, que contrajo en Anguiano con Bárbara López Sáenz, padres de Andrés, Juan, Bárbara, Miguel, Francisco y Pedro Soto López. Estos hermanos abandonarán años más tarde la villa riojana para establecerse en la ciudad de Sevilla donde fijaron estancia y negocios. De Miguel no se han encontrado referencias en los documentos consultados, pero sí de sus hermanos. Francisco Soto López contrajo nupcias con la sevillana Francisca Fuente Sarza, padres de Juan y Antonio Soto Fuente, ambos canónigos y racioneros de la Santa Iglesia de Sevilla[9]. Andrés Soto López se casó en Anguiano con Francisca de Castro y ya en Sevilla fueron padres de al menos un hijo llamado Fernando, que pasó a Tierra Firme en los primeros días de 1675[10]. Juan Soto López permaneció en Sevilla hasta el final de sus días, testando en 1654 a favor de su hermano Pedro[11]. Éste, más ambicioso, decidió probar fortuna pasando a Nueva España en 1617[12], enrolándose en la nao Nuestra Señora del Rosario como «mercader notorio tratante y contratante en muchos y diferentes generos de mercadurias», llevando por su cuenta y riesgo varios fardos por valor de 160.000 maravedíes. Regresó a España y en 1619, cuando tenía la edad de 23 años, volvió definitivamente a Nueva España[13] en la nao Nuestra Señora del Pilar con un surtido de mercancías que duplicaban a las llevadas en su anterior viaje. Prosperó en sus negocios al tiempo que en su posicionamiento social, obteniendo nombramientos como contador de receptoría del Tribunal de la Inquisición, alguacil mayor del Santo Oficio, prior de la Universidad de Mercaderes de la Nueva España, cónsul de comercio o juez administrador de las reales alcabalas en la ciudad. Pedro de Soto López falleció el 2 de mayo de 1661 dejando una importante hacienda de más de 900.000 pesos que heredaron sus hijos por entonces vecinos de Sevilla, donde se habían trasladado en 1657 para hacerse cargo del patrimonio de Juan, su difunto tío. Pedro de Soto había contraído nupcias en México con la gaditana Catalina de Castro Carrillo, fruto de esta unión nacieron Juan y Pedro Soto Castro, familiares del Santo Oficio[14] como su padre. Ambos hermanos se casaron en la ciudad hispalense con sus primas hermanas[15], hijas de Leandro Herrera San Leonardo y Merino, natural de Soto (Camero Viejo), y de Bárbara Soto López, oriunda de Anguiano. Juan lo hizo con María, y Pedro con Jerónima[16]. Pedro regresó nuevamente a Nueva España en 1662, poniéndose al frente de las actividades mercantiles dejadas por su padre, mientras que su hermano Juan continúo en Sevilla haciéndose cargo de los negocios y asuntos pendientes de su tío, entre los que se encontraba finalizar la construcción de la que debía de ser casa de morada de los Soto López, casa por otro lado acorde a la condición social y poder económico ostentado por estos comerciantes y en la que no podía faltar el correspondiente escudo de armas en su fachada[17].
Juan no solo se encargó de los asuntos sevillanos de su tío, sino también de las propiedades familiares en la antigua localidad burgalesa de «Bovadilla de Riothovia»[18]. Además, su saneada economía le permitió entablar pleito en Valladolid sobre su nobleza[19] y reclamar la jurisdicción de Anguiano adquiriéndola en 1659 previa entrega de 9.200 ducados de vellón a los monjes benedictinos del monasterio de Nuestra Señora de Valvanera de Anguiano que la entregaron «con el Señorio, vasallaje, ermita, palacio y huerta que en el tenemos». A esta cantidad habrá que añadir otros 300 ducados, con los que obtuvo el permiso real, más otros 69.979 reales, mitad de plata y mitad vellón, a razón de 5.000 maravedíes por vecino, que le permiten conseguir la jurisdicción de permisión y tolerancia[20], prebenda con la que adquiere plenos poderes para realizar el nombramiento del alcalde mayor, teniente de alguacil y escribano de la villa, al igual que la potestad de confirmar los oficios de justicia.
De su unión con María Herrera, su prima, nacerán Juan, Jerónimo y Pedro, que será maestre de campo de los Reales Ejércitos y casará en Sevilla con Margarita Vicenta Olivares, padres a su vez, entre otros, de Jerónima Josefa Susana de Soto y Herrera, la que será abuela de José Agustín Lobatón y Carrión Soto Herrera[21], gaditano de Vejer de la Frontera, capitán de fragata de la Real Armada, regidor de la Frontera y caballero de la Orden de Carlos III en 1792[22].
Bárbara Soto López, citada con anterioridad, también tuvo por hijo de su legítimo matrimonio a Pedro de Herrera y Soto que será canónigo de la Santa Iglesia de Sevilla, arcediano de Écija[23], rector del colegio mayor de Santa Cruz de Valladolid y fiscal del consejo de la Santa y General Inquisición como consta en el auto de fe celebrado en Granada en 1672. Será nombrado presidente de la Real Chancillería de Granada en 1678, cargo que ocupó poco tiempo al fallecer el 25 de marzo de ese mismo año[24].
Sotos en Vioño y su paso a Talavera de la Reina
En los padrones de calle hita de Vioño de 1625 localizamos entre los hidalgos notorios a Marcos (González) de Soto, el mismo que se cita como procurador general del valle de Piélagos en 1663. En los primeros años del s. XVII contrae nupcias en esta localidad con Francisca San Andrés Calderón[25], siendo padres de Andrés, Francisca, Cristóbal, Catalina, Marcos, Josefa María y Clara de Soto San Andrés.
Clara de Soto San Andrés, nacida en 1623, se casó en 1638 con Francisco Gutiérrez de Palacio, natural de Polanco, lugar donde nacieron Juan Antonio, Francisco, Melchor, María Josefa y María Antonia Gutiérrez de Palacio Soto. El primero de los citados se casó en 1658 a la edad de 19 años con Josefa Calderón Velasco, siendo padres de Juan Gutiérrez de Palacio Calderón Velasco, nacido en Polanco, que pasará a tierras mexicanas llegando a probar su estado según consta en Real Ejecutoria dada en 1719[26].
Francisca de Soto San Andrés contrajo matrimonio en 1654 en Vioño con Juan Río Franco, de cuya unión nacerán: Domingo, María, Petrona y Francisco Río Soto. Este último será considerado hidalgo por los empadronadores de Vioño, ejerciendo el oficio de alcalde de la Santa Hermandad en 1698 y siete años más tarde el de procurador síndico. Pasará a Sevilla donde junto a la sevillana Josefa Manuela de Torres Echegoyan serán padres de María, Manuel Esteban, Francisco Domingo, Pedro José, María Magdalena, Josefa María y María Ana Río Soto Torres. Francisco Río Soto realizará su testamento en 1741.
Josefa María Río Soto Torres y Echegoyan contraerá nupcias en 1777 con un familiar del Santo Oficio de la vizcaína villa de Soscaño llamado Francisco de la Tejera y Lombera; sus hijos, Manuel y Sebastián, probarán su nobleza en la Blanca de la Carne de Sevilla en 1774[27]. Manuel Esteban Río Soto Torres y Echegoyan, nacido el primer día de 1703, se casará con María de Sandetegui en 1735 y probará su estado en la Real Chancillería de Valladolid en 1738[28] y en 1743[29]; en la documentación aportada se indica que fue considerado hidalgo en los padrones de Vioño en los años 1703, 1711, 1716, 1722 y 1729, siendo procurador general en 1725 y regidor en 1737. En 1749, probó en la Blanca de la Carne de Sevilla[30]. Su hermano Francisco Domingo nacerá en septiembre de 1704, será coadjutor canónigo de la catedral de Sevilla y al igual que su hermano Manuel, también probará nobleza en la Blanca de la Carne en 1753 [31].
Otro de los hijos de Marcos González de Soto y Francisca San Andrés, fue Andrés de Soto San Andrés. Nacido en 1611, se casó en Vioño con Francisca Díaz Cianca Soto[32], teniendo por hijos a Juan, María y Francisca, como se refleja en los padrones de Vioño de 1650. A estos, habría que añadir otro hijo varón llamado Francisco, nacido con posterioridad, del que se hace mención en el padrón de 1657 donde se le designa, como al resto de sus hermanos, hidalgo notorio. Posteriormente en el empadronamiento de 1670 donde figura como empadronador por el estado noble Pedro de Mijares Soto, se indica que Andrés ya había enviudado y que sus hijos Juan y Francisca se encuentran casados y residiendo en Talavera de la Reina.
Juan Soto Cianca nació en Vioño en 1639, fue secretario de S.M. y se casó en septiembre de 1662 en Talavera de la Reina, donde fue regidor, con María (Fernández) Gómez[33] de cuyo matrimonio nacerán Bernardo, Francisca, María Manuela, Inés Teresa, José Guillermo, Antonio, Melchora, Ángela, Francisco, Juana y Juan Manuel de Soto Gómez[34]. Enviudó en septiembre de 1695 volviendo a contraer nupcias en noviembre de 1696 con María Calderón y Velasco, hija del capitán Juan Calderón Ceballos Velasco y Catalina Velasco Osorio. María Calderón era viuda de Pedro (González) de Soto Ceballos[35] con quien tuvo por hijos a Fernando, que pasó a Perú; Pedro Luis, clérigo; y Teresa Josefa Soto Calderón y Velasco, que pasó a Renedo al contraer con el caballero de la Orden de Alcántara Fernando Antonio Bustamante Rueda y Velasco[36], hijo del caballero calatravo Fernando Bustamante Rueda Villegas y de Josefa Velasco Ceballos Neto y Duque de Estrada, naturales estos del valle de Toranzos[37].
Juan de Soto testó en Talavera de la Reina en 1706 ante Sebastián Sánchez del Olmo[38], escribano del número y ayuntamiento de la villa, nombrando por universales herederos de todos sus bienes a Francisco, Juan Manuel, Antonio e Inés Teresa, hijos de su primer matrimonio al no haber descendencia en sus segundas nupcias. Deja una importante dotación de 3.000 ducados para sus hijas Melchora de la Presentación y Francisca de San Juan, recoletas bernardas en el monasterio cisterciense de la Nuestra Señora Encarnación estante en la colación de San Pedro, misma parroquia donde fueron bautizadas. Menciona además que «hay quatro hijos difuntos»[39]. Falleció el 7 de enero de 1712 en cuya partida de defunción se indica que son sus herederos sus hijos Juan Manuel, Antonio y sus dos nietos, Bartolomé y José Márquez, hijos de su difunta hija Inés de Teresa[40]. Por disposición testamentaria indica ser enterrado en la iglesia Colegial de Santa María la Mayor, donde se han de decir 1.500 misas rezadas por su alma.
Diez años antes, había fallecido en Talavera de la Reina María Calderón y Velasco[41], su segunda esposa. Por esas fechas se encontraba avecindado en la villa toledana Pedro Luis Soto Calderón y Velasco «fiscal de su santidad en la nunciatura de estos reinos», uno de los hijos del primer matrimonio de María, quien a finales de 1702 inicia un largo proceso en que reclama 4.000 ducados a Juan de Soto, que este había ofrecido en arras a María[42], por entender que su padrastro estaba dilapidando los bienes de su madre, y lo entabla siendo consciente de las dificultades que conllevaba tal litigio, al ser su padrastro «hombre tan poderoso y adinerado como es notorio en todo el Reyno y por tener por resguardo la autoridad del Marques del Arco su yerno oydor de la Rl Chanza de Valld que es principalmente interesado en el cuerpo de bienes».
Continuó el proceso tras el fallecimiento de Juan de Soto en 1712. De una parte los hijos del primer matrimonio de María Calderón: Pedro Luis, por entonces arcipreste de Pagazanes, y Antonio Villegas, con poder dado por Teresa Josefa Soto, viuda de Fernando Antonio Bustamante. De la otra los hijos del primer matrimonio del secretario real: Juan Manuel Soto, por él y por sus hermanos Antonio y Francisco, los cuales siguieron pleiteando hasta que en 1714 en que se dictó Real Provisión por la que se les daba la razón a los hijos de María Calderón.
Al no estar conformes los hijos de Juan por considerar «averse ganado dha Real Provission con relazion siniestra» se prolongó el proceso al que se le añadieron nuevas reclamaciones y donde a través de los diferentes inventarios comprobamos que no le faltaron razones a Pedro Luis Soto Calderón al tildar a su padrastro de «acaudalado» pues a través de los inventarios insertos en la causa se acredita que Juan de Soto fue un hombre realmente adinerado. Sus oficios de regidor y fiscal de cruzada le aportaban unas rentas anuales superiores a los 53.000 reales, a lo que hay que añadir los beneficios de la venta de lana de sus más de 4.600 ovejas, las rentas de las casas que poseía en la colación de San Pedro donde tenía «sus casas principales y cocheras», los benéficos del lavadero de lana y del molino de aceite, las rentas de diferentes censos, los ingresos por los productos de sus viñas y olivares, las ganancias de la casa-mesón, los dividendos de la tienda de la calle Corredera que tenía en sociedad con Antonio de Soto Mijares y José Ortega Muñoz[43]. A lo anterior habrá que añadir otros ingresos procedentes de envíos de géneros a Indias a través de su primo Francisco Río Soto, residente en Sevilla, o aquellos otros que mantenía con Francia en el negocio de pieles. Ingresos que superan el millón de reales y que sus hijos tratan de ocultar en el proceso presentando un balance de sus cuentas negativo, a fin de mitigar futuras devoluciones a sus hermanastros. Finalmente el proceso quedó inconcluso en 1725 sin que la justicia se pronunciase.
Su hija Inés Teresa de Soto y Gómez[44] contrajo matrimonio el 11 de abril de 1696[45], a la edad de 13 años[46], con el caballero de la Orden de Alcántara Juan Manuel Cepeda Ledesma, regidor perpetuo de Talavera e importante ganadero propietario de una cabaña de más de 4.000 ovejas. Juan dotó a su hija de la nada despreciable cantidad de 4.000 ducados además de una casa y un mesón sitos en la calle Mesones. Juan Manuel Cepeda Ledesma falleció sin descendencia en 1699 dejando por herederos a sus hermanos Rodrigo Cepeda y Castro, del consejo de S.M. en el Real de Órdenes, y Gaspar Cepeda Castro, del consejo de S.M. y fiscal en la audiencia de México.
Inés, tras enviudar, volvió a contraer por poderes en 1700[47] con el vallisoletano Gaspar Márquez de Prado y Bracamonte Peñaranda y Montalbo[48], viudo a su vez de Bernarda Inés de Chaves Contreras[49], I marqués del Arco, título dado en Madrid en 1687[50] y posteriormente concedido a perpetuidad[51], caballero de la Orden de Calatrava[52], catedrático de Vísperas de Leyes de la Universidad de Salamanca, colegial mayor del colegio de San Bartolomé de esta ciudad y oidor decano de la Real Chancillería de Valladolid. Es en esta ciudad, fruto de su matrimonio con Inés de Soto, donde nace Bartolomé Márquez de Prado y Soto Bracamonte, II marqués del Arco, que se casó en primeras nupcias con Josefa Rosa Zarate Murga y Luyando. Tras enviudar, volvió a contraer nupcias, en Salinas de Añana (Álava), con Rosalía Luyando y Olarte, de cuyo matrimonio nacieron en Segovia: Maximiliano y Antonio Manuel Márquez de Prado y Luyando Soto y Olarte. Este último nombrado en 1794 caballero de la Orden de Carlos III[53] y, en 1787, IV marqués del Arco por fallecimiento sin sucesión de su hermano Maximiliano.
Entre los manuscritos conservados en la Biblioteca Nacional podremos encontrar el testimonio notarial del título de este marquesado[54]. Se trata de un documento bien conservado con páginas decoradas que enmarcan policromadamente el texto y donde previamente figuran varias miniaturas a página entera, entre las que destacan una con el escudo nobiliario iluminado de la familia y otra con el retrato del rey Carlos II en el trono, y en su parte inferior, dos individuos que ayudados por dos ángeles sostienen dos escudos nobiliarios, uno representando las armas de los Márquez y el otro representando agrupadas las armas de su casa.
Antonio y Francisco de Soto y Gómez, hermanos de la anterior, tomaron la vida eclesiástica. Antonio, que nació en Talavera en 1686, fue canónigo de la catedral de Plasencia y Francisco de la iglesia colegiata de Santa María de Talavera de la Reina, destacando como diligente investigador que se preocupó sobradamente por la historia de su villa natal. A él se debe la Historia de la antiquísima ciudad y colonia romana Elbora de la Carpetania, hoy Talavera de la Reyna, importante obra sobre la historia de esta ciudad[55]. Falleció el 6 de noviembre de 1726 bajo testamento realizado ante el escribano Simón Gómez Mejorada por poder dado a sus hermanos Antonio y Juan Manuel. Pidió ser enterrado en la colegiata, como así se hizo, dejando por universal heredero a su hermano Juan Manuel[56].
El caballero de la Orden de Santiago[57] y regidor perpetuo de la villa talaverana Juan Manuel de Soto Gómez se casó con María Luisa Montero Narváez a la que dio poder para testar. Ésta lo hizo el 25 de marzo de 1727 ante Simón Gómez de Mejorada tres días antes del fallecimiento de su marido, y dejó por testamentarios a su hermano Antonio y su mujer a quien nombró por heredera. Fue enterrado en el convento de observantes de San Francisco de la villa, mandando decir en la parroquia de San Pedro 255 misas por su alma. Misas que con posterioridad María Luisa incrementó con otras 1.017[58].
Otro de los hijos de Andrés de Soto y Francisca Díaz Cianca fue Francisco de Soto Cianca. Nació en Vioño en los primeros días de 1647 donde contrajo nupcias con Francisca Peñalba, que le dio por hijos a Antonio, Rosa, Clara y Francisco Soto Peñalva. Tras enviudar, volvió a contraer matrimonio con Ángela Mijares Calderón de cuya unión nacerán en Vioño: Ventura, Ángela, Estefana y José Soto Mijares. Pasó a residir a Talavera de la Reina donde ya se hallaban sus hermanos. Con él, Antonio Soto Peñalba y José Soto Mijares, sus hijos.
Estefana Soto Mijares contrajo nupcias en Vioño con el escribano Juan Manuel Calderón, llevador de los bienes y mayorazgo de los Calderón del valle de Piélagos, que tras la muerte de esta volvió a contraer con Josefa Camargo sin que ninguno de sus matrimonios le diese hijos. Juan Manuel testó en Vioño en 1736 indicando en una de sus cláusulas que
llevado por la fragilidad humana, y siendo soltero, sin sucesion de matrimonio tuve en Manuela de Soto, moza tambien soltera, y noble â Fernando Calderon Soto, el que crio la dha Manuela de Soto quatro años, y después para cumplimto de mi obligación llebe a mi Casa a dho Fernando de Calderon y Soto, en donde le he criado, alimentado, vestido y calzado dado escuelas y estudios que se halla actualmte en mayores […] y luego que yo fallezca se entregue a dha Manuela el referido Fernando Calderon, y Soto[59].
Fernando Antonio Calderón nació el 3 de mayo de 1724 y en cuya partida de nacimiento se indica que era nieto de Francisco Soto Ceballos y de María Sánchez de Baudín, vecinos de Vioño.
Llegado a este punto hemos de hacer un breve paréntesis y remontarnos a los padrones de Vioño de principios del s. XVII donde en 1622 encontramos a Pedro de Soto y a Francisca Peñalba que engendraron a Pedro, Catalina y Toribio, todos ellos hidalgos notorios. Toribio se casó con María Terán de cuya unión nacerán dos hijas: Catalina y Juliana Soto Terán. Por otro lado, en los padrones de 1633, localizamos por el estado noble a Juan de Soto que en segundas nupcias se une a Juliana de Soto, padres de Francisca, María y Domingo. Este último se estableció en la villa de Santander donde se casó con Sabina Riva‑Herrera, padres en 1646 de Jerónimo Soto Riva‑Herrera que contraerá nupcias en 1680 con la ya citada Juliana Soto Terán[60]. Seis años más tarde nacerá en Santander Josefa Juana Soto Riva‑Herrera que se unirá a José Ortega Muñoz, un vecino de Talavera y natural de Almorox. Se casaron mediante poder dado en Talavera el 30 de octubre de 1708 a Antonio Ibáñez de la Riva‑Herrera y Prieto de la Concha, I marqués de Valbuena de Duero, natural de Solares, proveedor de la armada de las Cuatro Villas, teniente general de la artillería de España en las Cuatro Villas de la Costa y caballero de la Orden de Calatrava. Fue testigo de tal poder Juan de Soto Cianca, secretario del rey.
José Ortega Muñoz falleció bajo disposición testamentaria el 10 de septiembre de 1712 «en su casa de los portales de los mercaderes de talavera» pidiendo ser enterrado en la iglesia colegial de Santa María la Mayor, dejando por universal heredera a Ana María Josefa de Ortega Soto Riva‑Herrera[61], su legítima y única hija a esa fecha. El 17 de abril de 1713 nace en Talavera José Antonio Ortega Soto[62] que será alcalde de la Santa Hermandad Real y Vieja de Talavera en los años 1748, 1749, 1755, 1761 y 1770[63]. Se casó con Antonia Marques Cepeda y en él recaerán los bienes familiares al fallecer su hermana Ana María.
Josefa Juana Soto Riva‑Herrera volvió a contraer en segundas nupcias[64] con el ya citado José Soto Mijares, el mismo que en 1719 entabla pleito con la villa de Talavera sobre su nobleza[65]. Año en que Antonio José del Sello[66], como tutor de su sobrino Bartolomé Márquez de Prado, II marqués del Arco, le reclama algo más de 5.440 reales de las cuentas correspondientes al «tiempo que tuvo a su cargo la tutela y administración de dho Señor Marques»[67]. En la reclamación se incluyen varios censos y la deuda de arrendamiento de dos casas-tiendas en la calle Corredera[68], donde residían José y Antonio, su hermano. Ambas casas propiedad de su tío Juan Soto Cianca.
Antonio Soto Peñalba fallece el 2 de septiembre de 1714 bajo disposición testamentaria dada en marzo de 1711 ante el escribano del número José González. Pidió ser enterrado en el convento de observantes de San Francisco de la villa donde
mando decir dos mil doscas y una misas en que se incluien las de cuerpo presete y onrras, un novenario de dos ducados de limosna, setenta misas VOTIVAS a quatro Rs de limosna, mil ciento y beinteatres Rs de limosna conlas demas que se dixeren en los dias de Cuerpo preste y onrras y las demas a dos Rs de (sic) todas tocan por razon de quatro a la Colegiata de esta Yglª Parrochl de Sr Sn Pedro, donde era feligres, quinientas y cincuenta y una misas su limosna correspondiente a las de dho testamto[69].
Fueron sus albaceas Francisco y Juan Manuel, sus primos, su hermano José y su padre Francisco a quien dejó por heredero. Al fallecer este con anterioridad a 1714 recaen sobre José los bienes familiares que estaban en manos de Antonio que, en una de sus disposiciones testamentarias, había hecho donación de 30.000 reales al Colegio de la Compañía de Jesús[70] por lo que José se ve obligado a llegar a un acuerdo con los jesuitas consiguiendo reducir la entrega a 20.000 reales[71].
Juan Antonio de Hoces Sarmiento, rey de armas de Felipe V, basándose en la certificación de armas dada por Juan de Mendoza[72] a solicitud del citado Pedro González de Soto, primer marido de Josefa Juana Soto, dice:
amplifico el uso de las Armas que én el se Expresan á Don Joseph de SOTO Mijares y Calderón, vecino de Talavera y Originario de el Expresado Lugar de Bioño sobrino lexitimo de él Expresado Pedro de SOTO y primo de Don Pedro Luis de SOTO Calderón y Velasco, Señor, y pariente mayor dela Cassa de SOTO[73].
Y añade:
el referido Don Joseph de SOTO solicita ussar de el honor que como Lexitimo descendiente del referido Linage le perteneçe y á su Ynstancia por la autoridad que de ello tengo de él Rey nro Señor, le amplifico, y concedo déllas[74].
José fue alcalde de la Santa Hermandad Real y Vieja de Talavera en los años 1734, 1735, y 1754[75], al tiempo que regidor de Talavera, etapa en que se le dio comisión para la «reacudazion venefizio y cobranza de las Rentas Reales»[76] encargándose de recaudar 130.398 reales que diferentes vecinos debían a la villa en concepto de «renta de yerbas y pampana[77] de viñas». Es la época en que lo encontramos ejerciendo de «torero regidor» gestionando el repartimiento de la carne de los toros lidiados en las fiestas talaveranas[78]. Renunció al regimiento en septiembre de 1749 en la cabeza de Bartolomé Márquez de Prado, II marqués del Arco, pero al no comparecer éste, se presentó nuevo título a regidor en agosto de 1750 siendo nombrado su hijastro José (Antonio) Ortega Soto.
José de Soto falleció el 6 de febrero de 1755[79], bajo testamento dado ante Simón Gómez de Mejorada, y Josefa Juana el 30 de junio de 1758[80], testando ante el escribano Pedro Rivera. Ambos cónyuges fueron enterrados en el convento de observantes de San Francisco dejando por legítimo heredero de sus bienes a José Ortega Soto, hijo del primer matrimonio de la difunta, que se verá involucrado en las sospechas de falsificación del padrón de Vioño del año 1759 realizado por el escribano del número Francisco Pedraja Calderón siendo empadronador Antonio de Rucavano, primo de José de Soto, y donde junto a su mujer Antonia Marqués y su hijo José Benito de Ortega son anotados como hidalgos y vecinos de dicho lugar, siendo como eran vecinos de Talavera. Tomás de Oruña, empadronador por el estado noble del año anterior afirma que el padrón valido es el último que «se hizo en el año de mil septeztos cinqyta y siette pr el declarante, ferndo calderon, y franco ruiz y pr testtimonio del mismo franco Anttº Pedraja», no reconociendo el padrón de 1759 y aclarando que si en tal padrón «suena su firma sera supuesta».
Todo indica que se trata de un padrón falso como parece probarse:
es clara evidencia ser amaño, secreto, entre el mismo essno Pedraja , Antonio de Rucavano, y su hijo D.n Vicente, Que como Abogado y apasionado de d.n Joseph de orttega por cuyo padrasto [José Soto Cianca] esta gozando una Capellania, y fue su ajente director, Y alistador del mismo Ortega su mujer e hijo, presentando una R.l Privision para que se le senttase pr natural y Orijinario de este lugr no siendolo[81].
Destaca el fiscal de la chancillería vallisoletana que siendo José Ortega nieto de Francisco Ortega, vecino muchos años en las villas de Almorox y del Prado donde fue tratado por noble, «se haze sumamente sospechoso qe pudiendo pretender estado para estas Villas donde estaban mas arraigados Vaya a solicitarla a la montaña por los pretestos qe motiva y la mayor facild que puede aber en la condeszenda».
Hemos citado anteriormente a Pedro (González) de Soto Ceballos, vecino de Santander, alcalde mayor de Pielagos y primer marido de Josefa Juana Soto, el mismo que González Echegaray relaciona con la casa ubicada en el barrio del Mazo de Vioño, que ostenta un blasón con «yelmo afrontado con adorno de lambrequines y mascara bajo la punta. El campo es sencillo: Águila exployada y coronada, y bordura cargada de diez ganchos o sierpes (en las ejecutorias se dice que son candados abiertos). Armas de Soto. Lleva una inscripción que dice “LDO. D.° DE SOTO”»[82]. Aunque realmente la bordura de lo que va cargada es de ocho candados, tres en el jefe, uno en la punta que divide el lema “S D D DE SOTO”, dos en cada flanco sobre los que va una estrella de cinco puntas[83]. Añade González Echegaray que «las dos portadas (sic), de las cuales quedan restos todavía, fueron hechas en 1660 por Toribio Gutiérrez de la Teja, vecino de Orejo y maestro de cantería, por encargo de don Pedro González de Soto, “en la corraliega de la su casa del Mazo”»[84].

Pudiera ser que se estén invirtiendo los propietarios de la casa del barrio de la Pedrosa y la del Mazo[85], pues, a falta de documentos que lo corroboren, parece más lógico que la que ostenta un solo blasón sea la que heredó Lucas de Rucabado, nieto de Toribio Soto, por ser ésta la que lleva un solo «esCudo de Armas» y la que está en el barrio de la Pedrosa sea la que en 1660 Pedro (González) de Soto encargó con «las dos portadas».
Otros Soto en Vioño
También del valle de Pielagos y del lugar de Vioño, fueron naturales Francisco González de Soto Río y Ana Ruamayor, su legitima esposa. Contrajeron nupcias en 1681 y tuvieron por hijos a Carlos, Fernando, María e Ignacio, su universal heredero por testamento dado en común en Vioño el 29 de septiembre de 1728. Ignacio (González) de Soto Ruamayor, nace en 1692 y contraerá nupcias a la edad de 19 años con Rosa Peñalba Villar. En su testamento dado en Vioño en 1745, indica ser padre de dos hijos: Rosa Josefa y Juan Manuel (González) de Soto Peñalba. Todos ellos naturales y estantes en el lugar de Vioño.
Juan Manuel, nacido el 28 de julio de 1728, contrajo matrimonio en 1751 con Ana María Argumosa Quijano[86], de la casa de Zurita, que le dio por hijos a Fernando, Vicente, Manuel, María y Francisco Manuel Soto Argumosa. Tras enviudar volvió a contraer nupcias con Catalina Lloreda, con la que tuvo una hija llamada Josefa Soto Lloreda; todos hidalgos, tal y como se indica en los padrones de Vioño de 1791. Pocos años después, en el empadronamiento realizado en 1805, se indica que Vicente y Francisco Manuel se encuentran residiendo en la villa de Madrid, donde permanecerán residiendo más de una década. El primero como «contador general, consejo de la Inquisición» y su hermano como «secretario de S.M. y del Consejo, en ausencias del Propietario, Oficial mayor, consejo de la Inquisición»[87]. Vicente pasará a Logroño donde será familiar del Santo Oficio.
Francisco Manuel tomará la carrera eclesiástica, figurando en 1818 como racionero de la catedral de Córdoba. El 3 de octubre de 1825 enviará a su hermano Fernando, residente a la fecha en Vioño, una carta solicitándole que recabe los documentos necesarios a presentar en las pruebas de la Orden de Carlos III, distinción que le será otorgada al año siguiente[88].
Sotos de Reinosa
Hablan los hermanos Carraffa de una línea de Sotos que pasa a la villa pacense de Talarrubias desde el lugar de Reinosa. De aquí era Rodrigo de Soto, cuarto nieto de Alonso de Soto, el artífice en 1526 de la fundación de la capilla de San Francisco[89] en el convento del mismo nombre. Se casó Rodrigo con María Guevara, siendo padres de Alonso de Soto Guevara que entroncó en los primeros años del s. XVII con la Casa de Cartes al casarse con María Bustamante[90]. De esta unión nació el licenciado Antonio de Soto Bustamante, que emparentó con la Casa de Estrada en Bolmir, al casar a su vez con Ana de Estrada y Fernández Fontecha[91], quienes en 1641 se encargaron de reedificar la capilla fundada por el sexto abuelo del citado licenciado.
Esta capilla se dio a Alonso de Soto, vecino de esta villa, para él y su hijo mayor, a quien nombró por patrón, y para los demás sus hijos y descendientes y sus mujeres, año de mil quinientos veinte y seis, y Alonso de Soto, su nieto mayor y uno de los dos escribanos mayores de esta Merindad aumentó la primera dotación, y Rodrigo de Soto su quarto nieto mayor y doña Maria de Guevara asimismo la aumentaron, y Alonso de Soto quinto nieto y Dona Maria de Bustamante, su mujer, pagaron esta dotacion y aumento, y el Ldo. Antonio de Soto, su sexto nieto mayor y doña Ana de Estrada Quevedo su mujer la reedificaron año de mil seiscientos quarenta y uno[92].
Del matrimonio de Antonio de Soto y María de Estrada nacieron Antonio Manuel, Antonia, José Miguel, presbítero y comisario del Santo Oficio de la Inquisición[93], y el licenciado Alonso Antonio Soto Estrada y Guevara, caballero de la Orden de Calatrava en 1672[94] y abogado de los Reales Consejos que junto a José Miguel, su hermano, pasó a residir a la estratégica villa de Talarrubias en plena comarca de la “siberia extremeña” donde en 1673, con 29 años, contrajo nupcias con María Ramiro Montenegro[95], natural de dicha villa, que le dio por hijo a Alonso Manuel de Soto Ramiro[96], que será familiar del Santo Oficio de la Inquisición en Toledo, alcalde de la Hermandad[97] de Talarrubias en 1719 y regidor de la misma en los años 1720 y 1730.
Alonso Manuel fue denunciado en 1706 por el alcalde mayor de la villa de Talarrubias por su convivencia escandalosa con una mujer casada; denuncia que trascendió hasta la Chancillería de Granada, donde se le condenó a servir campaña a la Corona durante dos años en las fronteras con Portugal con apercibimiento de cumplirlas en presidio, conllevando además la pena el destierro de la villa de Talarrubias y sus términos durante ese periodo de tiempo. En 1715, a la edad de 34 años, contrajo nupcias en la villa de La Coronada, próxima a Talarrubias, con Catalina Godoy Morillo y Blázquez[98], entroncando de este modo con una de las familias Grandes de España, los Godoy y Morillo. De este matrimonio nacerá en 1716 un niño llamado Alonso Antonio Soto Godoy.
Volvió a tener problemas con la justicia tras enviudar, pues en 1725 será acusado de «excesos de incontinencia» con una mujer soltera que tenía en su casa como criada y con la que al parecer tuvo dos hijos[99]. El tribunal de la inquisición «atendiendo a un hermo[100] qe tenia comisrio» no pudo actuar con rigor, por lo que Soto solo fue obligado a expulsar de su casa a la sirvienta, recomendándole el tribunal que lo hiciese «con el pretesto menos ruidoso».
En 1732 inició pleito en la Chancillería de Granada, disputando su estado a la villa de Talarrubias, finiquitándose el proceso mediante real provisión dada el 30 de abril 1735 en que se reconoce su nobleza[101].
En 1733, Juan y José Godoy, cuñados de Alonso Manuel Soto, dirigen carta acusatoria al Tribunal del Santo Oficio de Toledo en referencia a un nuevo escándalo ocasionado por Soto por vivir desde hace años con María Pizarro, una mujer casada que tiene en su casa con el título de ama y que lapida los bienes heredables de su sobrino e hijo del acusado. Solicitan la actuación del tribunal, solicitando para Alonso el correspondiente castigo y la custodia de sus bienes. Ante la «gravedad de sus excesos y el estado de bicioso en esta materia», fueron embargadas sus propiedades y condenado Soto a «carcelería de familiares» con la obligación de guardar «ciudad y arrabales por cárcel pena de 200 duos»[102].
Años más tarde, en 1737, volveremos a encontrarnos con este personaje en la documentación relacionada con la usurpación de bienes de José Miguel Soto, su tío, donde figura como alcalde por el estado noble y residente en la casa del licenciado Alonso Antonio Soto Guevara, su padre[103], que a esa fecha ya cuenta con la inusual edad para esa época de 93 años.
En cuanto a Alonso Antonio Soto Godoy, su hijo, tendremos noticias de él a través de los empadronamientos de mediados del s. XVIII, donde figura como alcalde por el estado noble en los años de 1756, 1760 y 1768. Tras enviudar de Catalina Ortiz de Salceda[104], entroncará con el ilustre linaje de los Diez Madroñero al casar en agosto de 1743 con María Magdalena Diez Madroñero, de cuya unión nacieron Cayetano, Baltasar, Teresa Ricarda y Serapio María Soto Diez Madroñero[105].
Serapio María fue abogado de los Reales Consejos, entablando pleito con la X condesa de Torrejón sobre los mayorazgos que había poseído Francisco Godoy y Pizarro, hijo del segundo matrimonio de Teresa Marina Pizarro de las Casas y Orellana con José Godoy y Morillo, ella concuñada de Alonso Manuel Soto. Mayorazgos que Serapio había tomado en 1801 y que finalmente el Consejo de Castilla dio su tenuta al conde consorte de Torrejón[106]. Contrajo nupcias con Josefa Cortés Sambrana, fruto de esta unión nació Pedro de Soto Cortés que entabló pleito sobre su estado en 1807 con el concejo de la villa de Puebla de Alcocer, donde tenía vecindad. Se reconoció su nobleza en mayo de 1833[107].
Teresa Ricarda Soto Madroñero, nacida el 7 de febrero de 1749, contraerá nupcias en la villa de Talarrubias en 1768 con Baltasar Diez Madroñero, natural y regidor de Cabeza del Buey. Su hijo, Galo Diez Madroñero y Soto, será gobernador de Villanueva de la Serena y en 1809 caballero de la Orden de Alcántara[108].
De esta línea de Soto que pasó a Talarrubias hablaron los hermanos Carraffa dando por armas en la Casa de Soto de Reinosa «un escudo partido: 1.º, con un águila, medio cortado con un pino, y 2.º con tres bandas». La relacionan con la Casa de Soto de Vioño haciendo mención, sin especificar el expediente de pruebas donde consta, que el «blasón de la casa de Soto en el lugar de Vioño (Santander) era: «Aguila exployada y coronada, orla que tiene tres sierpes, dos en cada flanco y una en punta; en los ángulos superiores de la orla una estrella de cinco puntas, y después de las sierpes de los flancos, empezando por el derecho, el lema: ‛S. D. D.º de Soto’», en clara referencia a la casa del barrio del Mazo. Y añaden «En la misma casa [de Soto] había otros dos escudos. Uno cuartelado: 1.º, con un león rampante; 2.º, con un águila coronada; 3.º, con un árbol, y 4.º, con un castillo sobre rocas, El otro escudo era cortado: 1.º, con un águila coronada y bordura con ocho sierpes, y 2.º, con un árbol, y atado a su tronco un perro o lobo»[109] en alusión a la casa del barrio de Pedrosa.
[1] Barreiro, Diego: Certificación de nobleza y escudo de armas de los linajes Rivas, Sotolongo, Rojas y Ortega, dada por el rey de armas Diego Barreiro, a petición de Carlos Rivas Sotolongo y sus hermanos. AHN, Códices, libro 1408. Año 1665.
[2] Mendoza, Minutas de linajes de España. BN, manuscrito Mss/11739, pp. 392‑396.
[3] Pedro González de Soto y Ceballos.
[4] Ejecutoria del pleito litigado por Juan de Soto López y consortes, vecinos de Sevilla, Anguiano (La Rioja) y Bobadilla (La Rioja), sobre su hidalguía. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 2903, pieza 53.
[5] Testó en Vioño, ante Juan de Palacio, el 8 de abril de 1561.
[6] González Echegaray, María del Carmen, Escudos de Cantabria. Tomo II. Las Asturias de Santillana. Vol. I, Santander, Librería Estudio, 2001, p. 136.
[7] Vid. IMAGEN 43 (43b.tif).
[8] Vid. IMAGEN 44 (44b.tif).
[9] «Exp. J‑58, Leg. 30. 1651. Juan de Soto Fuente, Racionero». Salazar Mir, Adolfo de, Los expedientes de limpieza de sangre de la catedral de Sevilla : Expedientes 1 al 541. Tomo I. Madrid, Ediciones Hidalguía, 1995, pp. 147‑148.
— «Exp. A‑57, Leg. 3. 1657. Antonio de Soto Fuente, Racionero». Op.cit., p. 162.
[10] Expediente de información y licencia de pasajero a indias de Fernando de Soto López, mercader, natural de Sevilla, hijo de Andrés de Soto López y de Francisca de Castro, a Tierra Firme. AGI, Contratación, legajo 5440, N. 2, R. 160.
[11] Cláusulas del testamento de Juan de Soto, vecino de Sevilla, dejando por heredero a su hermano Pedro de Soto López, vecino de México. AHN.SN, Archivo Marqueses de Mendigorría, caja 434, documento 338.
[12] Expediente de información y licencia de pasajero a indias de Pedro de Soto López, mercader, natural de Anguiano, hijo de Juan de Sotomayor (sic) y de Bárbara López, a Nueva España. AGI, Contratación, legajo 5354, N. 25.
[13] Expediente de información y licencia de pasajero a indias de Pedro de Soto López, mercader, natural de Anguiano, hijo de Juan de Soto y de Bárbara López, a Nueva España. AGI, Contratación, legajo 5365, N. 30.
[14] «Papeles tocantes a Pedro y Juan Soto Castro, naturales de México. AGN. Año 1666. Vol. 659». Fernández de Recas, Guillermo S., Aspirantes americanos a cargos del Santo Oficio : sus genealogías ascendentes, México, Librería de M. Porrúa, 1956, p. 128.
[15] «Procreamos por nuestros hijos legitimos Don Juan y Don Pedro de Soto lópez que oi residen en la Ciudad de Sevilla y estan casados con sobrinas mias y sus primas». Traslado del testamento de Pedro de Soto López, inserto en: Pleito civil de Juan Clemente y otros esclavos del difunto Pedro de Soto López. AHN, Inquisición, legajo 1727, exp. 2.
[16] Jerónima de Herrera y Soto probó su hidalguía en la Blanca de la Carne de Sevilla en 1703, como viuda de hidalgo. Díaz de Noriega y Pubul, José, La Blanca de la Carne en Sevilla, Madrid, Ediciones Hidalguía, 1976, tomoII, p. 227.
[17] Escudo del que nada se sabe y que fue encargado por Juan Soto Castro a un maestro cantero llamado Antonio Rodríguez, indicándole que en él debía representar «un aguila en canpo raso con ocho candados abiertos por orla enpiedra blanca y de toda satisfación que viene a ser las armas de los Sotos en conformidad del dibujo que tengo en mi poder firmado del presste snº puº» Quiles, Fernando, “El indiano en casa. Los Soto Sánchez retornan a Sevilla a mediados del S. XVII”, en Atrio : revista de Historia del Arte, Sevilla, Universidad Pablo de Olavide, 2008, p. 125. Apud Kinkead, Duncan T., Pintores y doradores en Sevilla. 1650‑1699. Documentos, Bloomington, Milton Keynes, AuthorHouse, 2007, pp. 205‑206. Traducción encorchetada de Fernando Quiles. No se ha podido verificar esta cita pues en la paginación de la fuente citada sólo se ha encontrado referencia a los trabajos que se llevaron a cabo en la capilla de la casa principal de Juan de Soto López: «Oficio 5, 1658, II, 256. Sepan cuantos esta carta vieren como yo juan gomez de couto, pintor y estofador, vecino desta ciudad de Sevilla en la colacion de san vicente otorgo y conozco que doy carta de pago a D. Juan de Soto lópez vecino desta ciudad de contía de 8.180 reales de a 34 maravedies cada uno de moneda de vellón que son por el estofado y dorado del retablo que hecho para la capilla de unas casas principales que son de esta ciudad en la colación de santa maria».
[18] En referencia a la actual localidad riojana de Bobadilla de Río Tobía, partido judicial de Nájera (Logroño).
[19] Ejecutoria del pleito litigado por Juan de Soto López y consortes, vecinos de Sevilla, Anguiano (La Rioja) y Bobadilla (La Rioja), sobre su hidalguía. AChV, Registro de Ejecutorias, caja 2903, pieza 53.
[20] Domínguez Ortiz, Antonio, “Ventas y exenciones de lugares durante el reinado de Felipe IV”, en Anuario de Historia del Derecho Español, Madrid, Instituto Nacional de Estudios Jurídicos, 1964, pp. 163‑207.
[21] Pidió testimonio de Blanca de la Carne de Sevilla en 1693 como ascendiente de Pedro de Soto Herrera, su bisabuelo. Díaz de Noriega y Pubul, Op. cit., tomoIII, p. 17.
[22] Expediente de pruebas del Caballero de la Orden de Carlos III, José Agustín Lobatón y Carrión Soto Herrera y Garcés, natural de Vejer de la Frontera, Teniente de fragata de la Real Armada; caballero supernumerario. AHN, Estado, Orden de Carlos III, exp. 784.
[23] «Exp. p‑37, Leg. 54. 1659. Antonio de Soto Fuente, Racionero». Salazar Mir, Op. cit., p. 165.
[24] Escudero, José Antonio, Los hombres de la monarquía universal, Madrid, Real Academia de la Historia, 2011, p. 287.
[25] El apellido San Andrés, figura en los documentos de los primeros años de ese siglo con la grafía «sanctandres», lo que da lugar a que algunos investigadores lo transcriban erróneamente como Santander.
[26] Pleito de Juan Antonio Gutiérrez de Palacio Calderón y Velasco, vecino de Méjico, natural de Polanco. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 1070, pieza 74.
[27] Díaz de Noriega y Pubul, Op. cit., tomo IV, 1977, p. 59.
[28] Pleito de Manuel de Rio Soto, vecino de Sevilla, originario del valle de Piélagos. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 929, pieza 16.
[29] Pleito de Manuel Esteban Río Soto Torres y Echegoyan, vecino de Sierra Pando, jurisdicción de Torrelavega. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 1102, pieza 35.
[30] Díaz de Noriega y Pubul, Op. cit., tomo III, 1976, p. 213.
[31] Ibíd.
[32] Hija de Gabriel Díaz Cianca y de María de Soto, naturales y vecinos del lugar de Vioño.
[33] María Gómez, según indica su partida de bautismo, nace en Talavera de la Reina el 8 de diciembre de 1650. Hija legítima de Gabriel Fernández y Ana Gómez, nunca llegará a utilizar el apellido paterno pues tanto en su partida de matrimonio (14 de septiembre de 1662) como en la de defunción (29 de septiembre de 1690) figura como María Gómez. Pruebas de Antonio Márquez de Prado y Luyando Soto y Olarte. AHN, Estado, Orden de Carlos III, exp. 854, ff. 134, 134v y 140.
[34] Partiendo de la improbabilidad de que un párroco omita el bautismo en su parroquia de un hijo de un secretario real se puede pensar de que Juan no estableció su residencia en Talavera hasta años más tarde de su matrimonio, ya que en los libros parroquiales de esta ciudad solo se localizan los bautismos de seis de sus hijos: Bernardo (n. 28.12.1670), María Manuela (n. 20.02.1682), Inés Teresa (n. 14.07.1683), José Guillermo (n. 09.02.1385), Antonio (n. 27.06.1686) y Juana (n. 29.08.1688). ApSMM, Libro de bautismos de la parroquia de San Pedro, núm. 444, años 1665‑1706, ff. 97r, 113r, 122r, 135r, 142v y 158r respectivamente.
[35] Pedro González de Soto era hijo de Francisco González de Soto y de Clara del Mazo Ceballos, naturales y vecinos de Vioño.
[36] Expediente para la concesión del título de caballero de la orden de Alcántara a Fernando Antonio de Bustamante y Velasco. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Alcántara, expedientillo 14299.
[37] Pedro Luis de Soto Calderón y consortes contra Francisco y Juan Manuel de Soto sobre maravedíes. 28 piezas. Madrid y Talavera. AHN, Consejos, legajo 26682, exp. 1, ff. 24‑44v.
[38] No se ha podido localizar el testamento original de Juan de Soto Cianca dado que el protocolo de Sebastián Sánchez del Olmo correspondiente a ese año se halla seriamente deteriorado. Protocolos de Sebastián Sánchez del Olmo. AHPT, legajo 24779, año 1706.
— Afortunadamente en el AHN encontramos un traslado realizado en 1713 por el escribano talaverano Juan Tordero y Olmedo a petición de Pedro Luis Soto Calderón. Pedro Luis de Soto Calderón y consortes contra Francisco y Juan Manuel de Soto sobre maravedíes. 28 piezas. Madrid y Talavera. Exp. 1, ff. 24‑44v.
[39] En realidad fueron cinco los hijos que no le sobrevivieron: Bernardo, María Manuela, José, Ángela y Juana.
[40] ApSMM, Libro de defunciones de la parroquia de San Pedro, núm. 462, años 1674‑1738, f. 129v.
[41] María Calderón y Velasco falleció el 25 de octubre de 1702 bajo testamento otorgado ante Francisco Díaz Bernal. Dejó por herederos a Pedro Luis y Teresa Josefa de Soto, sus hijos y de su primer marido con Pedro González de Soto. Hizo disposición de que se dijesen 2.000 misas por su alma, 500 de ellas en la ermita de Nuestra Señora de Valencia, en Vioño. Fue enterrada bajo la bóveda del convento de las carmelitas descalzas de Talavera. ApSMM, Libro de defunciones de la parroquia de San Pedro, núm. 462, años 1674‑1738, f. 87v.
[42] Pleito entre los herederos de Juan de Soto contra Pedro Luis de Soto, junto con sus hermanos, sobre la partición de los bienes que quedaron tras el fallecimiento de su madre, María Calderón, segunda esposa de Juan de Soto. AHN, Consejos, legajo 35077, exp. 2.
[43] En el legajo 26682 de la sección Consejos del AHN encontramos un libro encuadernado en pergamino que contiene las cuentas de la referida tienda. Tiene su inicio en 1701.
[44] En las partidas de bautismo de sus nietos, Libro de Bautizados Nº 5 (1718‑1759) de la iglesia de San Miguel de Segovia, figura como Inés Teresa de Soto Mayor. Vera, Juan de, “Los González del Salvador y su capilla en la iglesia segoviana del mismo nombre (Apéndice a Tabla X)”, en Estudios Segovianos, vol. 11, número 33, 1959, p. 508.
[45] ApSMM, Libro de matrimonios de la parroquia de San Pedro, núm. 469, años 1688‑1762, f. 20r.
[46] Nació el 14 de julio de 1683. ApSMM, Libro de bautismos de la parroquia de San Pedro, núm. 444, años 1665‑1706, f. 122r.
[47] Se celebró el desposorio el 12 de mayo de 1700 en el domicilio Inés Inés, siendo oficiado por su hermano Francisco de Soto. ApSMM, Libro de matrimonios de la parroquia de San Pedro, núm. 469, años 1688‑1762, f. 33r.
[48] Expediente de Inés Teresa de Soto Cianca. Año 1700. AHN, Órdenes Militares, Casamiento Calatrava, exp. 680.
[49] Expediente de Bernarda Inés de Chaves Contreras. Año 1693. AHN, Órdenes Militares, Casamiento Calatrava, exp. 210.
[50] Asiento de decreto de gracia a nombre de don Gaspar José Márquez de Prado, sobre merced de título de Marqués del Arco. AHN, Consejos, legajo 2752, A. 1686, N 60, ff. 549‑550.
[51] Mención de don Gaspar José Márquez de Prado, Marqués del Arco, entre los títulos declarados perpetuos por Carlos II. AHN, Consejos, legajo 9270, rel. 1.
[52] Expediente de Gaspar Márquez de Prado y Bracamonte Peñaranda y Montalbo. Año 1663. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Calatrava, exp. 1524.
[53] Pruebas de Antonio Márquez de Prado y Luyando Soto y Olarte. AHN, Estado, Orden de Carlos III, exp. 854.
[54] Título de Marqués del Arco, a don Gaspar Márquez de Prado y Bracamonte, para sí y sus sucesores, otorgado por Carlos II. BN, manuscrito Mss/20643.
[55] Soto Gómez, Francisco de, Historia de la antiquísima ciudad y colonia romana Elbora de la Carpetania, hoy Talavera de la Reyna. Dividida en tres libros. El primero trata de su antigua fundación, el segundo describe la planta que hoy tiene; el tercero menciona los santos y varones ilustres que ha tenido, año 1722. AMTR, signatura 172. Es copia del ejemplar que se conserva en la Real Academia de la Historia, Mss/ 9‑4668.
[56] ApSMM, Libro de defunciones de la parroquia de San Pedro, núm. 462, Años 1674‑1738, f. 205v.
[57] Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Juan Manuel de Soto y Fernández. Año 1690. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, exp. 7851.
[58] ApSMM, Libro de defunciones de la parroquia de San Pedro, núm. 462, años 1674‑1738, f. 208v.
[59] Pleito de José de Ortega y Soto, vecino de Talavera de la Reina (Toledo), natural de Villasuso, jurisdicción de Reinosa (Cantabria). Año 1739. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 1076, pieza 6.
[60] Testó en la villa de Santander el 2 de septiembre de 1722, afectada de tabardillo, dejando por universales herederos a sus hijos José Diego, residente en Indias; José Manuel; Josefa Juana, vecina de Talavera; y Josefa de Soto Riva‑Herrera, mujer de Juan Jeroteo Royo.
[61] Nace el 1 de julio de 1711. ApSMM, Libro de bautismos de la parroquia de Santa María, núm. 214, años 1696‑1723, f. 67r.
[62] ApSMM, Libro de bautismos de la parroquia de Santa María, núm. 214, años 1696‑1723, f. 77v‑78r.
[63] AMTR, Archivo de la Santa Hermandad de Talavera, caja 34, exp. 13; caja 35, exp. 4; caja 36, exp. 9; caja 38, exp. 3; caja 40, exp. 3; y caja 41, exp. 5.
[64] Se casaron el 20 de octubre de 1715 en la colegiata de Santa María la Mayor; celebró la ceremonia Francisco de Soto, primo del contrayente. ApSMM, Libro de matrimonio de la parroquia de Santa María, núm. 238, años 1711‑1760, ff. 33v‑34v.
[65] Pleito de José de Soto, vecino de Talavera de la Reina (Toledo). AChV. Sala de Hijosdalgo, caja 913, pieza 9.
[66] Antonio José del Sello Osorio Bobadilla y Bermúdez, alférez mayor de la villa de Arévalo y regidor perpetuo de la villa de Segovia donde estaba avecindado.
[67] Pleito de José de Soto, de Talavera de la Reina (Toledo), Bartolomé. Marqués del Arco Vázquez de Prado, de Talavera de la Reina (Toledo). Sobre pedir José de Soto las cuentas que se le tomaron por la parte contraria del tiempo que tuvo la administración de los bienes del marqués del Arco en la villa de Talavera, por considerar que están finalizadas. Año 1719‑1720. AChV, Pleitos civiles Alonso Rodríguez (olvidados), caja 106, pieza 2.
[68] La calle Corredera del Cristo o calle Corredera, como comúnmente se la conoce, se iniciaba en las proximidades de la hoy inexistente puerta de San Pedro –plaza del Reloj‑ e iba bordeando la parte externa de la antigua muralla medieval hasta lo que era la puerta de las Alcantarillas. En ella se encontraban la Cárcel Real, el Palenque de la Compañía de Jesús, la iglesia del Salvador de los Caballeros, la alhóndiga, la puerta de las cebollas o postiguillo, etc. En sus numerosos soportales se ubicaban los puestos de venta ambulante y diversas tiendas que la convirtieron en el centro neurálgico de la villa en la segunda mitad el s. XVII y principios de s. XVIII, dando lugar a la edificación de muchas de las casas de la floreciente burguesía mercantil y de la baja nobleza de esa época. Es en esta calle donde en la primera mitad del s. XVIII se construye, en la torre albarrana de la muralla, la capilla del Cristo de los Mercaderes que en su origen se limitaba a un crucifijo, instalado a principios del s. XVII, en el muro exterior de la torre.
— «Por referencias documentales sabemos que fue en 1622 y a petición de los vecinos de la calle cuando se instaló la referida cruz en el mismo sitio donde se abre la capilla». Curiosamente estos vecinos eran «emigrantes riojanos que se dedicaban al comercio de paños, y pertenecientes a una institución nobiliaria conocida como Ilustre Solar de Diviseros de Tejada y Valdosera, mandaron pintar la fachada con alegorías al comercio, el trabajo, la abundancia, las artes y por supuesto el blasón del solar de Tejada que se mantiene en el centro del conjunto». Pacheco, César & Díaz, Benito, “Callejero histórico: La Corredera del Cristo”, en Revista Cuaderna : revista de estudios humanísticos de Talavera y su antigua tierra, Talavera de la Reina, Colectivo de Investigación Histórica Arrabal, núm. 4, 1996, pp. 118‑125.
[69] ApSMM, Libro de defunciones de la parroquia de San Pedro, núm. 462, años 1674‑1738, f. 142r.
[70] El Colegio de la Compañía de Jesús estaba en los terrenos de «unas cassas grandes en frente de la yglessia de la Hemandad vieja, que eran de la orden de calatraba, y una Huerta alli cerca que decián de la carcel». Gómez Tejada de los Reyes, Cosme: Historia de Talavera, antigua Élbora de los Carpentanos … BN, manuscrito Mss/2039, año 1701, fol. 75v.
[71] Traslado de una escritura de bienes y convenio y diligencias hechas para su cumplimento entre José de Soto, vecino de Talavera y el Colegio de la Compañía de Jesús de esta villa, de los bienes testados a favor de este último por Antonio de Soto, vecino de la misma. AMTR, Archivo del Colegio de la Compañía de Jesús, Escrituras de bienes, caja 4, apartado 16.
[72] Mendoza, Op. cit.
[73] Hoces Sarmiento, Juan Antonio de, Amplificación de la certificación del blasón de armas y linaje de Soto, a pedimento de José de Soto Mijares y Calderón, vecino de Talavera y originario de Bioño (Valle de Piélagos), dada en Madrid, octubre de 1715. BN, manuscrito Mss/18677/50.
[74] Ibíd.
[75] AMTR, Archivo de la Santa Hermandad de Talavera, caja 27, exps. 18 y 19; caja 34, exp. 6; caja 35, exp. 6; y caja 37, exp. 13.
[76] Súplica de José de Soto y Gabriela Arroyo, y consortes vecinos de Talavera de la Reina (Toledo), sobre paga de maravedíes. AHN, Consejos, legajo 31752, exp. 6.
[77] Pámpana, hoja de la vid.
[78] «La carne de los toros que se han lidiado en la misma hermita [del Prado] se haze piezas, presente el rexidor y otros ofiziales a quien se comete por el ayuntamiento. Repartenlo por los bezinos del pueblo, a cada uno una pieza y este Repartimiento se haze por los padrones de la vezindad que se hazen para el Repartimiento de las Alcabalas». Fernández, García, Historia de la ciudad de Talavera, S. XVII. BN, manuscrito Mss/10574, p. 60.
[79] ApSMM, Libro de defunciones de la parroquia de San Pedro, núm. 463, años 1738‑1792, f. 123r.
[80] Ibíd., f. 143r.
[81] Pleito de José de Ortega y Soto, vecino de Talavera de la Reina (Toledo), natural de Villasuso, jurisdicción de Reinosa (Cantabria). Año 1739. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 1076, pieza 6.
[82] González Echegaray, Op. cit., p. 135.
[83] Vid. IMAGEN 45 (45b.tif).
[84] González Echegaray, Op. cit., p. 135. Apud Atienza, Julio de, Titulos nobiliarios hispanoamericanos, Madrid, Aguilar, 1947, p. 707. SEGÚN REFERENCIAS SÓLO TIENE 665 páginas.
[85] El barrio de Pedrosa se encuentra en Vioño, en el actual barrio de Valencia. El barrio del Mazo, topónimo hoy en desuso, se encontraba junto al primero y en una cota ligeramente superior.
[86] Hija de Francisco de Argumosa Alonso y Josefa Quijano, naturales de Vioño y Salcedo (Pielagos), respectivamente.
[87] Calendario manual y guía de forasteros en Madrid para el año 1818, [Madrid], en la Imprenta Real, 1818, pp. 50‑51.
[88] Expediente de pruebas del Caballero de la Orden de Carlos III, Francisco Manuel de Soto y Argumosa Peñalva del Villar y Quijano. AHN, Estado, Orden de Carlos III, exp. 1915.
[89] «Tuvieron los Soto capilla en San Francisco, fundada en 1526, y según una escritura que recoge M. Escagedo, fue fundada por don Alonso de Soto y aumentada sucesivamente por sus descendientes». González Echegaray, María del Carmen, Escudos de Cantabria, Madrid, Hidalguía, 1999, tomo 6, p. 101.
— «la cual está dentro del claustro, cuya advocación es el Descendimiento de la Cruz, en la cual se hallan tres losas grandes en forma de sepulcros, y en ellas y en el banco de la pared del lado de la capilla, están grabadas y pintadas las armas, que son de la misma forma que las que se hallan en las casas de su morada». García Carraffa, Alberto y Arturo, Diccionario heráldico y genealógico de apellidos españoles y americanos, Madrid, Imp. Antonio Marzo, 1920-1963, vol. 85.
[90] María de Bustamante y Quevedo, era hija de Juan de Bustamante Velarde Vega y de María Sánchez Quijano, nieta por tanto de Rodrigo de Bustamante Velarde y la Vega, señor de la Casa de Cartes en 1609 y alcaide de la fortaleza del mismo nombre, y de doña María Sánchez de Quijano. Pleito de Alejandro de Bustamante y Quevedo, vecino de la ciudad de Jaén, y su hermano, José Martín de Bustamante y Quevedo, vecino de la ciudad de Los Reyes del Perú, ambos naturales y originarios de Santiago, jurisdicción de Cartes. Año 1765. AChV, Sala de Hijosdalgo, caja 1131/03.
[91] Citada en ocasiones como Ana o María Ana Estrada Quevedo, era hija de Antonio de Estrada Quevedo y de Ana Fernández Fontecha. En 1672 el poseedor de la Casa de Estrada en Bolmir, era Francisco Estrada y Quevedo, el hermano mayor de Ana. Escagedo Salmón, Mateo, Solares Montañeses, Santoña, Diales Muemaen, 1926-1934, tomo V, 1931 p. 191.
[92] Escagedo Salmón, Solares Montañeses, tomo VIII, 1934, p. 118.
[93] Diligencias realizadas para efectuar un inventario y tasación de bienes pertenecientes a José Miguel de Soto, presbítero difunto de Talarrubias (Badajoz) y comisario del Santo Oficio. AHN.SN, Archivo del Ducado de Bejar, Osuna, caja 3503, D 40‑47.
[94] Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Calatrava de Alonso de Soto y Estrada Bustamante y Fernández, natural de Reinosa. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Calatrava, exp. 2512.
[95] Expediente de pruebas María Ramiro Montenegro. AHN, Órdenes Militares, Casamiento Calatrava, exp. 580.
[96] Citado indistintamente como Alonso Soto Godoy o Alonso Soto Estrada y Guevara, dando lugar a ser confundido con su padre o su hijo.
[97] Cargo municipal que podía variar en número según lugar y costumbre, aunque por lo general era en número de dos (por el estado noble y el llano). Solía ser electo y su posesión se llevaba a cabo en la misma ceremonia en que se juraban el resto de cargos concejiles. Su función era policial en los delitos cometidos en la periferia rural de la localidad y ocasionalmente podía ejercer funciones de auxilio a la justicia ordinaria.
[98] Hija de Juan Carlos de Godoy y Morillo Velarde, natural de Quintana de la Serena y de Catalina Blázquez Morillo, natural de La Coronada. Tía abuela de Teresa Rita de Godoy y Pizarro, X condesa de Torrejón.
[99] Manuel y José Dueñas, vecinos de Talarrubias y testigos presentados en 1733 por los cuñados de Alonso Manuel, indican que solo fue un hijo el engendrado con su criada.
[100] Es un error de pluma y se refiere a su tío José Miguel Soto Guevara, comisario del Santo Oficio.
[101] Real provisión de estado de Alonso Manuel de Soto natural de Reinosa (Burgos), vecino de Talarrubias. Año 1735. AChG, caja 4684, pieza 136.
[102] Alegación fiscal de pleito civil por el fiscal contra Alonso de Soto y Godoy (sic), familiar en Talarrubias. AHN, Inquisición, legajo 3722, exp. 196.
[103] Autos de un pleito por usurpación de jurisdicción seguido por los alcaldes y escribanos de Talarrubias (Badajoz), contra el teniente de corregidor en la causa del abintestato de José Miguel de Soto. AHN.SN, Archivo del Ducado de Bejar, Osuna, caja 3503, D 49.
[104] Mayoralgo y Lodo, José Miguel de & Gómez de Olea y Bustinza, Javier, “Los Condes de Torrejón”, en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, Madrid, RAMHG, núm. 5, 1998‑1999, p. 235.
[105] Serapio María de Soto Godoy o Serapio de Soto Guevara, indistintamente.
[106]El conde de Torrejón, con Serapio María de Soto; sobre posesión de los vínculos fundados por José de Godoy. AHN, Consejos, legajo 24408, exp. 11.
[107]Real provisión de estado de Pedro de Soto y Cortés, vecino de Talarrubias, disputado a Puebla de Alcocer. Año 1807. AChG, caja 4659, pieza 90.
— Real provisión de estado de Pedro de Soto y Cortés, vecino de Talarrubias, disputando a Puebla de Alcocer. Año 1817‑1833. AChG, caja 65, pieza 8.
[108] Pruebas para la concesión del Título de Caballero de la Orden de Alcántara de Galo Díez Madroñero. AHN, Órdenes Militares, Caballeros de Alcántara, exp. 65.
— «pero no se le extendió el título de gobernador hasta el 21 de octubre de 1814 a causa de la invasión francesa, permaneciendo hasta 1835. Además, fue coronel de los Reales Ejércitos, teniente rey de la plaza de Peñíscola, caballero cadete del Regimiento de León, comisario del Corpus en 1786 y alcalde de la Hermandad en 1786 y 1788 en Cabeza del Buey.».Díaz Díaz, Bartolomé & Martín, Dionisio, “Don Galo Díez Madroñero, gobernador de La Serena (1808‑1835)”, en Talarrubias. Revista de la comarca Siberia–Los Montes, núm 19, 2007, pp. 121 a 133 (impares).
[109] García Carraffa, Op. cit.